Extender el acuerdo de Illa con ERC al resto incrementaría en casi 50.000M la deuda del conjunto de los españoles
- Además, la condonación de la deuda de las comunidades autónomas no hace otra cosa que azuzar la irresponsabilidad fiscal de las regiones.
- Más información: Pedro Sánchez anuncia que en enero negociará el acuerdo para que el Estado asuma parte de la deuda de las CCAA
Pedro Sánchez ha decidido terminar el año prometiendo que en enero negociará el acuerdo para que el Estado asuma parte de la deuda de las comunidades autónomas. El anuncio llega con un notorio retraso, ya que pactó eso mismo con ERC hace ahora más de un año y, desde entonces, los avances han sido escasos o nulos. Sin embargo, la propuesta del presidente del Gobierno incrementaría la deuda de todos los españoles en casi 50.000 millones de euros.
En los prolegómenos de la investidura del socialista, a finales del pasado año, el PSOE pactó con los republicanos una quita parcial de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). En concreto, una condonación del 20%, unos 15.000 millones. Los socialistas no tardaron el asegurar que el acuerdo se podría extender al resto de las regiones.
Y así lo confirmó Sánchez este viernes, al apuntar que podrá llegar a todas las CCAA, lo que incluye a aquellas que, como Madrid, no tienen deuda con el FLA, ya que prefirió financiarse en los mercados (a un interés más alto).
Como ya se explicó en su momento, la condonación de la deuda de las comunidades de régimen común —todas menos País Vasco y Navarra— tiene como objetivo mejorar la situación crediticia de estas regiones para que puedan salir a los mercados.
¿Qué coste tendría esto para el Estado? En términos contables, ninguno, en tanto que sólo sería un cambio del apunte desde las administraciones territoriales a la Administración central. Sin embargo, sí supone trasladar una deuda localizada en ciertas regiones al conjunto de los españoles.
De tener en cuenta la deuda de todas las CCAA con el FLA, así como la que tiene Madrid, y aplicar a cada una quita del 20%, el resultado es que el Estado central sumaría a sus cuentas pendientes 49.110 millones de euros. No obstante, cabe resaltar que todavía no se ha desvelado cómo se llevará a cabo la condonación de la deuda.
En cualquier caso, el planteamiento atropella toda idea de responsabilidad fiscal. Y es que, en última instancia, supone decir a las autonomías que no supieron controlar su gasto en momentos de crisis que no pasa nada, pues el Estado sale al rescate. La condonación debería tener un efecto neutro en las finanzas nacionales, pero sienta un precedente peligroso.
Más todavía si se tiene en cuenta que estamos a las puertas del retorno de las reglas fiscales europeas, que ya no tendrán en cuenta únicamente el déficit, sino también el incremento de gasto público. El presente curso se está caracterizando por un aumento generalizado de los desembolsos de las comunidades, por encima de la recomendación de Bruselas.
Tras meses de gastar más de lo que ingresan, y pese al cuantioso incremento de las entregas a cuenta, cerrar el año con la promesa de perdonar los excesos del pasado no resulta lo más adecuado a las puertas de un 2025 de contención.
Quita parcial
Cuando PSOE y ERC acordaron la condonación parcial de la deuda de Cataluña con el FLA, en el contexto de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, se pactó la quita de esos 15.000 millones de euros a la Generalitat. Es decir, que el Estado perdonaría alrededor del 20% de la deuda de la región, más unos 1.300 millones en concepto de intereses.
Al tiempo, Félix Bolaños, negociador por parte de los socialistas, anunció que se seguiría el mismo camino para el resto de las regiones. Siguiendo una proporción parecida, en el caso de la Comunidad Valenciana la quita rondaría los 10.000 millones y sería de unos 5.000 millones para Andalucía.
Con los últimos datos disponibles, perdonar el 20% de la deuda a todas las comunidades que recibieron dinero del FLA supondría a la Administración central aumentar su deuda en unos 41.730 millones de euros. Si se calcula sobre el total de la deuda, una vez el Gobierno ha abierto la puerta a compensar a otras autonomías, el monto alcanza los 64.000 millones. Con un cálculo mixto se llega a esos 50.000 millones.
Sin embargo, se trata sólo de aproximaciones. Como se ha dicho, el Ministerio de Hacienda aún no ha desvelado cómo va a calcular las compensaciones que va a ofrecer a todas las comunidades, siempre basándose en el impacto que la crisis financiera de hacer diez años tuvo en ellas y en sus servicios públicos.
Para ello, el departamento se había comprometido a reunirse con representantes de cada comunidad para acercar posturas al respecto y que también se pueda compensar a regiones como Madrid, que no tienen deudas con el Estado.
Sin embargo, meses después (y crisis política tras crisis política), el único avance conocido respecto a la condonación de deuda autonómica es que se abordará en un Consejo de Política Fiscal y Financiera que se celebrará en enero, según avanzó Pedro Sánchez este viernes.
Cuando se pongan los números sobre la mesa, a buen seguro que se tratará de cantidades considerables. Con todo, no supondrían un cambio para la deuda pública española. Y de cara a la Administración central implicaría un aumento del 4,25%, como mucho.
No obstante, y volviendo al argumento inicial, el problema no es tanto cambiar 64.000 millones de euros de una hoja de la contabilidad nacional a otra, sino sentar el precedente de que se puede gastar más de lo que se tiene sin consecuencia alguna.