Una guerra civil, una dictadura, la liberalización aérea, la eclosión de los vuelos comerciales, el bum turístico, varias ampliaciones, un atentado terrorista… El aeropuerto de Barajas en Madrid ha vivido de todo en sus recién cumplidos 90 años de historia. Una historia en la que no ha dejado de crecer, convirtiéndose en símbolo del turismo en España, y de acumular curiosidades a sus espaldas. 

Una de ellas es su ubicación. En 1929 se puso en marcha un concurso de elección de los terrenos para desarrollar el aeropuerto civil de Madrid. Además de Barajas, se propuso que el aeropuerto estuviera en Getafe, Carabanchel Alto o Vallecas. Finalmente, se decantaron por Barajas y un 22 de abril de 1931, hace 90 años, el aeropuerto se abría al tráfico aéreo. 

Aeropuerto de Madrid-Barajas 1931. Fuente: Mitma.

La elección fue buena idea teniendo en cuenta algunas de sus dimensiones. Por ejemplo, cuenta con la pista 18R-36L, la más larga de las cuatro del aeropuerto y de Europa. Tiene 4,4 kilómetros de longitud y 60 metros de anchura. Está en servicio desde 1998 y es la que se utiliza preferentemente para el despegue de las aeronaves de gran envergadura.

Otra de sus grandes ideas fue la de plasmar las enseñanzas de Félix Rodríguez de la Fuente usando halcones adiestrados para evitar que las aves causen destrozos en los despegues y complicaran los aterrizajes desde el año 1969. Por aquel entonces, con el aumento del tráfico había serios problemas para controlar la fauna. 

La idea fue todo un éxito que rápidamente fue copiado por otros aeródromos. De hecho, gracias a ella hoy existe un servicio de control de fauna en toda la red de aeropuertos de Aena. 

Con capilla y hotel

Además de contar con cuatro terminales más la satélite, varias salas VIP, decenas de comercios y espacios de restauración, Barajas tiene en sus instalaciones algunos espacios curiosos, como tres capillas ubicadas en la T1, T2 y T4, dos mezquitas (T1 y T4) y otros tantos oratorios (T1 y T4). 

Y pensando en los pasajeros en tránsito, la T4 dispone de una especie de hotel desde el que ofrece un servicio de habitaciones de alquiler por horas, totalmente equipadas para poder dormir o descansar cómodamente mientras el viajero espera la hora de salida de su vuelo.

Air Rooms de Barajas en la T4.

Además, en sus 90 años ha cambiado de nombre dos veces. Primero se llamó Aeropuerto Nacional de Madrid. Luego, en 1965 pasó a llamarse Barajas y en 2014 Adolfo Suárez, tras la muerte del expresidente del Gobierno. Pero Barajas siempre será Barajas. De hecho, fue imposible eliminar su nombre junto al del expresidente como en un principio se pretendió. 

¿Por qué? Porque Barajas ya era mundialmente conocida. Si un inglés, un chino o un estadounidense quiere viajar a Madrid sabe que Barajas es su aeropuerto. Y hablando de turismo, mejor no confundir y dejar que sigan entrando por Barajas. 

Más allá de esta curiosidad, su nombre ha sido usado políticamente durante la crisis de la Covid para señalarlo como puerta de entrada del coronavirus. Sin darle mucha importancia a estas acusaciones, quizás esta ha sido su época más oscura ya que por unos meses se convirtió en un aeropuerto casi fantasma por la caída del tráfico aéreo.

Si bien es cierto, en su caso nunca dejó de operar, aunque fueran vuelos de españoles repatriados. Si tuvo que dejar de operar durante algunos días por la histórica nevada que Filomena dejó en la capital. 

Sus datos

Fijarse en los datos de estos últimos años sería un castigo injusto para un aeropuerto que ha colocado a Madrid y a España en el mapa aéreo como el principal hub de unión entre Europa y Latinoamérica. 

Así que las cifras de 2019, previas a la Covid, son las que muestran su verdadera grandiosidad: Barajas registró el mayor número de pasajeros en 2019 con 61,7 millones y un incremento del 6,6% con respecto a 2018. Le siguió Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, con más de 52,6 millones. Ambos aeródromos están unidos a través del Puente Aéreo desde 1974 gracias a Iberia. 

Pasajeros y tripulación junto a un Fokker F.VII de CLASA. Fuente: Mitma.

Muy lejos queda la cifra de 378 vuelos que transportaron a 2.873 pasajeros en 1933. En ese año, el 15 de mayo, tomaba tierra un trimotor Fokker VII/3M con el que Madrid-Barajas se abría por vez primera al tráfico civil comercial. Las primeras líneas regulares de LAPE –compañía que más tarde se convertiría en Iberia– tendrían por destino Barcelona y Sevilla. 

Y precisamente Iberia, con la compra de Air Europa, dice que quiere convertir a Barajas en un gran hub que sirva como puerta para las conexiones con Europa, América Latina y Asia; y que pueda competir con otros como el de París-Charles de Gaulle. Todo un sueño para el que Barajas está más que listo. 

Solo hay fijarse en los datos. El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas está conectado con la mayoría de los destinos turísticos del país (28 aeropuertos españoles), con 192 destinos internacionales de 73 países, y cuenta con 83 aerolíneas, estando presentes todas las alianzas: One World, Sky Team y Star Alliance.

También parece que el AVE, después de pedirlo a tiempo y destiempo, llegará a Barajas. No hay fecha prevista, pero lo hará. Y esto permitirá aquello que muchos expertos recitan ahora: la intermodalidad, la unión entre tren y avión. Tantas veces enfrentados y ahora tan cerca de ser eternos compañeros de viaje. 

Ampliaciones

Porque crecer está en su ADN. En el año 2000, para aumentar la capacidad del aeropuerto hasta los 70 millones de pasajeros al año, se impulsa el denominado Plan Barajas, se inicia la construcción de la Tercera Pista y de la nueva Torre de Control.  

Este proyecto culmina el 4 de febrero de 2006 con la puesta en marcha de una nueva área terminal, que incluye la actual T4 y su edificio satélite, el T4S; con más de 750.000 metros cuadrados y capacidad para 35 millones de pasajeros al año y dos pistas, con una capacidad para 120 vuelos por hora. 

Terminal T4 de Barajas.

Este edificio, proyectado por Richard Rogers y Estudio Lamela, ha ganado dos importantes premios arquitectónicos. Además de su forma ondulada, el color de sus pilares está basado en el orden de los colores del arcoiris.

Tristemente. en el aparcamiento de esta terminal se produjo un atentado de ETA en 2006 que supuso la muerte de dos personas. Porque por desgracia, todo aeropuerto guarda algún que otro capítulo negro entre las páginas de su historia.

Además del atentado, en el aeródromo madrileño se han producido varios accidentes aéreos. El más reciente fue el del vuelo JK 5022 de Spanair el 20 de agosto de 2008, en el que hubo 154 fallecidos y 18 supervivientes. 

Y para no terminar esta historia con mal sabor de boca, es preciso recordar que Aena sigue con su intención de desarrollar aún más Barajas desde un punto de vista logístico e inmobiliario, pero también sus desarrollos aéreos. Además, el gestor aeroportuario espera recuperar el tráfico aéreo perdido por la Covid en 2026. Fecha para la que seguro que Barajas seguirá siendo el principal aeropuerto del país. 

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