En enero de 2017, la agencia Aquatravel se declaró en concurso de acreedores tras varios meses arrastrando problemas económicos, entre ellos un impago a la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). El origen de sus problemas económicos está en el acuerdo que Plus Ultra -la aerolínea rescatada por el Gobierno- rompió con el turoperador meses antes.
En concreto, con fecha 8 de abril de 2016, se suscribió un contrato de exclusividad en transporte aéreo chárter para la primavera/verano 2016 entre Aquatravel y Plus Ultra. Ese contrato fue modificado mediante anexo a dicho contrato con fecha 8 de junio de 2016, en el cual, se incluyó a la empresa Tendencias del Sector como fletador.
Pero solo unos meses después, la aerolínea incumplió el contrato. Esta alegó que “por circunstancias ajenas a Plus Ultra el calendario de vuelos establecido no pudo cumplirse”. Como consecuencia de ello, la empresa dio por incumplido el contrato, resolviéndolo e imputando con fecha 31 de julio de 2016 la fianza que tenían formalizada como ingresos extraordinarios y como compensación, en parte, de los daños y perjuicios ocasionados por el incumplimiento.
El problema es que este dinero llegó tarde a Aquaholidays, la línea vacacional de la compañía Aquatravel, por lo que no pudo hacer frente al pago de los billetes aéreos con las aerolíneas regulares con las que se vio obligada a reprogramar los vuelos cancelados por Plus Ultra con destinos a Cuba, Costa Rica y Panamá.
Además, al parecer la propia agencia llegó a comprar billetes aéreos más caros que los paquetes vacacionales que había vendido y que incluían el vuelo y el hotel.
En agosto de 2016, llegó el golpe más duro para Aquatravel: fue suspendida del sistema BSP (banco de la IATA que se encarga de pagar los billetes aéreos) al no poder hacer frente a los pagos.
La crisis de Vueling
Pero ¿por qué Plus Ultra rompió el acuerdo? La versión de la compañía fue “la imposibilidad de cumplir con la programación contratada y los problemas en los cobros de los vuelos realizados”. No obstante, según ha podido saber Invertia, la crisis de Vueling estaría detrás de la ruptura del contrato.
Hace cinco años, entre finales de junio y principios de julio, Vueling vivió un auténtico caos en El Prat por una crisis de cancelaciones y retrasos de vuelos. La aerolínea del grupo IAG se vio obligada a subcontratar con varias compañías regulares y charters españolas y extranjeras para poder sacar adelante la operativa.
Entre ellas, Plus Ultra, que ofreció uno de sus A340 para cubrir parte de la operativa que Vueling no pudo gestionar. Y lo hizo justo cuando rompió el contrato con Aquatravel. De ahí que fuentes cercanas a la empresa señalaran esta como la causa real del fin de las relaciones entre aerolínea y agencia valenciana.
Cruce de demandas
Más allá de las razones que motivaron el cese del acuerdo, el asunto, como era evidente, llegó a los juzgados con reclamaciones de las dos partes. El procedimiento se inició mediante demanda interpuesta por Aquatravel.
La controversia real de fondo entre las partes está relacionada con la reclamación de devolución del depósito efectuado en su día a favor de Plus Ultra Líneas Aéreas, por importe de 908.136,17 euros, derivado de la firma del aludido contrato y que la contraparte le pretende reclamar, al haberse resuelto el contrato.
En medio de estas reclamaciones, Aquatravel se declaró en concurso de acreedores y un juez ordenó la liquidación de la empresa. Por lo que el administrador concursal se convirtió en el único representante de la empresa y continuó con la demanda.
A cierre del último ejercicio fiscal de Plus Ultra recogido por el Registro Mercantil (31 de enero de 2019), ambas partes parecían estar cerca de llegar a un acuerdo que, en cualquier caso, debía ser formalizado con la administración concursal y ser autorizado de forma previa por el juez del concurso de Aquatravel.
Y esta es la historia de cómo el incumplimiento de contrato de Plus Ultra arrastró a Aquatravel a la quiebra. De hecho, las quiebras acompañan a la compañía desde casi su creación. Cabe recordar que sus fundadores (Julio Martínez Sola y Fernando González) son los mismos que quebraron Air Madrid.
Y, además, hace dos años Plus Ultra estuvo al borde de la disolución. Hechos que no hacen más que engordar la polémica sobre el rescate de 53 millones de euros otorgado por el Gobierno a esta compañía aérea.
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