El Ejecutivo de Pedro Sánchez mantiene y extiende la prohibición de la entrada en puertos españoles de los buques de pasaje tipo crucero procedentes de cualquier puerto, especialmente de Italia, así lo publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) en su edición del 9 de abril.
Así, entra en vigor la Orden TMA/330/2020, de 8 de abril, por la que se prorroga la prohibición de entrada de buques de pasaje procedentes de la República Italiana y de cruceros de cualquier origen con destino a puertos españoles para limitar la propagación y el contagio por el Covid-19; con excepción de los conductores de las cabezas tractoras de la mercancía rodada.
También se mantiene la prohibición de la entrada en puertos españoles de los buques de pasaje tipo crucero procedentes de cualquier puerto. Estas prohibiciones entrarán en vigor a partir de las 00:00 horas del día 10 de abril de 2020.
Asimismo, se prorrogan las excepciones y las obligaciones de información en los términos previstos en los apartados cuarto y quinto del Acuerdo del Consejo de Ministros de 12 de marzo de 2020.
Problemas de repatriación
La industria crucerista es otra de las afectadas por la crisis sanitaria y algunos cruceros todavía se encuentran navegando. Por ello, la Comisión Europea advirtió ayer de que la responsabilidad de repatriar a los pasajeros y tripulación de cruceros que puedan quedar bloqueados durante su ruta por las restricciones debidas al coronavirus recae de manera general sobre los propios operadores del crucero, incluso cuando se encuentran fuera de la Unión Europea.
Así lo ha aclarado el Ejecutivo comunitario en una guía con directrices sobre cómo actuar durante las circunstancias excepcionales que impone el confinamiento y en la que también pide a los estados miembro colaboración para asistir a los operadores en la identificación de los puertos adecuados para el desembarque.
En caso de que haya personas a bordo infectadas con el coronavirus, precisa Bruselas, los buques deben ser dirigidos a un puerto cercano en donde los hospitales tengan capacidad suficiente para atender a los enfermos.