El Gobierno ha flexibilizado la normativa de viajes combinados para que cuando se produzcan cancelaciones el consumidor o usuario pueda optar por solicitar el reembolso o hacer uso del bono que le entregará el organizador o, en su caso, el minorista. Dicho bono lo podrá utilizar en el plazo de un año desde la conclusión del estado de alarma.
Esta medida choca directamente con lo que venían haciendo muchas aerolíneas de solo ofrecer bonos -y negar reembolsos- en caso de cancelaciones de billetes. De hecho, tanto Facua como la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave) han interpuesto varias denuncias contra estas prácticas.
Asimismo, la medida dará un respiro a las agencias de viajes que se encontraban en la tesitura de tener que dar la cara ante sus clientes ante la injustificada negativa de la mayoría de compañías aéreas y otros proveedores que se están negando a restituir en metálico el precio de los billetes y otros servicios turísticos cancelados a causa de la crisis del Covid-19, según explican desde Acave.
Con la modificación aprobada, en aquellos casos en que los proveedores reembolsen con bonos, las agencias de viajes también podrán efectuar los reembolsos de dichos servicios con bonos, que podrán ser canjeables en efectivo por los consumidores al cabo de un año una vez finalizado el estado de alarma, si éstos no son utilizados. La modificación aprobada también amplía hasta a 60 días el plazo que disponen las agencias de viajes para poder efectuar los reembolsos a sus clientes.
Asimismo, Acave anuncia que seguirá abogando por que la Comisión Europea se centre en solventar el principal riesgo que plantea esta crisis para los consumidores: el riesgo de perder el dinero pagado en el caso de que una compañía aérea declare la quiebra.
Por todo ello, Acave entiende que resultaría sumamente injusto y abusivo si ahora la Comisión Europea autorizara una interpretación del Reglamento 261/2004 que permitiera que las compañías aéreas pudieran, sin contar con el acuerdo expreso de los pasajeros a tal efecto, emitir bonos sin ningún tipo de garantía en lugar de reembolsos en efectivo, tal como pretenden y están haciendo ya algunas aerolíneas.