Así lo recoge la orden de bases que regulará la concesión de más de 500 millones de euros en ayudas para desplegar 5G en zonas rurales mediante la financiación la infraestructura activa de la red, el programa denominado UNICO 5G Redes Activas, que se ha publicado este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). 

Actualmente, el Gobierno de España no ha identificado todavía a ningún proveedor de equipamiento de telecomunicaciones como de alto riesgo para la seguridad del país, pero en las últimas semanas la Comisión Europea ha incrementado las presiones para que los Estados miembros valoren excluir de sus despliegues de quinta generación a compañías chinas como Huawei o ZTE.

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El pasado 15 de junio, Bruselas publicó su segundo informe sobre los avances en la implementación por parte de los países de la caja de herramientas sobre ciberseguridad 5G aprobada en 2020 y lanzó un mensaje claro: "Las decisiones adoptadas por los Estados miembros para restringir o excluir a Huawei y ZTE de las redes 5G están justificadas y cumplen con 5G Toolbox".

Dado que hasta la fecha sólo diez países han impuesto restricciones a proveedores concretos, la Comisión Europea insta en dicho informe a los Estados miembros a implementar "sin demora" la caja de herramientas de ciberseguridad dada la importancia de la conectividad 5G. 

Orden de bases

En este contexto, la orden de bases de UNICO 5G Redes Activas publicada este lunes hace referencia expresamente a la caja de herramientas y a la lista de proveedores de alto riesgo, algo que no ocurrió en el borrador de la misma que el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital sometió a consulta pública a principios de 2023.

Dicho borrador sí que recogía que los beneficiarios de estas ayudas deberán cumplir los requisitos y obligaciones en materia de ciberseguridad de las redes y servicios de comunicaciones móviles de quinta generación establecidos en la Ley de Ciberseguridad 5G aprobada por Real Decreto el 29 de marzo de 2022, así como en su normativa de desarrollo.  

Stand de Huawei en el MWC 2023. Huawei

No obstante, el texto final es más largo y hace mención detallado a un aspecto concreto: "En particular, los equipos, componentes, integraciones de sistemas y software asociado en los elementos críticos de las redes 5G no serán adquiridos a proveedores que hayan sido designados como de alto riesgo por España, en base a los criterios de la Toolbox sobre ciberseguridad 5G".

Pero como en estos momentos no existe ningún proveedor englobado en esta categoría, la orden de bases incluye una "condición especial de ejecución", amparándose en el artículo 17 de la Ley de Ciberseguridad 5G. Este recoge que las Administraciones Públicas deberán adoptar medidas técnicas y de organización adecuadas para gestionar los riesgos existentes en la instalación, despliegue y explotación de redes 5G y en la prestación de servicios sobre las mismas. 

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Por este motivo, establece que si una vez ejecutado el proyecto el suministrador 5G seleccionado por el beneficiario es declarado de riesgo alto, la compañía deberá proceder a la sustitución del equipamiento de dicho suministrador por el de otro que no se encuentre en dicha situación, "realizando a su coste el cambio del equipamiento que pudiese encontrarse ya instalado".

Para llevar a cabo este proceso de sustitución "se habrá de realizar en un plazo máximo de 24 meses, y siempre en un plazo inferior al que esté fijado por la legislación vigente en su momento".

Impacto

Para evitar ese escenario y tener que asumir el esfuerzo económico y de tiempo que supondría tener que cambiar el equipamiento de la red, lo más probable es que los operadores opten por llevar a cabo sus despliegues sin contar con los proveedores chinos como Huawei y ZTE, a los que apunta directamente Bruselas en sus mensajes. 

Los operadores europeos ya han advertido que sería "dramático" para ellos el tener que eliminar a ambas compañías de sus despliegues. Desde el sector avisan de que sacar del mercado a quien ha sido uno de sus principales proveedores en los últimos años supondría un golpe más a las ya maltrechas cuentas de las telecos.

Y es que aunque no cuenten con estos proveedores en sus nuevas redes, en ocasiones sus servicios se sustentan en equipamiento ya instalado para generaciones anteriores como el 4G y empleado para dar servicios 5G. Huawei ha sido un proveedor habitual de los operadores en los últimos años, pero toda apunta a que las presiones internacionales provoquen que los operadores acaben apostando por otros suministradores. Lo que está por ver es a cuánto asciende la factura si por ley se ven obligados a retirar el equipamiento ya instalado.