Bruselas

"Aconsejo a todo el mundo que espera antes de hacer planes de vacaciones. En estos momentos, nadie puede hacer previsiones fiables para julio y agosto. Deberemos aprender a vivir con este virus durante muchos meses, probablemente hasta el año que viene", ha dicho esta semana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en una entrevista al periódico sensacionalista Bild, el más leído en Alemania. Unas declaraciones que además han sido ampliamente reproducidas por los principales tabloides británicos.

Las palabras de Von der Leyen han causado un fuerte malestar en el sector turístico español, que ve cada vez más difícil la llegada de visitantes europeos durante la campaña veraniega. Hasta el punto de que el Gobierno de Pedro Sánchez ha expresado formalmente su "descontento" con la entrevista de la presidenta durante una reunión de embajadores de los Veintisiete en Bruselas, según explican fuentes diplomáticas.

España considera que todavía es "prematuro" dar por perdidas las vacaciones de verano. Si para finales de mayo se ha conseguido controlar la pandemia como se pretende, todavía sería posible que la mayoría de las empresas salven la temporada, aunque las cifras estén muy lejos de los récords turísticos de los últimos años.

El Gobierno español confía en particular en una reapertura de las fronteras con Francia y con Portugal, dando garantías de salud pública a todos los visitantes que vengan de la UE. Los tres países están de acuerdo en que la estrategia de desconfinamiento de la UE debería permitir "un tráfico relativamente fluido de visitantes para dentro de tres o cuatro meses".

Sin embargo, la presidenta de la Comisión se ha mostrado esta semana mucho menos optimista sobre la reapertura de las fronteras interiores en el espacio Schengen. Según sus planes, las restricciones de viaje y los controles fronterizos "deben flexibilizarse en primer lugar entre áreas con una circulación del virus similarmente baja".

Es decir, Bruselas avala en la práctica que el cierre continúe hasta que se dé una convergencia epidemiológica entre los Estados miembros. Cuando la situación sanitaria lo permita, la Comisión presentará un plan más detallado sobre cómo restablecer los servicios de transportes, la conectividad y el libre movimiento de cara a las vacaciones de verano.

La reapertura de las fronteras exteriores de la UE se produciría en una segunda fase, teniendo en cuenta la extensión del virus en países terceros. El Ejecutivo comunitario no se atreve de momento a dar fechas para ninguna de estas etapas porque la evolución de la pandemia sigue siendo muy diferente en cada Estado miembro.

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