Alargar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta el 30 de junio en España no servirá para que el sector aéreo frene los ajustes de plantilla que se avecinan en nuestro país y en toda Europa. Algunas compañías aéreas ya han puesto cifra a los despidos, mientras que otras como Iberia tienen que negociar con los sindicatos con la incertidumbre como telón de fondo.
"Vamos a comenzar negociaciones con los distintos sindicatos de la compañía para buscar la mejor forma posible para garantizar nuestra supervivencia". Aseguró el presidente de Iberia, Luis Gallego, el día en que IAG anunció unas pérdidas después de impuestos y partidas excepcionales de 1.683 millones de euros en el primer trimestre de este año. Y marco julio en el calendario para el inicio de sus vuelos al 50% de capacidad; aunque es posible que tenga que revisar sus planes de nuevo.
De momento, según fuentes sindicales, no ha habido ningún contacto, aunque están esperando a que Iberia lo haga una vez termine el 30 de junio el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, que afecta a 14.900 empleados. Las negociaciones empezarán antes de que acabe este ERTE, según fuentes de Iberia. Pero aún se desconocen los detalles.
No será la única aerolínea del grupo que sufrirá reajustes. En British Airways los recortes supondrán 12.000 despidos, sobre una plantilla de 42.000 personas. Y se prevé un ajuste del 20% de la plantilla de Aer Lingus.
IAG ha tenido que recurrir a la ampliación de la línea de crédito renovable de British Airways, al acceso de Iberia y Vueling a las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y a la financiación conseguida a través del denominado Servicio de Financiamiento Corporativo Coronavirus del Reino Unido (CCFF).
3.000 despidos en Ryanair
El personal de Ryanair en España también está a la espera de conocer su futuro tras el ERTE que afecta en nuestro país a 1.500 personas. La low cost ya anunció que despedirá a 3.000 trabajadores en Europa, alrededor de un 15% de su plantilla, para mantener a flote la compañía.
Esa reestructuración, sin embargo, afectará fundamentalmente a pilotos y personal de cabina, aunque el resto de empleados también sufrirá recortes de salario de hasta el 20%. Así, el pasado viernes Ryanair ya anunció el despido de más de 250 trabajadores de apoyo y atención al cliente en los aeropuertos de Madrid, Londres-Stansted, Dublín y Wroclaw (Polonia).
La irlandesa recuperará el 40% de sus vuelos a partir del próximo 1 de julio y realizará casi mil vuelos diarios y que operará en el 90% de las rutas que ya ofrecía antes de que estallara la crisis del coronavirus.
Situación en Europa
En el Viejo Continente la situación es muy complicada para muchas aerolíneas; y más cuando no llegan a acuerdos con sus gobiernos para conseguir apoyo financiero. Es el caso de la filial belga de Lufthansa, Brussels Airlines, que prevé un plan de reestructuración con 1.000 despidos, la supresión de una veintena de rutas poco rentables y un recorte del 30% en su flota para recuperar la viabilidad de la compañía.
Y mientras, su matriz si está en conversaciones con el Gobierno alemán sobre un paquete de rescate de 9.000 millones de euros con el que el Estado podría hacerse con una participación del 25% de la compañía. De hecho, la compañía también optó por cerrar su filial low cost Germanwings para reducir costes.
Por otro lado, Scandinavian Airlines Services (SAS) firmó un crédito de 309 millones de euros, garantizado en un 90% por los gobiernos de Suecia y Dinamarca, para hacer frente al impacto de la crisis del coronavirus. Un acuerdo que llegó después de anunciar su intención de recortar hasta 5.000 empleos.
Rescates criticados
En este sentido, las ayudas estatales se están convirtiendo en la salvación para muchas aerolíneas como Norwegian, que ya accedió al primera tramo de ayuda del Gobierno noruego o como Air France, que cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea para acceder a su rescate.
A pesar de las críticas de Ryanair, Bruselas autorizó la concesión de préstamos por valor de 7.000 millones de euros a la francesa para hacer frente a las consecuencias de la crisis sanitaria.
La cuestión es que en muchos casos no será suficiente para frenar el aluvión de despidos. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) están en riesgo alrededor de 5,6 millones de empleos en esta crisis sanitaria. Cifra que aumenta a medida que el sector sigue parado.