2020 está siendo un año 'movidito' para Dräger. El grupo alemán es uno de los principales fabricantes europeos de respiradores y de elementos de protección individual (EPI), tales como mascarillas o batas, tanto para el sector sanitario como para el industrial, productos que han multiplicado su demanda por 15 a causa de la pandemia del coronavirus.
Así lo indica Dionisio Martínez, CEO de Dräger en España y Portugal, que anuncia en la entrevista concedida a Invertia que su compañía estudia comenzar a producir mascarillas en España, algo que el grupo alemán ya ha planteado a las autoridades nacionales.
Consultado sobre la polémica generada por las compras de productos sanitarios ejecutadas por el Gobierno durante lo más duro de la pandemia del Covid-19, valora "muy positivamente" los esfuerzos de las Administraciones Públicas y recuerda que "España no ha sido una excepción en la gestión de los proveedores o del material sanitario. Todos los países lo han hecho de una manera semejante".
¿Cuál ha sido el impacto del coronavirus en Dräger?
Cuando comienza la crisis del coronavirus, hay un importante incremento de la demanda de mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3 y de EPI. Estábamos en el ojo del huracán. Desde finales de febrero y principios de marzo, en Dräger Iberia estuvimos enfocados en salvar vidas. El impacto fue tremendo, tremendo. En cualquier caso, en el Grupo el impacto empezó mucho antes, con toda la demanda de Asia, entre finales de 2019 y principios de 2020.
¿El que la pandemia comenzara antes en Asia limitó la capacidad de suministro en Europa?
Nuestra fábrica en un principio trabaja bajo demanda de pedidos. Los primeros que pidieron fueron los países asiáticos. Y no nos pidieron solo a nosotros, sino a todos lo proveedores a nivel internacional. Nosotros lo que hicimos fue ir aumentando la capacidad de producción y según hubo más demanda se fue formulando más capacidad de producción, hasta que llegamos a unos límites que vinieron determinados, entre otras cuestiones, por la falta de material para fabricar productos causada por un problema logístico a nivel mundial.
¿Cuál fue el problema logístico?
Se bloquearon los países y sus fronteras. China se bloqueó. Y gran parte de las piezas con las que trabajamos vienen de China, de América o de otras áreas geográficas. Cerraron los países y también las aerolíneas. El acceso a todo tipo de material fue mucho más difícil.
Cerraron los países y también las aerolíneas. El acceso a todo tipo de material fue mucho más difícil
En España Dräger no tiene fábricas. ¿Hubo tiempo de tomar medidas o generar stock antes del cierre de fronteras?
La verdad es que no nos afectó. Nosotros éramos una empresa esencial en la crisis así que tuvimos flujo de material y de personal sin ningún tipo de restricciones. La única problemática fue la situación logística generada por el cierre de las aerolíneas y los problemas de transporte.
¿Cuánto se pudo multiplicar la demanda de los productos de Dräger durante la crisis?
Es muy difícil de saber todavía. Las cifras no están ni siquiera consolidadas así que no se pueden decir con exactitud. Pero podemos calcular que en España la demanda se multiplicó por 15 fácilmente. Llegaban requerimientos de todas las comunidades autónomas, del Ministerio de Sanidad, de grupos privados… Todo el mundo quería producto.
Los proveedores habituales europeos y americanos no fuimos capaces de suministrar lo que se nos estaba solicitando, así que entraron en el mercado nuevos jugadores como los proveedores asiáticos e indios. Desconozco cuál era su capacidad de suministro .
¿Se puso el Gobierno en contacto con ustedes de forma directa para la gestión de la pandemia?
Nosotros fuimos los que nos pusimos en contacto con todos los interlocutores que conocíamos. Llevamos 45 años en España e inmediatamente nos pusimos a disposición de las autoridades regionales, nacionales y comunitarias. La relación ha sido y es muy fluida. Debo agradecer además que contaran con nosotros y con nuestra experiencia para poder ayudar en las distintas soluciones que se fueron planteando durante la crisis. Nos sentimos muy orgullosos de haber podido colaborar.
La demanda se multiplicó por 15 y los proveedores europeos y americanos no fuimos capaces de suministrar lo que se nos estaba solicitando
Hay voces del sector sanitario que han criticado la estrategia de compras de las administraciones sanitarias y que se acabase recurriendo a proveedores desconocidos. ¿Cómo valora usted esta gestión?
La necesidad que había de productos para la gestión de la crisis, la gran demanda mundial, la producción limitada de los fabricantes habituales por los problemas de materia prima, los problemas de logística… Todo esto acompañado del objetivo fundamental de salvar vidas lleva a buscar material, sea EPI o respìradores, allá donde se pueda conseguir. No solo por las autoridades españolas, sino de todos los países. Y también los grupos privados, las donaciones privadas… Personalmente, valoro muy positivamente el esfuerzo de las instituciones, de los hospitales, de las autoridades, de la sociedad misma para salvar vidas. España no ha sido una excepción en la gestión de los proveedores o del material sanitario. Todos los países lo han hecho de una manera semejante.
El patriotismo empresarial también ha jugado su papel. Hay empresas que han priorizado el suministro de sus países de origen. ¿Ocurrió esto, se priorizó el suministro de algún país dentro de la elevadísima demanda que se tuvo que atender?
Dräger es un grupo alemán comprometido con todos los países en los que está presente. Protegemos y salvamos vidas. Eso está en nuestro ADN. En España sabíamos lo que teníamos que hacer. En Francia e Italia sabían lo que tenían que hacer, que es proteger y salvar vidas. No hubo ninguna directriz más allá de esa. Estuvimos en contacto diario con la central entre dos y tres veces al día durante ocho semanas, y conocían nuestros problemas, nuestras frustraciones y nos ayudaban todo lo que podían. El respaldo que nos han dado, el compromiso que han tenido, ha sido extraordinario.
España estaba entre los países que se priorizaban, al igual que Italia en un primer momento. Los países donde la pandemia fue más grave se priorizaron para suministrar y ayudar en la gestión de la pandemia.
¿Sigue la compañía atendiendo pedidos al mismo nivel que cuando llegó lo peor de la pandemia?
Tenemos una solicitud de equipamientos que ha desbordado cualquier tipo de previsión. Hemos multiplicado varias veces nuestra capacidad de producción. Por supuesto que seguimos produciendo y seguimos suministrando, no solamente en España sino también en el resto de los países del mundo.
Ahora en España se está gestionando una previsión ante posibles rebrotes que pueden ocurrir en septiembre, octubre o noviembre de este año, conjuntamente con la gripe. Y se están aumentando las camas de UCI, que en algunos casos se están duplicando o triplicando. Para ello se está reforzando todo el sistema sanitario con la compra de material de protección y equipamiento asegurar el abastecimiento ante posibles rebrotes. Es decir, que España sigue comprando y nosotros seguimos suministrando.
España no ha sido una excepción en la gestión de los proveedores o del material sanitarios. Todos los países lo han hecho de una manera semejante
España es uno de los países que ha pedido a la Comisión Europea que la UE cuente con una reserva estratégica de productos y material sanitario para al menos tres años. ¿Lo ve necesario?
Necesario y viable. Y España ya lo está llevando a cabo de distintas maneras al igual que los distintos países de la UE. Ese stock ya lo están poniendo los países en marcha. Tenemos que estar preparados no solo para los rebrotes sino también para posibles amenazas futuras. Ahora se está hablando de nuevos virus agresivos que pueden dar el paso de animales a humanos.
Lo que tenemos que analizar es el significado de esa reserva estratégica, definir los objetivos a conseguir y planificar los plazos necesarios. Hay países que tienen producción propia del material necesario para la reserva estratégica, como Alemania, y países que no tienen esa independencia y que intentan almacenar productos con el mismo objetivo.
Puede haber países que lo que intenten sea desarrollar la fabricación de cierto tipo de productos, tener autonomía en este campo. Pero eso requiere inversión y conocimiento. Este es el caso de los respiradores para cuidados intensivos capaces de administrar terapias respiratorias para distintas patologías, cuyo desarrollo y producción no son tan fáciles de lograr.
Pero hay productos que serían mucho más fáciles de producir, como los EPI, las mascarillas, las batas… Nosotros estamos expandiendo nuestra producción de mascarillas FFP2 y FFP3 a Francia, como resultado de un acuerdo con el Gobierno.
¿Qué necesitaría Dräger para plantearse fabricar en España?
Como grupo alemán, estamos comprometidos con las sociedades de los países en los que estamos presentes. Con la alemana, con la francesa, con la italiana y con la española. Como empresa en España, en donde llevamos 45 años, debemos apostar por incrementar el tejido empresarial, las cadenas de valor, los puestos de trabajo… Pero lo que es la fabricación de cierto tipo de material en España es muy difícil. Iniciar una fábrica de respiradores en otro país que no sea el de nuestra central, Alemania, es muy difícil.
Pero en el caso de las mascarilas FFP2 y FFP3, que también son necesarias en la gestión de la crisis, es mucho más sencillo iniciar una cadena de producción y la inversión no es tan elevada. Estamos discutiendo y estudiando crear otros posibles centros de fabricación.
Tenemos la independencia y la fortaleza necesaria para establecer una fábrica en España
Tenemos la independencia y la fortaleza necesaria para establecer una fábrica aquí si nosotros quisiéramos. Podríamos crear una nueva empresa en España para lo que son líneas de producción, pero no todos los productos estamos dispuestos a descentralizarlos. La logística y la I+D lo impiden. Es francamente difícil.
Entonces, ¿se está planteando Dräger instalar líneas de producción o fábricas de mascarillas en España?
Se está estudiando y se está proponiendo a las distintas autoridades españolas. Queremos dejar a las generaciones venideras un país más independiente, más industrializado, más potente. Queremos conjuntar estos intereses para la sociedad española con un retorno de la inversión para nuestra compañía.
¿Ha provocado la crisis que Dräger se replantee su estrategia a corto o medio plazo?
Como grupo alemán, estamos continuamente haciendo análisis: del entorno, de los mercados, de los competidores, de los clientes… Estamos adaptando continuamente la estrategia. Hace poco desarrollamos una estrategia a cinco años. Ha quedado claramente afectada por la crisis y la tenemos que replantear ante esta situación.
Tenemos nuevas oportunidades de negocio pero también estamos afectados por la crisis económica en el sector industrial, donde estamos viendo una importante destrucción del empleo y de pequeñas y medianas empresas.
Nos encontramos en una situación de volatilidad extrema, con mucha incertidumbre. Este replanteamiento de las estrategias lo tendremos que seguir haciendo a lo largo de este 2020 y de 2021.
¿Y qué papel juega España dentro de la estrategia de Dräger?
España es uno de los grandes países dentro del grupo empresarial Dräger. Desde la matriz siempre nos han apoyado. Lo que nosotros necesitemos para apoyar a España, a su sociedad y a nuestros clientes estoy convencido de que el grupo los aportará.
Tenemos nuevas oportunidades de negocio pero también estamos afectados por la crisis económica en el sector industrial
¿Cuando acabe 2020 saldrá Dräger beneficiada por el alza de los pedidos?
El gran beneficio de esta crisis ha sido, sin duda, la multitud de vidas que se han salvado. Eso es lo que más me motiva, después del sufrimiento que hemos pasado y que seguimos pasando muchos de nosotros.
Hay muchas empresas que han sido requeridas en esta crisis y que han ayudado, entre ellas Dräger. Nuestra facturación en el sector hospitalario en 2020 se va a ver beneficiada por todas las compras que se han realizado. Al mismo tiempo, tenemos el impacto económico que afectando ya lugar al sector industrial.
Es decir, que al mismo tiempo tenemos un beneficio pero también un estancamiento en el sector industrial. Veremos cómo se desarrollará el año 2021 para Dräger Iberia en un mercado más saturado y dependiendo de cómo se desarrolle la crisis. Por ella, muchos clientes no podrán seguir haciendo su labor en nuestro tejido empresarial.
El peso del gasto sanitario ha descendido paulatinamente en los últimos años en España. ¿Cambiará esta evolución por la pandemia?
Hemos visto que, para la lucha contra la pandemia, el sector sanitario ha necesitado herramientas: EPI, equipos de respiración, equipos de monitorización, etcétera. Durante todos estos meses se ha estado produciendo una importante renovación de la tecnología sanitaria que era necesaria en nuestro país. Tendremos que analizar en algún momento todos los interlocutores, sobre todo las autoridades nacionales y autonómicas, si esta renovación ha sido suficiente para lograr los objetivos que se han propuesto o es necesaria una mayor inversión.