En 2013 se encendió en España la primera red de 4G. Nueve años después todavía hay zonas rurales del país en las que no disponen de cobertura de la cuarta generación de telefonía móvil. Para evitar que esta historia se repita con el 5G, los operadores locales de telecomunicaciones reclaman al Gobierno que se les tenga en cuenta en los planes de despliegue y evitar que se concentren todas las ayudas y medidas en torno a las cuatro grandes operadoras del país. 

"Dejar todo en la mano de las cuatro grandes empresas no favorece ni al territorio ni a los ciudadanos", afirma Antonio García Vidal, presidente de Aotec, en declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia. En su opinión, es necesario que se aplique al despliegue del 5G el mismo modelo que permitió el "milagro" de la fibra en España.

García Vidal resalta que el 5G es una tecnología "disruptiva y revolucionaria", que va a ser clave especialmente en el sector industrial. Sin embargo, advierte de que con los planteamientos de despliegue actuales, la quinta generación de la telefonía móvil no llegará a las zonas rurales hasta dentro de años y provocará que estas no se beneficien de la digitalización, al igual que ocurrió con la industrialización. 

"El 4G ha tardado demasiados años en llegar y este patrón no se puede volver a repetir con el 5G", remarca el presidente de Aotec. Para evitar que esto ocurra, ve necesario que se aplique al despliegue de la tecnología móvil el modelo que ha convertido a España en uno de los países líderes a nivel mundial en penetración de fibra óptica.

A este respecto, detalla que la clave ha estado precisamente en que cualquier actor ha podido desarrollar su red de banda ancha terrestre. "Y en este país existen muchos operadores medianos y pequeños que han sido parte esencial del milagro español de la fibra", resalta.

Reparto del espectro

El presidente de Aotec remarca que la gran diferencia entre los despliegues de la fibra y los del 5G es el espectro radioeléctrico, "un bien preciado, y además escaso", cuya asignación es clave para fijar el modelo a seguir. "El 5G debería estar desde el minuto uno en todas las zonas rurales y las ciudades. Y eso es posible", asegura García-Vidal.

En este sentido, remarca que el operador local puede ser "la palanca para el impulso y el desarrollo" del 5G en la España Vaciada. "Lo hemos demostrado con la fibra y lo haremos también con el 5G si se nos da esta oportunidad", incide García Vidal, quien alerta que, de lo contrario, más de 8.000 pueblos perderán el tren del 5G y, por tanto, el del futuro. 

Antonio García Vidal, presidente de Aotec. Aotec

En concreto, desde Aotec han solicitado al Gobierno que reserve 100 MHz en la banda de frecuencias 3,8 a 4,2 GHz para redes locales o privada. A este respecto, defiende que existe espectro viable para ello en esta banda. Además, al ser frecuencias medias, son ideales para los entornos rurales, más abiertos y menos densificados.

La asociación afirma que con esta franja se puede respuesta a una doble demanda. Por un lado, se puede atender a las peticiones de la industria para crear redes privadas; y por otro, ayudaría a los operadores alternativos a desarrollar sus iniciativas para crear redes públicas en las pequeñas y medianas poblaciones.

Asimismo, pide que los operadores locales tengan acceso a los fondos europeos destinados al 5G. "Los operadores locales estamos en zonas rurales y estamos dispuestos a invertir para crear esa infraestructura 5G", afirma el presidente de Aotec.

García-Vidal recuerda que estas empresas ya invierten más de 1.000 millones de euros al año y crean más del 18% del empleo del sector de telecomunicaciones del país. Pero para mantener estos niveles es necesario que el Gobierno abra las ayudas a estos operadores alternativos, así como a entidades privadas o público-privadas que quieran desarrollar el 5G en áreas con poca densidad de población. 

Espacio para todos

Además de los despliegues de las redes 5G, otro de los temas recurrentes en los últimos tiempos en el sector de las telecomunicaciones está siendo el de la consolidación empresarial. Para García Vidal, pese a esta tendencia hacia una mayor concentración, los operadores locales siguen teniendo su espacio en el mercado español.

"Hay espacio para todos", incide el presidente de Aotec. De hecho, remarca que siempre han sido un actor necesario en el sector, como refleja el interés que están mostrando las grandes operadoras por empezar a operar ahora en espacios en los que llevan tiempo haciéndolo las empresas locales. 

A este respecto, recuerda que, gracias al trabajo de los operadores locales, ya en 2009 existían pueblos con fibra óptica cuando había barrios de grandes ciudades en las que no disfrutaban de esta tecnología. "No sólo hemos llevado la fibra óptica al entorno rural, sino que hemos obligado también de alguna manera a las grandes operadoras para que inviertan en estos territorios", incide. 

García Vidal señala que tampoco tienen miedo a que esta nueva ola de consolidación y la fuerte competencia del mercado pongan en peligro la supervivencia del operador local. "Si fuese por miedo, el operador local estaría muerto ya hace muchos años. El operador local está funcionando desde los años 80 y desde los años ochenta está recibiendo zancadillas", apunta. 

Además, agrega que existe una diferencia "abismal" entre un operador local de hace 40 años y el actual. Hoy en día es más fuerte económica y tecnológicamente, ocupa un hueco que nadie está dispuesto a ocupar y ofrece un grado de agilidad, cercanía y relación con el cliente "que es muy difícil que cualquier gran operador pueda llegar a tener". 

En este contexto, añade que los operadores locales están sumando esfuerzos, incluso juntándose para crear empresas más grandes. Pero, al mismo tiempo, nacen nuevas compañías con una filosofía empresarial "mucho más potente" que en el pasado, mayores conocimientos técnicos y gente más preparada. "El operador local tiene una trayectoria importante y seguirá estando muchos años en este país", concluye.