Marc Murtra, presidente de Telefónica, durante su participación en la sesión de apertura del MWC 2025

Marc Murtra, presidente de Telefónica, durante su participación en la sesión de apertura del MWC 2025

Tecnología

Murtra quiere que Telefónica sea más grande y más europea: así es el puzzle para consolidar el sector de las telecos

Un elevado número de operadores, el solapamiento geográfico o la regulación, los desafíos a resolver para lograr una industria telco en Europa más fuerte.

Más información: Murtra inicia una "revisión estratégica" de Telefónica y promete un "rol activo" en la consolidación en Europa

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Marc Murtra quiere hacer de Telefónica un grupo de telecomunicaciones más grande y más europeo. El presidente de la operadora, que lleva apenas dos meses en el cargo, ha decidido iniciar una revisión estratégica de la compañía con el objetivo de adaptarla al nuevo contexto tanto internacional como, sobre todo, europeo.

Aunque las conclusiones y las medidas concretas no se conocerán hasta la segunda mitad de 2025, Murtra sí ha adelantado que su intención es que Telefónica tenga un "rol activo" en los "cambios drásticos" que se avecinan en el Viejo Continente y en el sector. "No vamos a ser observadores. Seremos parte del cambio que vemos venir", aseguró en la presentación de los resultados de 2024.

Uno de esos cambios en los que quiere ser protagonista la nueva Telefónica es la futura consolidación del sector de las telecos europeas. Una histórica demanda de la industria que parece estar más cerca después de que los informes de Mario Draghi y Enrico Letta incidieran en la necesidad de que la región tenga operadores con una mayor escala y capacidad de inversión para competir con sus rivales en EEUU y China.

Una postura con la que parece estar de acuerdo Úrsula Von der Leyen, tal y como apunta en su carta de mandato tras reelegida presidenta de la Comisión Europea (CE). Sin embargo, habrá que ver cómo esta voluntad se aterriza en la nueva Ley de Redes Digitales (DNA, por sus siglas en inglés) que se presentará a finales de año y, especialmente, en las políticas de revisión de fusiones y adquisiciones.

La regulación será un factor clave para que Murtra pueda lograr su objetivo. Sin embargo, a la hora de diseñar sus planes de crecimiento inorgánico tendrá que estudiar muy bien las piezas que componen el puzzle del sector de las telecomunicaciones, tanto a nivel europeo como en cada uno de sus mercados nacionales.

Mercados de Telefónica

Preguntado por los países europeos en los que Telefónica podría liderar movimientos de consolidación, Murtra rehusó dar nombres concretos, pero sí apuntó que cualquier operación se va a dar "siempre" en sus mercados core (principales), donde la compañía tiene un "conocimiento muy difícil de replicar". "Y me atrevería a decir que una capacidad única para generar caja, siempre bajo una lógica industrial", añadió.

En estos momentos, el principal mercado de Telefónica es España, donde un gran movimiento de consolidación se antoja complicado tras la reciente fusión de Orange y MásMóvil. Nació así Masorange, un operador más grande en número de clientes (lo que quita presión a Telefónica frente a los reguladores). Sin embargo, el antiguo incumbente sigue siendo líder claro en ingresos.

Telefónica también tiene filial en Alemania, donde opera con la marca O2 y ya protagonizó un movimiento de consolidación en 2014 con la compra de E-Plus. Los otros dos grandes operadores del país son Deutsche Telekom y Vodafone, aunque en los últimos años ha crecido con fuerza 1&1, así como varios pequeños operadores alternativos.

El tercer mercado europeo en el que está presente es Reino Unido, en este caso a través de una joint venture con Liberty Global: Virgin Media O2 (VMO2). Esta operadora se creó en 2020 después de que la Comisión Europea (CE) vetara la fusión de O2 con Three (CK Huchison). Precisamente esta última compañía acaba de recibir luz verde de las autoridades para unirse con Vodafone.

Oportunidades

En este escenario, la posibilidad de que Telefónica se implique en movimientos de consolidación en estos tres mercados que cumplan con la ambición de Europa de tener grandes operadores trasnacionales no parece sencilla a corto plazo. Tanto en España como en Reino Unido no es probable que haya nuevos movimientos de calado tras las operaciones cerradas en los últimos doce meses.

Además, en el país británico, una fusión con BT-EE no es probable que reciba el visto bueno de los reguladores, ya que un sólo operador pasaría a tener la mitad de los clientes de banda ancha fija del país. Con Vodafone-Three sería directamente imposible, ya que supondría reducir a tres a dos el número de operadores con red propia en el país.

Algo similar ocurre en Alemania, ya que una fusión con Deutsche Telekom uniría a los dos líderes en telefonía móvil por número de clientes y Vodafone no parece estar dispuesta a renunciar a su mayor mercado. Mientras, en España una fusión que pueda implicar a dos de los cuatro grupos del país (Telefónica, Masorange, Vodafone y Digi) no es previsible a corto plazo.

Los expertos sí ven posibles movimientos en una segunda línea y, sobre todo, en el ámbito de la banda ancha y las infraestructuras en varios países europeos. De hecho, Telefónica sonó como posible comprador de Avatel, pero las conversiones nunca llegaron a buen puerto. Además, varios operadores de menor tamaño, sobre todo en el campo de la fibra, podrían estar abiertos a escuchar ofertas.

En Alemania, podría ser viable una operación con 1&1, ya consolidado como cuarto operador del país, si hay más flexibilidad de los reguladores. Sin embargo, hay que recordar que Telefónica perdió en el verano de 2023 el contrato como proveedor de servicios mayoristas de telefonía móvil de 1&1 en favor de Vodafone.

Pero cualquiera de estos movimientos no conllevaría grandes cambios fuera de los respectivos mercados nacionales, lo que no sería de gran ayuda para las aspiraciones tanto de Bruselas como de las propias compañías de crear grandes operadores de telecomunicaciones europeos.

Otros mercados

Por este motivo, a simple vista, no parece sencillo que las cuatro principales telecos (Deutsche Telekom, Orange, Vodafone y Telefónica) puedan realizar operaciones de consolidación entre ellas si no hay cambios en sus perímetros o variaciones significativas en sus cuotas de mercado en algunos mercados.

Para Telefónica, otra opción de ganar músculo europeo sería ampliar su presencia a otros países. No hay que olvidar que el grupo español tuvo en el pasado filiales en Irlanda, Eslovaquia y República Checa, de las que se desprendió en 2013. Y en 2015 salió del accionariado de Telecom Italia (TIM) tras vender el 8,2% que aún tenía de la operadora a Vivendi.

Volver a tener presencia en el país transalpino a través de Telecom Italia supondría ampliar la huella geográfica de Telefónica, pero en este caso se enfrentarían al problema de que las dos empresas poseen dos de los tres operadores móviles de Brasil. Un mercado que, además, es estratégico para Telefónica.

Y hace unas semanas se publicó el interés de la compañía francesa Iliad, propiedad del multimillonario Xavier Niel, por Telecom Italia. Este movimiento se produce después de que Vodafone rechazara una oferta suya por su filial italiana, que acabó vendiendo recientemente a la suiza Fastweb.

De izquierda a derecha: Shaun Collins (CCS Insight), Margherita della Valle (Vodafone), Christel Heydemann (Orange), Tim Höttges (Deutsche Telekom) y Marc Murtra (Telefónica)

De izquierda a derecha: Shaun Collins (CCS Insight), Margherita della Valle (Vodafone), Christel Heydemann (Orange), Tim Höttges (Deutsche Telekom) y Marc Murtra (Telefónica) Telefónica

Iliad, que desde hace unos meses saca pecho de haberse convertido en el quinto operador europeo por clientes, tiene presencia en Italia, Francia, Polonia, Suiza e Irlanda. Todos ellos mercados en los que no está actualmente Telefónica. Sin embargo, los últimos movimientos de la operadora gala hacen pensar que ellos también querrían tener un "rol activo".

Tampoco habría solapamiento geográfico con Altice, propiedad del multimillonario Patrick Drahi y con filiales en Francia y Portugal en Europa. En ambos países hay actualmente cuatro operadores relevantes. En el mercado galo, a Orange, Altice e Iliad hay que añadir a Bougyues, que sólo tiene actividad allí.

Pequeños operadores

En Portugal el mercado está en plena ebullición con la entrada de Digi, que compró hace unos meses la antigua filial de MásMóvil. Si exceptuamos a los nórdicos Telenor y Telia, el resto de operadores europeos tiene un tamaño más reducido, ya que operan en pocos mercados y de menor tamaño.

Todos estos nombres reflejan que el puzzle europeo de las telecomunicaciones no es fácil de encajar y tiene probablemente demasiadas piezas. Según el informe Draghi, sólo en telefonía móvil hay 34 operadores con red propia y unos 350 virtuales. Y esto es en gran medida culpa de los reguladores europeos, que al analizar concentraciones han primado la competencia y las rebajas de precios en vez del fomento de la inversión.

Habrá que ver si finalmente se producen cambios en la regulación europea en los próximos meses y la normativa se convierte en el pegamento que una todas estas piezas que, por separado, poco valen en comparación con las de sus rivales estadounidense y chinos. De hecho, DT es el mayor operador europeo por ingresos y la "casa limpia en una calle sucia", como dijo su CEO, Tim Hoettges, en el MWC 2025, es gracias a su filial en Estados Unidos.

En la rueda de prensa de los resultados de 2024, el propio Murtra reconoció que la velocidad y el momento en el que se tomen las decisiones sobre la consolidación de las telecos en Europa es, en estos momentos, "la parte más compleja". "Estamos en el momento de calma antes de la tormenta", señaló. Y el presidente de Telefónica quiere que la compañía esté lista para afrontarla.