En marzo de 2021, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, anunció que España cerraría el año recuperando la mitad del turismo extranjero de 2019, cuando se contabilizaron casi 84 millones de turistas extranjeros. Premisa que repitió en varias ocasiones más tarde cegada por los buenos datos de vacunación y la bajada de contagios. Sin embargo, su promesa no se va a cumplir.
Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que, hasta noviembre, nuestro país recibió 28,1 millones de turistas internacionales. Cifra buena si la comparamos con el mismo periodo de 2020 (18,3 millones), pero bastante mala si lo hacemos con 2019 (79,3 millones). Es decir, se pierden 51,2 millones de turistas.
Para que la promesa de la ministra de Turismo se cumpla y lleguemos a los 42 millones de viajeros internacionales, hace falta que el mes de diciembre (dato que se conocerá en unas semanas) arroje una cifra que se antoja imposible: casi 14 millones de turistas extranjeros.
Y es imposible porque en un año récord como el de 2019, solo se registraron 4,3 millones de turistas. También lo es porque el avance de ómicron en las últimas semanas ha estado detrás de muchas cancelaciones de viajes. Y el propio sector turístico es consciente de que el final de año ha sido catastrófico.
A pesar de ello, Reyes Maroto dijo ayer que “mes tras mes vemos cómo España va acercándose a los volúmenes de turistas y gasto que tenía en 2019”. No obstante, reconoce que “la incertidumbre asociada a la nueva ola podría retrasar la recuperación de los niveles prepandemia en el turismo internacional, lo cual dependerá de su duración como hemos visto en olas anteriores”.
Verano difícil
La situación vivida el verano pasado ya daba pistas de lo que iba a ocurrir. Recordemos que la temporada empezó con un mes de junio cuya recuperación se veía lastrada por el avance de la variante Delta y las recomendaciones de países como Alemania o Francia de no viajar a nuestro país. Meses después se sumaría también EEUU dibujando un verano muy negro para España.
Tanto que, en agosto, la ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, rebajó las expectativas de llegada de viajeros internacionales a un nivel “ligeramente inferior” al 50%.
Y lo cierto es que ni tan siquiera se podrá usar el “ligeramente inferior” porque habrá unos 10 millones de viajeros menos de lo esperado. Los datos definitivos se conocerán, como era habitual antes de la pandemia, coincidiendo con la celebración de Fitur. De hecho, Ifema ya ha reconfirmado que a pesar de la situación actual la feria internacional de turismo se celebrará en las fechas previstas: del 19 al 23 de enero.
Pero también hay ver el vaso medio lleno en 2021. El turismo nacional ha tirado como nunca y los puentes de los meses de octubre, noviembre y diciembre han dado un respiro a la industria. Otro dato positivo es que, en septiembre y octubre, el sector turístico recuperó a su cliente por excelencia: el turista británico.
En noviembre, Reino Unido fue el principal país de residencia, con 597.458 turistas, lo que representa el 17,8% del total y un aumento del 600% respecto a noviembre de 2020.