Andrés Vicente: "Ericsson estará otros 100 años en España, pero requerirá capacidad de adaptación"
La compañía celebra este 5 de diciembre su centenario en España, un siglo marcado por etapas duras, grandes éxitos y una apuesta por la innovación.
5 diciembre, 2022 02:23Pocas empresas pueden presumir de cumplir 100 años en España. Y mucho menos si se trata de una compañía del sector tecnológico. Por ello, para Ericsson es motivo de satisfacción poder celebrar este lunes 5 de diciembre de 2022 su primer centenario en nuestro país. Un siglo marcado por "infinitos éxitos", pero también por etapas "duras", en las que la firma ha sabido ir adaptándose a las necesidades y retos que iban apareciendo a cada momento.
Andrés Vicente se incorporó hace alrededor de un año a Ericsson Iberia como consejero delegado tras trabajar durante más de 25 años en Vodafone. El directivo tomaba las riendas de la filial de la multinacional sueca en España y Portugal en un momento clave para la industria como está siendo el arranque del despliegue del 5G.
Una tecnología sobre la que se sustenta el actual proceso de transformación digital que están viviendo todas las economías a nivel global, pero que también está permitiendo a la empresa consolidar su posición como proveedor líder del sector de las telecomunicaciones en España.
En una entrevista concedida a EL ESPAÑOL-Invertia con motivo de la celebración del centenario de Ericsson en España, Vicente no puede ocultar su orgullo por poder liderar la empresa en este momento tan especial y representar a los miles de trabajadores que han formado parte de estos años y que han contribuido a su éxito.
Además de repasar cómo han sido estos primeros 100 años de la compañía en España, Vicente también se muestra convencido de que Ericsson sigue teniendo un futuro brillante en España. "Ericsson estará otros 100 años en España", asegura. Una confianza que se sustenta en las claves que han permitido a la empresa seguir en nuestro país tras un siglo de trabajo, como son su apuesta por la innovación o su capacidad de adaptación.
Ericsson en España
Ericsson, una empresa sueca con 146 años de antigüedad, llegó a España un 5 de diciembre de 1922 con el objetivo de conseguir la licencia nacional para operar las comunicaciones en el país, ya que hace cien años los mismos que fabricaban los equipos de telecomunicaciones se encargaban también de operar esas comunicaciones.
Finalmente, la licencia fue a parar a otra empresa diferente, que acabó siendo nacionalizada y se convirtió en lo que hoy en día es Telefónica. De ahí que se creó una situación peculiar en España, en la que el proveedor (Ericsson) es más antiguo que el cliente (Telefónica), compañía que celebrará su centenario en España en 2024.
Sin embargo, pese a no lograr esta licencia, la empresa sueca vio potencial en el mercado español y decidió quedarse. "En aquel momento hicimos de todo", afirma Vicente. Entre otros proyectos, trabajó para el Ministerio de Defensa o montó una fábrica en Getafe (Madrid), en la que desarrolló desde componentes eléctricos hasta componentes para automóviles.
No obstante, su negocio principal siempre ha estado vinculado a las comunicaciones, por ejemplo con la fabricación de teléfonos o centralitas. De hecho, en 1926 ganó el concurso de automatización de las infraestructuras de telecomunicaciones de la red urbana municipal de San Sebastián, la única concesión provincial que había quedado fuera del monopolio nacional.
En estos 100 años, Ericsson, como cualquier otra compañía, ha vivido momentos "magníficos" y otros no tan buenos. Vicente explica que una de las etapas más duras fueron los años posteriores a la Guerra Civil, con una situación económica complicada, una débil demanda interior y un alto grado de proteccionismo que obligaba a las empresas a tener licencia de fabricante nacional para evitar los altísimos aranceles de aquella época.
Pese a ello, subraya que los años 40 fue uno de los momentos en los que más empujón se dio al I+D en España y en los que se hicieron "cosas asombrosas". Por ejemplo, Ericsson registró en esa década el microteléfono, el pulsador luminoso o ditintos dispositivos para taladrar raíles. "Cuando los mercados se ponen duros, aparece la creatividad", remarca.
Momentos buenos
En cuando a los momentos buenos, el consejero delegado de Ericsson en Iberia afirma que son "infinitos". Por ejemplo, destaca la instalación de su central AXE para Telefónica en 1980, el despliegue tecnológico con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el fin del monopolio en el sector de las telecomunicaciones con el nacimiento de Airtel o la confianza otorgada por Amena a la compañía en 1998 para instalar una red llave en mano.
Otro hito del que están especialmente orgullosos es el de la apertura su primer centro de I+D en España en 1984, que en 2002 se convirtió en "centro global" y empezó a desarrollar en España soluciones "críticas" que se distribuyen a nivel mundial, como pueden ser el núcleo ('core') de la red 5G o el HLR (Home Location Register), la base de datos que gestiona la información de todos los clientes conectados a la red móvil.
En la actualidad Ericsson genera 2.300 puestos de trabajo directos en España, de los que 1.000 están en algunos de los tres centros de I+D que tiene la empresa en Madrid, Málaga y Barcelona. Además, Vicente agrega que el empleo inducido asciende a casi 10.000 personas que trabajan de forma exclusiva para la compañía tecnológica.
En cuanto a la relación con sus clientes, afirma que Ericsson es probablemente el único proveedor que trabajó con todas las empresas que operan redes de telecomunicaciones en España, lo que hace que tenga una cuota de mercado "significativa" y sea líder tanto en la parte de radio de la red como en la del núcleo.
Preguntado por los motivos por los que España lleva siendo un mercado relevante para Ericsson durante un siglo, Vicente ha apuntado a tres razones. La primera es el haber podido encontrar un socio como Telefónica, una de las grandes operadoras a nivel mundial con una sólida presencia no sólo en nuestro país, sino también en otras economías, como Alemania, Reino Unido, Brasil o Latinoamérica.
El segundo motivo es la calidad y la "creatividad" de los ingenieros españoles, que hacen del país un buen lugar para el I+D. El tercero es la capacidad de Ericsson España de adaptarse a los flujos y a los tiempos. Algo que, asegura, no solo es consecuencia de la propia resiliencia de la compañía, sino también de un esfuerzo del Gobierno y de la existencia de un marco que siempre ha visto con buenos ojos la presencia de multinacionales desde el punto de vista del I+D.
Otros 100 años
Tras cumplir un siglo en España, la compañía se muestra "más que optimista" sobre su futuro en el país. "Una vez que has hecho 100 años no ves el último. Por supuesto que creemos que estaremos otros 100 años, pero requerirá capacidad de esa adaptación", afirma Vicente.
El directivo recuerda que el 70% del negocio de Ericsson depende actualmente de su actividad en el ámbito de las redes de telefonía móvil, un producto que no tiene ni 40 años de existencia. "Nosotros mismos decimos que no sabemos que es lo que nos hará líderes dentro de 100 años, pero de lo que sí que estamos convencidos es que eso está cimentado con un esfuerzo de I+D muy importante, con la vocación de liderar", subraya.
En este sentido, incide en que será la "clara apuesta" por la innovación lo que va a conseguir que Ericsson esté al menos otro siglo más en nuestro país. "¿Con qué producto? No lo sé, pero indudablemente Ericsson estará aquí dentro de 100 años", asegura.
A más corto plazo, la principal palanca de crecimiento de Ericsson será el 5G, una tecnología que tiene "proyecciones extraordinarias" y que va a ser "el motor de la innovación en los próximos diez años". La adopción de la quinta generación de la telefonía móvil lleva dos años de ventaja a la del 4G y se espera que en 2028 ya haya más de 5.000 millones de usuarios en todo el mundo.
No obstante, Vicente admite de que en España, así como en la gran mayoría de los países de Europa, el 5G "desgraciadamente va más retrasado" de lo que a todos los actores del sector nos gustaría. Así, advierte de que Europa no puede repetir los mismos errores que con el 4G, cuando se convirtió en un usuario de una tecnología que se desarrolló en otros grandes mercados: China y Estados Unidos.
"Lo que nos preocupa es que Europa no se puede quedar como un simple mercado. No puede ser el árbitro que vigila a dos grandes competidores tecnológicos. Los árbitros no ganan ningún partido porque por definición no compiten", incide.
No obstante, cree que España y el Viejo Continente están a tiempo de corregir esta situación, pero para ello es necesario un "empujón extra" en forma de incentivos públicos. Así, ha alabado la apuesta del Gobierno español por el 5G, situándolo como uno de los pilares del programa de recuperación con un apartado específico.
Pero aseguró que con una inversión adicional pública de 1.400 millones de euros apoyada por los fondos europeos de recuperación se podría dar un impulso al despliegue del 5G en España, con el sector privado multiplicando hasta por ocho ese esfuerzo inversor. Según Vicente, con "un poco más" se puede crear un "marco diferencial" para que Ericsson y el sector sigan adelante con su apuesta por crear "una sociedad mejor, más productiva, más verde y más sostenible".