Meliá se sienta en el banquillo en Puerto Rico. Este miércoles un juzgado determinará si procede actuar o no contra la hotelera por no haber cumplido con los términos del contrato de su programa de fidelización Club de Vacaciones en uno de sus hoteles de la Isla.
Se trata de una demanda presentada por dos bufetes de abogados puertorriqueños. En ella denunciaban que Meliá ha incumplido las cláusulas que firmaron. En concreto, aseguran que tras la venta del hotel Meliá Coco Beach de Puerto Rico la cadena hotelera traspasó los socios al nuevo comprador. Algo que no estaba contemplado, dado que se les garantizaba una semana de vacaciones al año durante 50 años.
Tal y como ha podido saber Invertia, este miércoles el Tribunal de Primera Instancia de la Sala Superior de Fajardo (Puerto Rico) ha citado a representantes de la cadena hotelera Meliá a una primera vista preliminar en la que evaluará si el caso se juzgará como una demanda colectiva. Durante varias vistas, los abogados de más de 25 denunciantes defenderán esta posición.
La demanda, a la que ha tenido acceso este medio, se interpuso el pasado noviembre contra Sol Meliá (la corporación privada creada por Meliá Internacional); Coco Condominium 1, por haber adquirido los activos, intereses y membresías pertenecientes a Sol Meliá; y la matriz de esta, que es Meliá Hotels.
Respecto al proceso judicial iniciado, desde Meliá recuerdan que “tienen por norma no hacer comentarios sobre la evolución de asuntos que se encuentran judicializados”.
Venta del hotel
Para entender el origen de esta demanda, hay que echar la vista hasta abril de 2019, justo en el momento que Meliá vendió el Paradisus Hotel en Río Grande, conocido como Meliá Coco Beach de Puerto Rico, a la sociedad Coco Condominium 1.
Con esta venta traspasó los contratos de todos los socios de su Club de Vacaciones, conocido como Sol Meliá Vacation Club (SMVC). Dichos contratos ofrecían vacaciones de lujo durante una semana en alguno de los mejores hoteles de la cadena Meliá durante 50 años. A cambio, los socios tenían que pagar una cifra entre los 20.000 y los 60.000 euros y una cuota anual de mantenimiento.
Pero con la venta, los socios pasaron a pertenecer a otro Club de Vacaciones que no es Meliá. Las condiciones eran distintas, pero seguían teniendo que pagar la cuota de mantenimiento a la cadena española. De lo contrario incumplirían el contrato.
De esta forma, los abogados entienden que la venta del Hotel Meliá “violó claramente las disposiciones de la Ley de Propiedad Vacacional de Puerto Rico” (Ley Núm. 204-2016) y los principios de la buena fe contractual. Es por ello que solicitan al tribunal que “emita una sentencia declaratoria que establezca que Meliá Internacional, por sí, y en conjunto con Sol Meliá, incumplieron sus obligaciones contractuales asumidas con los miembros de la clase”.
También reclaman que se condene a las empresas a responder en concepto de daños “por una suma no menor de 150 millones de dólares (138 millones de euros)”. Asimismo, solicitan la devolución del pago de cuotas de mantenimiento desde 2017 a 2019.
Por su parte, Meliá se defiende. “La cesión de los contratos de los reclamantes al nuevo titular de su resort de referencia o home resort, no representó un incumplimiento de sus contratos”, explican fuentes de la hotelera dirigida por Gabriel Escarrer.