El grupo aéreo de Iberia y British Airways, IAG, ha cerrado el ejercicio 2021 con unas pérdidas de 2.933 millones de euros frente a los 6.935 millones de pérdidas del año pasado. Lo que significa que reduce en más de la mitad (58,8%) los números rojos registrados el pasado año por el fuerte impacto de la Covid.
Las pérdidas después de impuestos pero antes de partidas excepcionales fueron de 3.038 millones de euros, frente a las pérdidas de 4.337 millones de euros del año pasado (cifra reexpresada para reflejar el tratamiento de los costes administrativos asociados a los planes de pensiones de prestación definida del Grupo).
La compañía elevó sus ingresos totales un 8,3%, hasta los 8.455 millones. Gracias, en parte, a que en el cuarto trimestre el tráfico de larga distancia había experimentado su mayor actividad de reservas en octubre y noviembre, alcanzando más de un 80% de los niveles de 2019. Todo ello antes de la llegada de ómicron.
Dentro de otros cargos no operativos de la cuenta de resultados, IAG ha registrado el pago de 75 millones de euros realizado a Globalia tras la cancelación de los acuerdos firmados el 4 de noviembre de 2019 y el 20 de enero de 2021 para adquirir Air Europa. Operación que aún se está negociando en otros términos.
Recuperación
La compañía avanza la recuperación. “Estamos seguros de que se está produciendo una fuerte recuperación. Nuestros equipos en todo el Grupo están aprovechando todas las oportunidades para desarrollar nuestro negocio mientras aprovechan el incremento significativo de las reservas que se produce tan pronto se levantan las restricciones a los viajes”, señala Luis Gallego, consejero delegado de IAG.
Así, avanza que tras la aparición de Omicron a finales de noviembre, la demanda de viajes decreció a corto plazo. Sin embargo, “las reservas se han mantenido sólidas para Semana Santa y para la temporada de verano de 2022 tras recuperarse a comienzos de año. Esperamos un verano sólido con IAG volviendo a operar aproximadamente un 85% de su capacidad de 2019”, apunta.
Gallego reconoce que están “siguiendo de cerca los recientes acontecimientos geopolíticos (el ataque ruso a Ucrania) con el fin de gestionar cualquier impacto potencial”. En el caso de IAG, sus operaciones no se ven tan afectadas como las de otras aerolíneas.
Se espera que la inversión en inmovilizado en 2022 sea de 3.900 millones de euros, reflejando la necesidad de recuperar los niveles de capacidad previos a la pandemia, el retraso en las entregas de aeronaves que se esperaban en 2021 y el diferimiento en ciertos pagos previos a la entrega de aeronaves correspondientes a años anteriores. Se espera que se entreguen 25 nuevos aviones en 2022.
No obstante, calculan una pérdida de las operaciones trimestral significativa para el primer trimestre de 2022 debido a la estacionalidad normal del negocio, el impacto de ómicron en las reservas a corto plazo y el impacto en los costes de las operaciones de recuperación de los niveles de capacidad.
IAG espera que su resultado de las operaciones sea rentable a partir del segundo trimestre, lo que hará que tanto el beneficio de las operaciones como los flujos de efectivo netos de las actividades de explotación sean significativamente positivos para el año. Esto asume que no habrá más contratiempos relacionados con la Covid y las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos o un impacto material a causa de los recientes acontecimientos geopolíticos.
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