El tan ansiado inicio de los viajes del Imserso llega un tanto descafeinado por el avance de los contagios provocados por ómicron. Tanto que se va a producir un hecho casi insólito en el programa social: no se venderá el 100% de las plazas, al menos en el lote 3 (turismo interior y de procedencia europea) gestionados por Ávoris Corporación Empresarial, según han confirmado fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia.

"No se van a vender todas las plazas este año", afirman fuentes de la empresa, que calculan que se colocarán entre un 90% y un 92%. Es decir, quedarán vacías algo más de 14.000 plazas de las 142.103 que tiene el lote 3. Y eso que "en turismo de interior suele haber lista de espera y es un lote que se vende muy rápido", apuntan.

Hasta la fecha, Ávoris (grupo resultante de la fusión entre las agencias de Barceló y Globalia) ya ha vendido un 75% de sus plazas. De estas, entre un 5% y un 7% han sido canceladas. ¿El motivo? El avance descontrolado de ómicron y el temor de muchos jubilados a contagiarse a pesar de que la gran mayoría ya tiene la tercera dosis de la vacuna inyectada. 

En principio, solo parecen estar afectados por las cancelaciones los viajes de interior. Se libran de momento los lotes 1 (costa peninsular) y 2 (islas), con 443.887 y 230.039 plazas, respectivamente. Estos fueron adjudicados a la UTE Mundiplan (Iberia, IAG7 Viajes y Alsa).

El motivo principal es que se espera que sea a finales de febrero cuando las zonas de costa comiencen a atraer a los jubilados coincidiendo con la reactivación de la demanda turística, según avanza la secretaria general de Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunitat Valenciana (Hosbec), Nuria Montes. Por lo que es pronto para saber cómo será la situación epidemiológica del país por esas fechas. 

Desde la patronal valenciana confían en el efecto positivo de los viajes del Imserso en el resto de la industria, especialmente en zonas como Benidorm. De las 40.000 camas con las que cuenta su planta hotelera, unas 6.000 están destinadas para este tipo de viajeros y, de momento, "las ventas van razonablemente bien", aseguran desde Hosbec.

Benidorm es uno de los destinos por excelencia del programa social y uno de los más afectados por la pandemia. A partir del lunes que viene se espera que como mucho el 40% de los hoteles de la ciudad se mantengan abiertos con ocupaciones medias.

Beneficios del Imserso

La venta de los viajes del Imserso arrancó el pasado 14 de diciembre, tal y como avanzó este medio. Lo hizo -tras muchos meses de retraso y promesas incumplidas- para poner a la venta 816.029 plazas para 6,1 millones de estancias correspondientes a la campaña 2021-2022. 

Para este año, los precios van desde los 405,53 euros en estancias diez días (nueve noches) en zonas costeras insulares (Canarias y Baleares), hasta los 115,98 euros en viajes a capitales de provincia durante cuatro días (tres noches). 

El programa social siempre ha sido muy importante para la industria. La repercusión económica del programa asciende a 279.603.053,35 euros, lo que genera un importante retorno positivo tanto en las personas usuarias como en el tejido empresarial. 

Estamos hablando de que afecta a 350 hoteles, mantiene unos 12.000 empleos directos y 85.000 indirectos (aunque con las cancelaciones las cifras podrían ser inferiores). 

En este sentido, las empresas adjudicatarias se comprometen a que, como consecuencia de la ejecución del programa para cada temporada y en las zonas de destino correspondientes, se produzca la contratación o el mantenimiento de 1.000 puestos de trabajo netos por cada 7.500 estancias hoteleras diarias.

Además, las arcas públicas también se benefician de este programa. Se calcula que por cada euro que el Gobierno invierte en los viajes del Imserso recibe 1,56 euros. Ese beneficio lo consigue gracias a que estos viajes favorecen la creación y mantenimiento del empleo en el sector turístico.

Sin estos viajes, muchos trabajadores de estos establecimientos acabarían en el paro por lo que tendrían que cobrar una pensión de desempleo a cargo del Estado. Así, el Gobierno sigue recaudando el IVA, impuesto de sociedades e IRPF y se ahorra el pago del desempleo.