Yukonda Esparragoza llegó a Gran Canaria hace 27 años procedente de Venezuela. Dos años después, empezó a trabajar en el negocio que en 2010 acabó gestionando como propietaria, la Lavandería Romeral. En estos 25 años, con dos crisis a sus espaldas, jamás llegó a pensar que la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, acudiera a su llamada de auxilio.
“Le escribí por LinkedIn (tal y como contó Botín en el foro 'Wake Up!, Spain'’). Le conté el proyecto y la situación en Gran Canaria”, explica la dueña de la empresa, quien ya había intentado sin suerte financiación bancaria. Por lo que solo vio la salida de pedir ayuda vía redes sociales a Ana Botín.
Y a partir de ahí, “el banco se puso en contacto conmigo, presentamos un estudio de viabilidad económica y nos aprobaron la refinanciación. Nos dio el crédito ICO que nos dio oxígeno para llegar hasta aquí”, reconoce la dueña de la empresa.
En concreto, el Santander ha ofrecido un apoyo financiero de cerca de 800.000 euros a través de un crédito ICO y la refinanciación de deuda de la Lavandería Romeral, que ha perdido el 80% de sus ingresos durante la pandemia.
Algo lógico si tenemos en cuenta que esta empresa, localizada en el polígono industrial de Arinaga, en un barrio costero del municipio de Agüimes (Gran Canaria), se dedica a la limpieza de la ropa de hoteles y apartamentos turísticos. Y este sector es uno de los más perjudicados por la crisis de la Covid.
Durante los meses de abril y junio de 2020 estuvieron totalmente parados. Después, en julio retomaron actividad y en agosto aguantaron hasta que en septiembre la facturación no llegaba a superar el 20% de lo ganado normalmente.
De hecho, Lavandería Romeral tuvo que poner en marcha un ERTE para su plantilla de 33 trabajadores. Actualmente, solo 10 de ellos están trabajando y el resto sigue en ERTE a la espera de que el sector se reactive. De hecho, Yukonda avisa de otro problema: “ahora viene la otra gran incertidumbre ya que no se sabe si el Gobierno va a renovar los ERTE”.
Pyme innovadora
Pero además de la situación crítica que arrastraba la empresa de Yunkonda, lo que a Ana Botín también le llamó la atención es que detrás de esta empresa se escondía un programa de innovación pionero en el sector.
En 2016 presentaron un proyecto de eficiencia energética al Gobierno de Canarias, un plan 4.0 con el que se trasladaron al polígono donde están ubicados ahora. “Es un proyecto basado en la innovación, la tecnología y la sostenibilidad. Conseguimos ese préstamo del Gobierno y con financiación de la banca pudimos empezar”, explica Yukonda.
Esta empresa daba salida a 14 toneladas de ropa diaria -antes de la Covid- y ha desarrollado un sistema de seguimiento con microchips de cada una de las sábanas que limpia, así como todo un proceso organizativo de desarrollo sostenible.
Además, cuenta con una escuela de formación en el sector de la lavandería “con el firme propósito de profesionalizar y dignificar esta profesión”, explica a Invertia. Asimismo, también tiene una ludoteca para permitir la conciliación laboral y familiar y una planta fotovoltaica para reducir la huella de carbono y obtener la energía necesaria para autoconsumo.
“Es un proyecto muy acorde con lo que está exigiendo Europa para apoyar a España y a su desarrollo. De ahí que nuestro plan haya llamado tanto la atención de Ana”, asegura a este medio. Una estrategia en la que han invertido 2 millones de euros en los últimos años y por el que se ha endeudado también.
Yukonda es consciente del apoyo tan importante que ha recibido. “El reconocimiento de Ana ha sido un chute de energía y motivación y la reafirmación de que no estábamos en el camino equivocado”, señala. Y lanza un último deseo: “Esperamos que se materialice en que el sector hotelero de Gran Canaria nos conozca”.