Orange renueva su estrategia: más dividendo, un recorte de 600 millones y cerrar las fusiones en España y Bélgica

La directiva cogió las riendas de la compañía el pasado mes de abril y no ha querido esperar a que concluyera en 2025 el plan lanzado por su predecesor Stéphane Richard para fijar las líneas maestras y las medidas que guiarán su estrategia al frente de la compañía.

Entre ellas se incluyen un nuevo recorte de costes por importe de 600 millones de euros sobre una base total de 11.800 millones (que excluye, por ejemplo, los gastos en energía). De esta manera, la operadora da continuidad a su último plan de eficiencia 'Scale Up', que ha permitido a la operadora ahorrar 7.000 millones entre 2019 y 2022. 

Christel Heydemann, consejera delegada de Orange Group, en la presentación del plan estratégico 'Lead the future' Orange

En la presentación de la estrategia, Orange detalla que gran parte de este ahorro se dará en Francia, su principal mercado, donde la compañía tiene previsto poner en marcha un plan de jubilaciones anticipadas. También afectará a su negocio de empresas, uno de los que más cambios sufren con su nueva estrategia, ya que transformará su modelo para enfocarse en soluciones de conectividad. 

La reducción de costes va a estar acompañada también de una menor inversión en infraestructuras, después de que el pasado ejercicio 2022 esta haya alcanzado su techo. En concreto, la empresa prevé que el gasto de capital (capex) pase de representar el 18% de los ingresos a suponer un 15% en 2023 y el resto de los años del plan.

[Orange España facturó 4.647 millones en 2022, un 1,5% menos, pero elevó sus ingresos un 2,3% en el cuatro trimestre]

Este menor nivel de inversión se centrará principalmente en Francia y el resto de mercados de Europa, donde la gran parte del despliegue de fibra ya se ha completado. No obstante, aclara que sí seguirá invirtiendo en reforzar su red para capturar todas las oportunidades que estas ofrecen.

'Lead the future' incluye también otras medidas que afectan a distintas áreas de la empresa. Detrás de todas ellas reside su intención de llevar a cabo una "gestión rigurosa" de su cartera de activos y analizar muy detenidamente su estrategia en cuanto a adquisiciones y alianzas. 

Fusión en España

A este respecto, y en el marco de su apuesta por maximizar el valor de sus negocios europeos, Heydelmann destaca tanto la adquisición de VOO en Bélgica, que tiene como objetivo impulsar su apuesta convergente en este país e incrementar la inversión y la competencia, como la fusión anunciada de su actividad en España con MásMóvil.

En concreto, subraya que la creación de una joint venture entre ambas empresas dotará a la futura entidad de "la capacidad financiera y la escala necesarias para seguir invirtiendo" y contribuirá al desarrollo de la competencia a través de las infraestructuras, "en beneficio de consumidores y empresas".

[Orange prevé que la CE revise en profundidad su fusión con MásMóvil, pero no ve motivos para que imponga condiciones]

Preguntado por el impacto que tendrá este plan en nuestro país, Jean François Fallacher, consejero delegado de Orange España, ha recordado que la joint venture, de la que Orange tendrá el 50%, al estar separada del grupo contará con su propio plan estratégico y con su propia dirección financiera.

Así, ha incidido en que desde el primer momento en el que se complete la fusión, lo que está previsto ocurra en la segunda mitad de 2023, la clave residirá en trazar un plan que permita materializar las sinergias de 450 millones de euros que se calcula que generará la operación.

Nuevas previsiones

Con la implementación de estas medidas, el plan estratégico de Orange también incluye nuevos objetivos financieros que reflejan su apuesta de crear valor a largo a plazo. De hecho, prevé que el retorno sobre el capital empleado (ROCE), dato que mide la eficiencia de una empresa a la hora de utilizar el capital para generar beneficios, aumente de 100 puntos básicos a 150 puntos básicos en 2025.

Asimismo, prevé un crecimiento del resultado bruto de explotación excluyendo arrendamientos (EbitdaaL) de entre un 1% y un 3% de media en el periodo comprendido entre 2022 y 2025 y que el crecimiento orgánico del flujo de caja derivado de sus actividades de telecomunicaciones alcance los 4.000 millones de euros en 2025. Todo ello con un ratio de deuda neta que se mantendrá estable en las dos veces en el medio plazo.

Sede de Orange en en el Parque Empresarial La Finca de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Ricardo Rubio Europa Press

Como consecuencia de este "sólido crecimiento" del flujo de caja, el grupo espera pagar un dividendo de al menos 72 céntimos a cuenta del ejercicio 2023 (que se abonará en 2024) y de al menos 75 céntimos en 2024 (que se pagará en 2025). Ambos están por encima de los 0,70 euros que se pagarán este año con cargo a las cuentas de 2022. 

El plan estratégico, sumado a que la compañía ha cumplido con los objetivos que se había fijado para 2022, ha provocado que las acciones de Orange se hayan disparado este jueves un 6,46%. En concreto, han cerrado en los 10,62 euros, su nivel más alto desde julio de 2022. 

Los analistas también han dado su beneplácito a los planes de Orange. Akhil Dattani (J.P.Morgan) los califica como "muy tranquilizadores", mientras que los analistas de Credit Suisse consideran que la dirección estratégica marcada "parece sensata" y contempla "pocos cambios radicales en los próximos años".