La Unión Europea da los primeros pasos para relajar las medidas contra la Covid-19 en el transporte aéreo. La Agencia de Seguridad Aérea de la UE (EASA, por sus siglas en inglés) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) han recomendado este miércoles eliminar la obligatoriedad de llevar mascarillas a bordo de los aviones.
Esta actualización del protocolo conjunto de seguridad y salud en la aviación se basa en los últimos datos de la evolución de la pandemia, en particular los altos niveles de vacunación y de inmunidad adquirida naturalmente, y el consiguiente levantamiento de las restricciones contra la Covid en un número creciente de países europeos.
Además de los cambios respecto a las máscaras, las recomendaciones de la EASA y el ECDC incluyen una relajación de las medidas más estrictas que continúan aplicándose en las operaciones de las aerolíneas. Una evolución que "ayudará a aliviar la carga que sufre la industria sin dejar de mantener las protecciones adecuadas", según han informado en un comunicado.
"Es un alivio para todos nosotros que finalmente estemos llegando a una etapa de la pandemia en la que podemos comenzar a relajar las medidas de seguridad sanitaria. Para muchos pasajeros, y también para los miembros de la tripulación, existe un fuerte deseo de que las máscaras ya no sean una parte obligatoria de los viajes aéreos", ha dicho el director de la EASA, Patrick Ky.
No obstante, Ky ha dejado claro que "los pasajeros deben continuar cumpliendo con los requisitos de su aerolínea y, cuando las medidas preventivas sean opcionales, tomar decisiones responsables y respetar la elección de otros pasajeros". "En particular, un pasajero que esté tosiendo y estornudando debe considerar seriamente usar una máscara facial, para tranquilidad de los que están sentados cerca", ha señalado.
Por su parte, la directora del ECDC, Andrea Ammon, ha resaltado que, aunque su uso deje de ser obligatorio, las mascarillas siguen siendo "uno de los mejores métodos para reducir la transmisión". Ammon insiste en que las reglas y los requisitos de los Estados de salida y de destino deben respetarse y aplicarse de forma coherente. Además, las aerolíneas tienen que informar a los pasajeros sobre cualquier medida requerida.
Las nuevas recomendaciones sobre el uso de mascarillas entrarán en vigor a partir del 16 de mayo de 2022. Sin embargo, las reglas concretas seguirán variando según la aerolínea más allá de esa fecha. Por ejemplo, los vuelos hacia o desde un destino donde todavía se requiere el uso de máscaras en el transporte público deben seguir fomentándolas, según las recomendaciones.
Los pasajeros vulnerables deben seguir usando una máscara facial independientemente de las reglas, a ser posible una máscara tipo FFP2/N95/KN95 que ofrezca un mayor nivel de protección que una máscara quirúrgica estándar.
También se anima a los pasajeros a observar las medidas de distanciamiento en áreas interiores, incluso en el aeropuerto, siempre que sea posible. Pero los operadores aeroportuarios deberían adoptar un enfoque pragmático a este respecto: por ejemplo, deberían evitar imponer requisitos de distanciamiento si es muy probable que conduzcan a un cuello de botella en otro lugar en el viaje del pasajero.
Si bien muchos Estados ya no requieren que los pasajeros envíen datos a través de un formulario de localización de pasajeros, las aerolíneas deben mantener sus sistemas de recopilación de esta información para ponerla a disposición de las autoridades de salud pública si es necesario. Por ejemplo, en el caso de la aparición de nuevas variantes peligrosas.