Recuperar la actividad prepandemia con los vuelos a Venezuela o lanzar nuevas rutas en 2022. Esta es la obsesión de la aerolínea Plus Ultra en plena oleada de contagios por ómicron. Un objetivo encaminado a cumplir el plan de viabilidad pactado con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para la devolución -en los plazos exigidos- del polémico rescate de 53 millones de euros otorgado hace diez meses.

“La situación de pandemia por Covid-19, y las restricciones aéreas inherentes a ella en algunos países, hace que Plus Ultra Líneas Aéreas esté operando ahora mismo el 50% de sus rutas regulares frente a su actividad prepandemia”, reconocen fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia. 

A pesar de ello, sigue tirando de los vuelos chárter que opera desde que inició operaciones en 2015. “La compañía ha compensado ingresos con la operación de vuelos chárter”, detallan. Este tipo de vuelos son aquellos que no son regulares, por lo que no tienen horario fijo. El avión suele alquilarse por una empresa o por un grupo de personas en exclusiva para llegar a un determinado destino.  

En este momento, opera dos rutas regulares a los destinos de Lima, Quito y Guayaquil. Pero espera “recuperar la totalidad de su actividad de rutas regulares con la normalización de la situación del espacio aéreo en Venezuela, cerrado hasta el próximo 18 de enero”, señalan, aunque desconocen “si se extenderá el cierre, lo que dependerá de la evolución de la pandemia”.

Si bien es cierto, en octubre Venezuela aprobó operaciones especiales de ida y vuelta entre Madrid-Barajas y Maiquetía Simón Bolívar para que fueran operados por Iberia, Air Europa y Plus Ultra en determinados días. En el caso de Plus Ultra, se autorizó operar cuatro vuelos en los siguientes plazos: 8 al 14 de noviembre, del 29 de noviembre al 5 de diciembre, del 20 al 26 de diciembre y del 10 al 16 de enero.

Previsiones 2022

A pesar de la situación actual, la aerolínea prevé el lanzamiento de nuevos vuelos a Colombia (Bogotá y Cartagena) y República Dominicana (Santo Domingo) el próximo verano.

Las previsiones de Plus Ultra contemplan alcanzar 2022 los 183.000 pasajeros, lo que supondría superar el número del año previo a la Covid, en el que alcanzó la cifra de 173.396 viajeros. La compañía tiene planificado operar a partir esta temporada de verano un total de 66 vuelos semanales de larga distancia, según avanzó el octubre a este medio.

Pero de momento sigue haciendo frente -al igual que el resto de aerolíneas- a la sexta ola de la pandemia manteniendo la operativa. Todo ello gracias a que su plantilla “ha cambiado sus días libres y vacaciones para, siempre cumpliendo con la normativa vigente, adaptarse a la nueva situación y que ni los pasajeros ni los clientes del área de carga de la aerolínea se vean afectados (por cancelaciones)”, afirman. 

Rescate y pérdidas  

Cabe recordar que Plus Ultra tiene un plazo de siete años para devolver la ayuda de la SEPI canalizada a través de dos préstamos: uno ordinario de 19 millones que vence en 2024 y otro participativo de 34 millones que vence en 2026. Algo bastante complicado de cumplir ya que lleva años acumulando pérdidas. 

De hecho, el pasado año redujo capital para restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto disminuido como consecuencia de las pérdidas. Ya en 2017, la aerolínea esquivó una situación de disolución que la compañía corrigió con un préstamo participativo de 6,3 millones de euros que computó como patrimonio neto a efectos de reducción de capital y liquidación de sociedades. 

Esta maniobra suscitó polémica para Ciudadanos. En primer lugar, porque se usa un truco contable para asimilar el crédito participativo al capital. Fuera de los casos de reducción de capital y liquidación de sociedades, los préstamos participativos no deben computar como patrimonio neto de la empresa, según denunció el jefe de la delegación de este partido en Bruselas, Luis Garicano.

En segundo lugar, Garicano explicó que el préstamo participativo de 6.304.000 euros de Panacorp era simulado, porque 4.046.000 euros están bloqueados en Panamá. Esta situación hace que cada movimiento de la compañía aérea sea analizado con lupa e incluso cuestionado.