De puertas para fuera el compromiso del Gobierno con el sector turístico para tratar de extender los ERTE hasta el 31 de diciembre es firme. Pero de puertas para dentro las negociaciones no están siendo tan fáciles y algunos subsectores dentro del turismo podrían quedarse fuera, según confirman fuentes conocedoras del proceso a Invertia.
A poco más de un mes de saber en qué términos se ampliarán los ERTE, “sólo algunos sectores como la hostelería, la restauración y la hotelería tienen garantizados la extensión de los ERTE hasta finales de año”, reconocen fuentes del sector. Eso quiere decir que otros como las agencias de viajes, los medios de transporte o los servicios de alquiler de coches se quedarán fuera.
Todo un drama para un sector que aglutina el mayor número de trabajadores en ERTE desde que comenzó la pandemia. Llegó a tener 1,2 millones en su peor momento; pero el dato, aunque se ha reducido, sigue siendo alto ya que la mayoría de agencias, restaurantes y hoteles están cerrados, la aerolíneas han recortado su programación de vuelos y las pérdidas se cuentan por miles de millones de euros.
En plena negociación
No obstante, desde el sector turístico se muestran optimistas y esperan que las condiciones de los ERTE se extiendan para todos los subsectores. Y más teniendo en cuenta que tal y como ha podido saber Invertia, en un principio, el Gobierno llegó a estudiar solo extender los ERTE a las empresas hoteleras, dejando atrás a las hostelería y la restauración en su conjunto, por ejemplo.
Fuentes oficiales del Ministerio de Trabajo se muestran “discretas” y aseguran que todo “está en manos del diálogo social” en una negociación en la que ya se está trabajando con sindicatos y empresas con el fin de extender los ERTE hasta el 31 de diciembre a aquellos sectores más dañados por la Covid.
Asimismo, reiteran el compromiso del Gobierno de “no dejar caer a ninguna empresa ni dejar atrás a nadie”. De ahí que señalen que su compromiso de “acompañar a las empresas y ver cómo evolucionan” en esta situación.
Y de cara a la opinión pública, hace una semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que espera llegar a un acuerdo "en los próximos meses" sobre la extensión más allá de septiembre de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en el sector turístico.
El turismo, el sector más dañado
La situación turística en España es muy preocupante. Se espera una oleada de cierre de empresas y despidos tras un verano desastroso. La alianza turística Exceltur prevé que el sector perderá 99.000 millones de euros al finalizar el año.
En términos de empleo, el drama continúa. A cierre de julio, ya había 823.000 empleados menos que en el mismo periodo de 2019. Es un 37% menos de trabajadores. De esta cifra, unos 517.000 están en situación de ERTE y 306.000 son personas que directamente no han llegado a ser contratadas por esta caída de la actividad.
En este marco, la extensión de los ERTE para todo el sector parece cada vez más necesaria, especialmente en subsectores que podrían quedar fuera como las agencias de viajes, cuya situación es “muy preocupante”, tal y como aseguran fuentes del sector.
Actualmente, de los 9.500 puntos de venta que existen en España, la mitad (unas 4.800) están aún cerradas y creen que no podrán abrir en los próximos meses. De estas, el 40% es autoempleo y el otro 50% son pequeñas empresas de menos de seis empleados. El resto, el 10%, pertenece a las grandes como Viajes El Corte Inglés o Halcón Viajes.
Pero independientemente de su tamaño la gran mayoría están acogidas a ERTE. De ahí que desde la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) lleven meses insistiendo en extender los ERTE, ya que “el 80% de los gastos de las agencias proceden del personal”. Y si tienen que seguir tirando de caja, la mayoría de ellas están abocadas al cierre.
De hecho, la alianza turística Exceltur va más allá incluso y pide extender los ERTE hasta Semana Santa de 2021. Pero al igual que en el fútbol, las negociaciones para ello van partido a partido y, de momento, el Gobierno solo negocia hasta el 31 de diciembre con sindicatos y empresas. Luego, el impacto de la pandemia será quien marque el ritmo de los acuerdos, como hasta ahora.