La compañía tecnológica sueca Ericsson acaba de reconocer que una investigación interna llevada a cabo desde el año 2019 ha relevado la existencia de varias prácticas de corrupción en su filial en Irak. Entre ellas, podrían incluirse pagos a organizaciones terroristas como el ISIS con el fin de poder utilizar los corredores de transporte que estaban bajo su control.
En un comunicado, Ericsson explica que una serie de reclamaciones de gastos "inusuales" realizadas en 2018 llevó a la compañía a abrir una investigación junto a un asesor legal externo sobre el comportamiento de empleados, vendedores y proveedores de Ericsson en Irak durante el período comprendido entre los años 2011 y 2019.
La compañía señala que en el marco de esta investigación se han detectado "graves incumplimientos" de las normas de 'compliance' y del Código de Ética Empresarial de la compañía, ya que se identificaron malas prácticas relacionadas con actuaciones de corrupción.
En concreto, la investigación detalla que se realizaron donaciones económicas sin beneficiarios claros, así como pagos a proveedores por trabajos no documentados, se utilizaron proveedores para realizar pagos en efectivo y se financiaron gastos y viajes inapropiados.
Asimismo, la compañía también detectó otras prácticas contrarias a su código ético como violaciones de sus controles financieros internos, conflictos de interés, incumplimiento de las leyes fiscales y obstrucción de la investigación.
Por otro lado, añade que el equipo investigador identificó pagos a intermediarios y el uso de rutas de transporte alternativas para evitar la Aduana iraquí en un momento en el que organizaciones terroristas, entre las que se encontraba el ISIS, controlaban algunas rutas de transporte.
"Los investigadores no pudieron determinar los destinatarios finales de estos pagos. También se identificaron esquemas de pago y transacciones en efectivo que generaron un potencial riesgo de blanqueo de dinero", agrega la compañía.
Ericsson remarca que invirtió "mucho tiempo y recursos" en la investigación, que no pudo identificar a ningún empleado de la compañía que estuvo directamente involucrado en la financiación de organizaciones terroristas.
Como resultado de la investigación, se despidió a varios empleados de la empresa y se tomaron otras medidas disciplinarias y correctivas. Además, la empresa canceló las relaciones que mantenía con terceras partes y priorizó su negocio en el país con el fin de mejorar las actividades, políticas y procedimientos de capacitación y concienciación, así los procesos de gestión de terceros.
"Ericsson continúa trabajando con un asesor externo para revisar los hallazgos y la remedios adoptados tras la investigación de 2019 con el fin de identificar cualquier medida adicional que la empresa deba tomar", concluye la empresa sueca.
El reconocimiento de este caso de corrupción interno ha provado que las acciones del fabricante tecnológico sueco se hayan desplomado un 14,41% en la sesión de este miércoles, situándose por debajo de la barrera de las 100 coronas suecas. En concreto, han cerrado la jornadas en las 99,11 coronas.