La Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés) de EEUU ha interpuesto una demanda para buscar que se paralice la adquisición de Activision Blizzard, una de las mayores firmas de videojuegos del mundo, por parte de Microsoft. Se trata de una operación valorada en unos 69.000 millones de dólares (72.848,2 millones de euros al cambio actual).
Según la FTC, la compra perjudicaría a los consumidores, pues permitiría a Microsoft dañar la competencia en el sector del videojuego al pasar a controlar importantes franquicias desarrolladas por Activision como Warcraft, Call of Duty o Candy Crush.
La demanda, según recoge ‘Efe’, supone una de las acciones más contundentes emprendidas en los últimos años por los reguladores estadounidenses para tratar de controlar el poder de los gigantes tecnológicos.
La fusión estaba siendo investigada por reguladores de distintos países, pero la FTC es la primera que se pronuncia oficialmente y lo hace para oponerse a la operación.
En los últimos meses, Microsoft ha tratado de apaciguar a los reguladores con algunas medidas, por ejemplo ofreciendo acceso a Sony al juego Call of Duty por un periodo de diez años o llevarlo a las consolas de Nintendo, donde ahora no está disponible, si se cerraba la compra.
Pero Microsoft ya ha dicho que no tiene previsto abandonar la operación y que disputará ante la Justicia los argumentos de la FTC.
“Seguimos pensando que este acuerdo ampliará la competencia y creará más oportunidades para los jugadores y los desarrolladores de videojuegos”, dijo el presidente de Microsoft, Brad Smith, en un comunicado remitido a varios medios.
Operación
En enero de este año, Microsoft anunció un acuerdo para adquirir Activision Blizzard. Esta adquisición iba a ser la más grande de su historia, acelerará el crecimiento de su negocio de juegos en dispositivos móviles, ordenadores, consolas y la nube, al mismo tiempo que le proporcionará elementos básicos para el desarrollo del metaverso.
De hecho, la compañía se convertiría -tras la adquisición- en la tercera compañía más grande del mundo en el sector de los videojuegos tras Tencent y Sony.
Cabe recordar que Activision ya había adquirido la compañía King en 2016, desarrolladora famosa por licencias como Candy Crush.