La aerolínea low cost EasyJet se ha reunido con los representantes de los empleados de Reino Unido, los sindicatos Balpa y Unite, para trasladarles la intención de la compañía de cerrar las bases de Londres Stansted, Londres Southend y Newcastle, lo que pondría en riesgo el empleo de 727 pilotos, según recoge ‘The Sun’.
“Estas son propuestas muy difíciles de presentar en un momento difícil y sin precedentes para la aerolínea y la industria en general”, señala Johan Lundgren, CEO de EasyJet. EasyJet tiene actualmente 163 aviones en el Reino Unido en 11 aeropuertos, que atienden 546 rutas y vuelan a más de 52 millones de pasajeros al año.
Estos ajustes están dentro de los anunciados a finales de mayo. EasyJet recortará el 30% de su fuerza laboral, lo que supondrá la pérdida de miles de puestos de trabajo, para hacer frente al impacto a largo plazo de la crisis del coronavirus.
La segunda compañía de bajo coste más grande de Europa comenzará las negociaciones con los representantes de los empleados para abordar el recorte de puestos de trabajo en los próximos días. Aunque aún no ha ofrecido datos concretos, la empresa con sede en Luton, Inglaterra, cuenta con unos 15.000 empleados, lo que supondría que unos 4.500 puestos están en riesgo.
EasyJet está recortando gastos antes del regreso al servicio, en un contexto marcado por el fuerte impacto de la crisis del coronavirus en el mercado de viajes europeo. La aerolínea no alcanzará los niveles de ingresos esperados después del cierre hasta 2023.
Y estos recortes a pesar de que el Gobierno Británico salió al rescate de EasyJet al inyectar 600 millones de libras (cerca de 700 millones de euros) en la aerolínea a través la Línea de Financiación Corporativa del Coronavirus. Además de esta vía, EasyJet captó otros 500 millones de libras al activar una línea de crédito que tenía con sus bancos, en este caso garantizada por parte de su flota de aviones.