El 8 de marzo de 2022 Orange y MásMóvil iniciaron negociaciones exclusivas para fusionar sus negocios en España. Una operación que abría un escenario inédito en el mercado, ya que por primera vez Telefónica dejará de ser el líder por clientes (que no por ingresos). La fusión está, por fin, a punto de cerrarse, pero el sector español de las telecomunicaciones en poco se parece ahora al que existía hace dos años.
En estos 24 meses, Vodafone ha vendido su filial en España a la firma británica Zegona, que ya fue accionista de Euskaltel y Telecable; Digi se ha consolidado como el operador que más crece en Europa y Telefónica ha vivido una revolución en su accionariado con la entrada en su capital de Saudi Telecom (Stc) y el inminente desembarco del Gobierno.
Viejos conocidos y nuevos inversores han irrumpido en sólo dos años en un mercado en el que sí hay algo que no ha cambiado pese a este baile de fusiones, inversiones y adquisiciones y que nadie espera que lo haga a corto plazo: el elevado nivel de competencia que existe, especialmente en el segmento del bajo coste.
[Orange y MásMóvil negocian en exclusiva la fusión de sus negocios en España]
Sin embargo, el nuevo escenario que se abre ahora también deja algunas incógnitas. ¿Cuál será la estrategia que seguirá Digi ahora que tendrá una red móvil propia? ¿Cuáles son los planes que tiene Zegona para Vodafone? ¿Qué papel desempeñarán Stc y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) en Telefónica?
Pero no son las únicas dudas que están sobre la mesa. También esta por ver cómo afectará el nuevo tablero de juego a las tarifas que cobran los operadores a sus clientes y a las inversiones en infraestructuras como el 5G y la fibra. Y también qué va a pasar con la regulación y si, como empiezan a apuntar algunas voces, habrá una segunda ronda de operaciones de consolidación.
Nuevo líder
La consecuencia más inmediata que tendrá la fusión entre Orange y MásMóvil será que Telefónica dejará de ser por primera vez en su historia el líder del mercado español por clientes. No así por ingresos, ya que la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete seguirá siendo, con diferencia, la que más facture en nuestro país.
El reto para Orange y MásMóvil pasa ahora por conseguir llevar a cabo la integración de ambos negocios y lograr materializar las sinergias de más de 450 millones de euros anunciadas. En el caso de Telefónica, la compañía confía en que los reguladores le dejen competir en igualdad de condiciones con sus rivales ahora que ya no es el líder. Todo ello mientras gestiona la relación con sus nuevos accionistas de referencia.
España pasará a contar, por tanto, con dos grandes operadoras, dejando a Vodafone como tercero en discordia, pero a mayor distancia del segundo. Una situación que llevó al grupo británico de telecomunicaciones a tirar la toalla con el mercado español y vender su filial en nuestro país a Zegona. Otra operación que también se cerrarán en las próximas semanas.
El reto para Digi será dejar de ser el operador revelación (y disruptivo) del mercado español y consolidarse como una compañía con red propia, con todas las exigencias que esto conlleva. Como dejó bien claro la Comisión Europea (CE) cuando hizo a Digi receptora de los remedies de la fusión Orange-MásMóvil, su papel será ahora el de ocupar el hueco que deja vacío MásMóvil como cuarto operador.
Un mercado competitivo
Uno de las primeras conclusiones que sacan tanto el propio sector como los expertos es que todos estos movimientos empresariales no van a servir de mucho para hacer frente a la intensa competencia que existe en el mercado español. Incluso algunas voces apuntan que esta podría incrementarse en segmentos de mercado en los que hasta ahora las compañías habían sido menos agresivas.
En declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia, Carlos Winzer, vicepresidente de Moody's recuerda que España es uno de los mercados más competitivos de Europa y en los que más han bajado los precios. También es uno de los más polarizados, dividido entre un mercado de servicios de alto valor añadido y precios más altos y otro de bajo coste en el que los clientes son más sensibles al precio.
Una polarización que, según Winzer, tiene "sus inconvenientes y sus ventajas". Por un lado, los clientes se han beneficiado de una bajada "muy fuerte" de los precios. Por otro, los operadores tradicionales como Vodafone, Orange y Telefónica se han visto perjudicados por el fuerte crecimiento primero de MásMóvil y, más recientemente, de Digi.
En la nueva etapa que ahora se inicia, Winzer cree que en términos generales las operadoras van a mantener su estrategia de subidas "graduales y puntuales" de precios. La gran incógnita es qué hará Digi. En su opinión, no puede mantener su política agresiva de precios dadas las inversiones que le va a requerir construir una red propia. Incluso no descarta que acabe subiéndolos en un futuro.
Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de Telecomunicaciones de Capgemini Engineering España, coincide en que en este nuevo escenario no se va a reducir la competencia en España, que se ha convertido en algo "estructural". Y aunque avisa de que la agresividad se va a mantener en el segmento del bajo coste a corto plazo, denuncia que esta situación no es sostenible.
Asimismo, Díaz de Terán cree que es posible que la guerra comercial se traslade también al segmento premium. En su opinión, la manera que tiene ahora de crecer la nueva Orange-MásMóvil es atacar al cliente 'top' de Telefónica, una batalla que todavía no se había librado.
Otro ámbito en el que tanto Winzer como Díaz de Terán coinciden es en que habrá una mayor competencia por el cliente empresarial. El vicepresidente de Moody's, destaca que el mercado B2B tiene "mucho potencial de crecimiento" y puede ser una fuente de nuevos ingresos gracias a la digitalización, la inteligencia artificial (IA) y su combinación con la fibra y el 5G.
El vicepresidente de Capgemini recuerda que Orange y MásMóvil, con el tamaño que tienen tras su fusión, "no se pueden permitir no pelear" en el mercado B2B, donde Telefónica es un líder claro. A ello, se suma que Zegona ya ha adelantado que el negocio de empresas, una de las fortalezas de Vodafone España, será uno de los pilares de su estrategia.
Regulación
Otra gran incógnita es qué pasará con la regulación, tanto a nivel europeo como en España. Álvarez-Pallete señaló en la presentación de los resultados de 2023 que la fusión de Orange y MásMóvil es una prueba de que la regulación se ha quedado "obsoleta". Así, incidió en que las normas que se crearon para que el líder perdiera cuota ya han logrado su objetivo.
Díaz de Terán señala que será clave para el futuro del sector qué va a ocurrir con la nueva regulación de las telecomunicaciones que está preparando Bruselas tras darse cuenta de que no puede seguir aplicando una política diseñado para acabar con los monopolios. El directivo de Capgemini ha confiado en que haya un cambio en la política europea, pero admite que puede ser más un "deseo" del sector que una realidad.
De hecho, Winzer señala que, en lo que a número de operadores se refiere, no parece que las cosas vayan a cambiar en el corto plazo. Las autoridades de competencia europeas ya han dejado claro que su intención es mantener el statu quo en el mercado español y que, ante una fusión entre dos grandes compañías, impulsarán a una nueva que ocupe el hueco que dejan libre.
El vicepresidente de Moody’s admite que esta postura es un poco "frustrante", ya que se pensaba que Bruselas estaba a favor de reducir la competencia para aliviar la presión competitiva en el sector. No obstante, también señala que los remedies impuestos a la fusión de Orange y MásMóvil son "razonables" y no van a tener un impacto "disruptivo".
Fusiones e inversiones
Una vez se complete en unas semanas la operación de Orange y MásMóvil se habrá culminado la fusión que tanto esperaba el mercado español. Pero en un sector con centenares de operadores de todos los tamaños y negocios, algunas voces ya apuntan a la posibilidad de que en futuro no muy lejano asistamos a un nuevo baile de fusiones.
Actores que están irrumpiendo con fuerza a nivel nacional como Finetwork o Avatel no descarta una nueva ola de consolidación a medio plazo y muestran abiertamente su interés en participar en ella. Y está por ver si Zegona replica con Vodafone el modelo que siguió primero con Telecable, fusionándolo con Euskaltel, y luego con la operadora vasca, que fue vendida a MásMóvil.
En este contexto, Winzer ve posibilidades de consolidación en el ámbito concreto de las empresas de infraestructura de banda ancha fija, dado el número de proveedores de fibra que han ido surgiendo en los últimos años. También será clave, en su opinión, la decisión que tome Zegona sobre el futuro de la red fija de Vodafone en España.
Respecto a las inversiones, Díaz de Terán destaca que a día de hoy a los operadores "no le salen las cuentas". Por ello, considera clave que logren generar un modelo de ingresos sostenible y ve muy positiva la iniciativa Open Gateway, que puede ayudar al sector a generar un modelo de negocio de plataforma que escale rápido en ingresos sin escalar mucho en costes.
Winzer añade que Telefónica cuenta con la ventaja de que gran parte del despliegue del 5G y la fibra ya está hecho, de ahí que haya reducido sus objetivos de inversión. Una situación muy distinta a la de Digi, que tendrá que hacer destinar una importante cantidad de dinero para desplegar su propia red móvil. De momento, la operadora ya ha anunciado inversiones por importe de más de 2.000 millones en los próximos siete años.