Una buena noticia para el sector de las telecomunicaciones en España. Así es como califican los expertos y analistas el anuncio de Orange y MásMóvil de iniciar negociaciones exclusivas para fusionar sus actividades en el país en una joint venture conjunta participada al 50% por ambas compañías.
La creación de un nuevo gran operador en el mercado español, el segundo mayor en ingresos y Ebitda y líder en clientes de telefonía y banda ancha fija, puede ser la solución que ponga fin a la guerra comercial que desde hace años vive el sector en España y que ha provocado una constante destrucción de valor.
La unión de Orange y MásMóvil hará que el número de grandes operadores que existen actualmente en el mercado español pase de cuatro a tres, un escenario que el sector considera más adecuado para garantizar un nivel de competencia racional que permita a las compañías acometer las inversiones necesarias.
Sin embargo, los analistas consultados por EL ESPAÑOL-Invertia, advierten de que existe la posibilidad de que todos los beneficios que puede traer consigo la reducción de cuatro a tres del número de grandes operadores de telecomunicaciones en España se queden finalmente en papel mojado.
Y es que las autoridades de competencia, previsiblemente las de la Comisión Europea (CE), podrían imponer unas condiciones demasiado estrictas a la fusión y obligar a vender activos a otra compañía a precios bajos, lo que se conoce popularmente como 'remedies'. Un escenario que crearía un nuevo cuarto gran operador que ocupe el papel que hasta ahora desempeñaba MásMóvil.
Un mercado más racional
Carlos Winzer, vicepresidente sénior de Moody's, resalta que, en términos generales, cualquier operación de consolidación es "positiva" para el sector porque reduce la presión competitiva y permite que haya un comportamiento "mucho más racional" entre los operadores existentes.
"Esta operación implica pasar de cuatro a tres grandes operadores y, por lo tanto, la presión en los precios podría mitigarse de alguna forma", remarca Winzer, quien recuerda además el papel disruptor que ha venido desempeñando MásMóvil con su estrategia multimarca en el segmento residencial.
En este sentido, anticipa que, previsiblemente, en España se producirá lo que se conoce como una "reparación del mercado", que conducirá a una mayor racionalidad, aliviará un poco la presión de la competencia y se podrán subir precios. En su opinión, esto es algo "muy necesario" porque en un entorno tan competitivo como el español la destrucción de valor ha sido "masiva".
Y, además, toda esta operación también ayudará, según Winzer, a favorecer las inversiones en España y la posibilidad de que haya una expansión "más acelerada" del despliegue del 5G, ya que tanto el operador surgido de la fusión como el resto de compañías tendrás más recursos para invertir en infraestructuras.
Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de la división de Telecomunicaciones de Capgemini Engineering España, apunta que esta operación es un movimiento "muy bueno" que puede ayudar a la que las empresas que tienen que acometer las inversiones en 5G en España tengan "más músculo".
"Este movimiento puede ayudar a que mejore el mercado y sea más atractivo para las empresas que tienen que invertir y generar su negocio en él", incide Díaz de Terán. En este sentido, agrega que, aunque habrá que esperar a conocer la estrategia que siguen las compañías, esta operación debería mejorar los ingresos por clientes y hacer que el trozo del pastel para los distintos actores sea "mayor y más rentable".
Teniendo en cuenta los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la suma de los clientes de MásMóvil a los de Orange provocaría que más del 94% de los usuarios de telefonía móvil pertenecerían a alguna de las marcas de los tres principales operadores. En el caso de la banda ancha fija, el porcentaje sería aún mayor, del 97%.
En esta misma línea, los analistas de Bank of America (BofA) también consideran que la fusión entre Orange y MásMóvil, si se cierra tal y como está planteada, es una buena noticia para el sector. Además, destacan también el hecho de que esté implicada en ella además una compañía que surgió de los 'remedies' impuestos en concentraciones anteriores.
El papel de competencia
Sin embargo, todos estos beneficios en cuanto de dinámica de mercado e impulso de la inversión corren el riesgo de no convertirse en realidad si finalmente los responsables de Competencia de la CE imponen unas condiciones muy exigentes que beneficien a actores que están ganando cada vez más presencia en el mercado español, como Digi o Avatel.
Díaz de Terán advierte de que si al final los remedies que se le piden a la fusión son tales que permiten crear un cuarto operador dándole determinados activos de red "a precio de saldo" volveríamos a la situación de hipercompetitividad que teníamos la semana pasada "en poco espacio de tiempo".
"Si los remedies que exige el regulador a esta fusión dañan esta concentración y crean un cuarto competidor serio volveríamos a la casilla de salida", incide. No obstante, agrega que todo apunta a que Bruselas apoyaría operaciones que permitan que las empresas europeas sean más competitivas, como ocurría en este caso con Orange tal y como está diseñada la operación.
En este sentido, Winzer coincide en que la gran duda en torno al impacto definitivo de esta operación reside en los condicionantes que vengan impuestos desde la CE. Así, apunta que existe el riesgo de que se imponga un conjunto 'remedies' que puedan "favorecer artificialmente en exceso" a actores que se consideran challangers de mercado y que en vez de crear valor, lo destruyan.
Impacto por compañía
Por compañías, los analistas consideran que estamos ante una buena operación para Orange. BofA señala que, aunque este acuerdo no resuelve los problemas en España de forma inmediata y existe aún incertidumbre sobre los 'remedies', la clave es que la operadora no está poniendo más efectivo en el país con esta operación, sino que incluso podría ganar algo de dinero.
En cuanto al futuro de Vodafone, Winzer considera que la compañía queda en una posición "un poco más vulnerable y más débil" porque va a ser relegada a una tercera posición en el mercado español con una dimensión mucho menor que la que tendrán los dos principales operadores.
En esta línea, Díaz de Terán también cree que deja a Vodafone en una situación "complicada" en el mercado residencial, por lo que es importante ver qué decisiones toma ahora la compañía. Además, tendrá que estar muy pendiente de que lo hace la nueva compañía en el mercado empresarial, donde actualmente la presencia de Orange y MásMóvil es muy baja.
Respecto a Telefónica, Winzer ve positiva la fusión para el operador incumbente porque reduce el entorno competitivo en España y facilita la posibilidad de incrementar precios, mientras que BofA recuerda que ya consideraban desde hace tiempo la posible consolidación del mercado español como un elemento positivo para la compañía.
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