La gran mayoría de aerolíneas ya han retomado sus vuelos o al menos una parte, por lo que poco a poco el sector aéreo va ganando demanda en plena temporada turística. Pero, por desgracia para las compañías, esto no será suficiente para evitar los ajustes de plantilla que ya preparan y que se materializarán tras el verano, especialmente motivados por la incertidumbre y los rebrotes del coronavirus.
La última en poner cifras ha sido American Airlines, que ha anunciado a 25.000 trabajadores que sus puestos están en riesgo debido a que la ayuda federal expire el próximo 1 de octubre y la demanda de viajes vuelve a caer en medio de los brotes, según apunta el diario 'The Wall Street Journal'. Se trata de un número muy parecido al que anunció Air Canadá en mayo cuando lanzó un plan que contempla el despido de un mínimo de 19.000 trabajadores y de hasta 22.800.
Grandes cifras que ya vaticinó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). El organismo calcula una caída de los ingresos de 286.551 millones de euros en 2020, un 55% menos que en 2019, lo que pone en riesgo 25 millones de empleos en todo el mundo. Además, los datos podrían ser peores teniendo en cuenta que los rebrotes están tumbando la demanda aérea, según expertos consultados.
La situación de Iberia
En España, están en riesgo 900.000 empleos, y se ha cifrado en 14.300 millones la caída de ingresos como consecuencia de la pérdida de casi 114 millones de pasajeros, un 41,4% menos que hace un año, según IATA.
En este escenario, la aerolínea española de mayor tamaño también pasará la tijera. "Vamos a comenzar negociaciones con los distintos sindicatos de la compañía para buscar la mejor forma posible para garantizar nuestra supervivencia". Aseguró el presidente de Iberia, Luis Gallego, el día en que IAG anunció unas pérdidas después de impuestos y partidas excepcionales de 1.683 millones de euros en el primer trimestre de este año.
En un principio, las negociaciones se iban a producir a finales de junio; sin embargo, con la extensión de los ERTE por parte del Gobierno parece que se producirán en septiembre, según fuentes del sector.
Algo que presagia despidos y más teniendo en cuenta que Gallego aseguró en junio que la flota de Iberia va a ser más pequeña el próximo lustro. La compañía sigue aplicando el ERTE que anunció en abril para el 90% de sus plantilla (cerca de 14.000 empleados).
Además, a finales de este año está previsto que se cierre la operación de compra de Air Europa, para lo que también están pendientes del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas dotado con 10.000 millones de euros del Sepi creado por el Gobierno para rescatar a empresas en caso de necesitarlo.
Los rescates no salvan empleos
Aunque los rescates o ayudas del Gobierno no evitan los ajustes en plantilla, como en el caso de EasyJet, que recortará el 30% de su fuerza laboral, lo que supondrá la pérdida de cerca de 4.500 de puestos de trabajo, para hacer frente al impacto a largo plazo de la crisis del coronavirus.
De hecho, a finales de junio se reunió con los representantes de los empleados de Reino Unido, los sindicatos Balpa y Unite, para trasladarles la intención de la compañía de cerrar las bases de Londres Stansted, Londres Southend y Newcastle.
Y estos recortes a pesar de que el Gobierno Británico salió al rescate de EasyJet al inyectar 600 millones de libras (cerca de 700 millones de euros) en la aerolínea a través la Línea de Financiación Corporativa del Coronavirus. Además de esta vía, EasyJet captó otros 500 millones de libras al activar una línea de crédito que tenía con sus bancos, en este caso garantizada por parte de su flota de aviones.
¿Y Ryanair?
De estas ayudas estatales son de las que se ha quejado abiertamente Ryanair, que tampoco librará a su plantilla de los despidos. La low cost ya anunció que despedirá a 3.000 trabajadores en Europa, alrededor de un 15% de su plantilla, para mantener a flote la compañía.
Asimismo, Ryanair pretende recortar un 20% el salario a los 800 pilotos y un 10% a los 1.300 tripulantes de cabina de pasajeros hasta 2024. Algo a lo que el sindicato USO se opone ya que alegan que la reducción del 10% “no es real” . “Sólo cuentan el salario básico, pero los pluses que tenemos los eliminan y las horas de vuelo y ventas obviamente van a ser muchísimo menos. Calculamos unos 35% menos por tripulante”, señalan.
En España, las negociaciones con los sindicatos USO, Sepla y Sitcpla se rompieron y la aerolínea amenaza con despidos a pilotos y tripulantes si no aceptan sus medidas, según fuentes sindicales. Por lo que la situación no pinta bien para los trabajadores de la irlandesa en nuestro país.