A partir del 1 de julio, entra en vigor el pasaporte sanitario europeo. Una medida muy aplaudida por el sector turístico que, en opinión de los expertos, se queda corta. Por ello, el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol plantea la posibilidad de implantar en España otro pasaporte que permita a los turistas y ciudadanos visitar con seguridad espacios sociales como bares o gimnasios.
Se trata de un debate que todavía no se ha dado en España, pero que los expertos consideran valioso, sobre todo a la luz de algunas experiencias incipientes en países de toda Europa que han sido capaces de aplicarlo de alguna forma: por ejemplo, Israel ha establecido un pasaporte sanitario general, mientras que Francia ya ha aprobado su implementación para grandes eventos, los que reúnen a más de 1.000 personas.
De esta forma, desde Esade opinan que es necesario al igual que el confinamiento y el toque de queda, pues el objetivo del cierre de lugares donde se reúnen los ciudadanos (como teatros, cines, bares, cafés, locales de eventos, comercios no esenciales, restaurantes, gimnasios, estaciones de esquí y colegios) es reducir al máximo las interacciones sociales, porque estas son la fuente de transmisión del virus.
Estas medidas generales tienen efecto, pero afectan a todos los ciudadanos sin considerar su riesgo y contribución potencial a la propagación del virus. Un año después del comienzo de la pandemia, es posible adoptar un enfoque específico.
En primer lugar, ahora las vacunas, los tests serológicos y los tests PCR están en general disponibles, son eficaces y relativamente baratos. En segundo lugar, contamos con un seguimiento localizado y constante de los datos epidemiológicos y con estudios científicos que detallan los factores que aumentan el riesgo de transmisión del virus. Juntas, estas herramientas ayudan a identificar las interacciones sociales con un riesgo epidemiológico muy bajo: por ejemplo, una reunión en la que todas las personas están vacunadas, son inmunes o su prueba ha dado negativa.
Por último, los expertos opinan que debe consolidarse la adopción de un pasaporte europeo, en el marco del que ya se ha puesto en marcha de cara a entrar el vigor el próximo 1 de julio.
"Muchos turistas viajarán este verano con un certificado digital que acredite su riesgo de transmisión bajo con base en los criterios mencionados antes: inmunidad debida a una vacuna, inmunidad natural o un test PCR negativo realizado en las últimas 72 horas. La implementación de un pasaporte sanitario nacional, compatible con el europeo, permitiría que los turistas visitaran con seguridad los espacios sociales", señalan.
¿Cómo funcionará?
La propuesta de Esade, elaborada por Miquel Oliu-Barton, senior fellow de Esade EcPol; Bary Pradelski, investigador de economía en CNRS; y Anne Bucher, visiting fellow en el think tank Bruege, se basa en cinco principios sencillos.
El primero es identificar los establecimientos que necesitarían un pasaporte para reabrir, por ejemplo, utilizando una plataforma digital. El segundo es incluir el pasaporte sanitario en esta plataforma, de modo que sea accesible para cualquiera que desee utilizarla (podría usarse la aplicación TousAntiCovid, por ejemplo).
En tercer lugar se encuentra determinar el nivel de riesgo epidemiológico de cada establecimiento utilizando un código de color sencillo: "verde", "naranja" o "rojo" si la interacción presenta un riesgo bajo de transmisión, medio de transmisión y en el resto de los casos, respectivamente.
A la hora de determinar estos códigos, deberían tenerse en cuenta el lugar, la duración y las condiciones de la interacción: esta tarea será responsabilidad de las autoridades sanitarias competentes.
En cuarto lugar, se trata de asignar un pasaporte sanitario a las personas que han sido vacunadas, son inmunes o cuentan con un test PCR negativo realizado en las últimas 72 horas. En cierto modo, este pasaporte es una luz verde que acredita un riesgo menor de transmisión del virus.
Y en quinto, reabrir los establecimientos de forma prudente. Los lugares clasificados como "naranjas" o "rojos" pueden reabrir utilizando el pasaporte sanitario, dependiendo del estatus epidemiológico de la región en la que se encuentran (como el que publica semanalmente el ECDC, por ejemplo). En la zona roja, la reapertura de los establecimientos clasificados como "naranjas" o "rojos" requiere la adopción de un pasaporte sanitario.