El sector aéreo se recupera. Los datos para la temporada de invierno invitan al optimismo, con la programación de 114,2 millones de asientos desde noviembre hasta marzo de 2023. Si excluimos del cálculo el mes de marzo, debido a que la segunda mitad de marzo de 2020 la actividad aérea se paró casi por completo debido al confinamiento, el incremento sería un 4,4% superior a los niveles de la temporada de invierno de 2019.
Todo ello gracias, principalmente, al incremento de los flujos de Baleares, con un 9,3% de incremento y, muy especialmente, de Canarias, con una programación de asientos para este invierno un 17,3% superior a la del de 2019, según datos aportados por la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
El fuerte tirón de la demanda ha mejorado la ocupación de los aviones, superando en el acumulado de enero a octubre de 2022 el 83% de media, rozando ya cifras similares a las registradas antes de la pandemia.
[Las aerolíneas prevén ofertar este verano casi los mismos asientos que en 2019]
El buen comportamiento de la actividad aérea estos meses mantiene la expectativa de poder alcanzar los niveles de tráfico prepandemia en 2023, o como muy tarde en 2024. Ahora bien, esta recuperación estará condicionada en cualquier caso por la evolución de la guerra de Ucrania, la crisis energética y la inflación.
“La capacidad de gasto de las familias por la gasolina, la inflación hace que se encarezcan productos esenciales, y el encarecimiento de las hipotecas”, ha señalado el presidente de ALA, Javier Gándara, quien destaca que “esto hace que los hogares tengan menos renta disponible para gastar y eso puede afectar a la demanda a futuro”. De momento, no han visto un impacto en las reservas.
En este sentido, ha apuntado que si se analizan los 10 primeros meses de este año se observa que las cifras rozan, pero no alcanzan todavía, las registradas antes de la crisis sanitaria. Hasta finales de octubre, incluido, se han reactivado el 91% de vuelos comerciales respecto al mismo periodo de 2019, y el 87% de pasajeros.
Por segmentos de mercado, el doméstico sigue siendo el que mejor se comporta, con la recuperación del 95% de pasajeros en lo que llevamos de año; le sigue el intraeuropeo, que en estos 10 meses ha recuperado el 85% de pasajeros, mientras que el tráfico aéreo de pasajeros intercontinental sigue ganando terreno, con el 79% de recuperación acumulada, a pesar de contar con mercados todavía apagados, como China.
Impuestos
Por otro lado, el sector ha pedido apoyo al Gobierno para la recuperación. Así reclaman eliminar la obligatoriedad de las mascarillas y pase a ser una recomendación; vetar el impuesto al queroseno en el Consejo de la UE y reparar el agravia comparativo al sector al ser el único medio de transportes excluido del plan de choque aprobado por los efectos de la guerra de Ucrania.
En esta línea, ha advertido que los impuestos a la aviación sobre el combustible o el billete supondrán un gran perjuicio a los clientes, porque “pueden acabar con un medio de transporte accesible para todos y retornar a los tiempos en que volar era un lujo al alcance de muy pocos”. Además, añade, suponen un lastre para la economía y el empleo sin contribuir a la reducción de emisiones de CO2.
De esta forma, calculan que la imposición de un impuesto al queroseno tendría un impacto grande en España con la pérdida de 4,5 millones de turistas y 169.000 empleos en 2023.
Por último, ha pedido, la eliminación del uso obligatorio de la mascarilla en el interior del avión porque no tiene sentido mantenerle cuando no existe un riesgo que lo justifique y el resto de países de Europa han suprimido su obligación. “No entendemos que seamos el único país que lo exija en todo Europa. Es un sinsentido”, ha remachado.