El turismo afronta el reto de mantener las cifras récord con un modelo más sostenible para los destinos masificados
Exceltur reconoce que la saturación en algunas zonas afecta a la calidad de vida de los vecinos y apuesta por reducir las externalidades del turismo.
24 enero, 2024 02:48"Sostenibilidad económica, medioambiental y social", tres pilares de un modelo turístico que busca ser compatible con unas cifras de crecimiento récord que el sector quiere mantener. Así lo afirma el vicepresidente de la alianza turística Exceltur, José Luis Zoreda, en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.
También de esta manera lo expresó mayoritariamente el sector durante el XII Foro Exceltur que tuvo lugar ayer. Diferentes patronales relacionadas con el turismo, desde el transporte aéreo hasta la restauración, coincidieron en señalar una mala reputación del sector que quieren atajar.
En una mesa redonda del foro, Zoreda advirtió de que la sobreexplotación está degradando la imagen del turismo, al tiempo que genera distorsiones en el mercado inmobiliario. Esta última se trata de una de las "externalidades" del turismo a las que el vicepresidente de Exceltur se refirió durante su entrevista con este medio.
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Entretanto, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, celebraba en ese mismo foro la "resiliencia y resistencia" del turismo español. "A España la han visitado más de 84 millones de personas que han querido disfrutar de la experiencia España", indicaba en el discurso inaugural.
Sin embargo, el presidente de Exceltur y CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, prefiere desligar las cifras de llegadas con la salud del sector, y apostar por una "mayor concienciación y compromiso medioambiental" para proteger no sólo los recursos naturales, sino la satisfacción de los residentes y el atractivo de los propios destinos.
Y el director general de Turespaña, Miguel Sanz, fue más allá durante el foro al señalar que el turismo ha "roto el contrato social" con los residentes locales. La solución, por tanto, pasa porque la industria turística ponga el foco en el bienestar de los ciudadanos de los destinos vacaciones. Así, el crecimiento será compatible con esa sostenibilidad social.
Un tipo de sostenibilidad sobre la cual, reconoce Zoreda, no hay tanta concienciación. Por eso, durante su entrevista para este periódico, el vicepresidente de Exceltur defiende que puede plantearse que el turismo "tiene sus límites". Lugares como Barcelona o Ibiza, explica, tienen un "problemón", porque no hay viviendas ni para los residentes ni para los propios empleados del sector turístico.
"Entonces, sí. El turismo tiene unos límites y hay que analizar en función de las capacidades de carga de cada uno de los destinos dónde pueden estar estos límites", zanja Zoreda. Y continúa que una de las tesis de Exceltur es precisamente que el crecimiento no tiene por qué venir del volumen de turistas, sino por la parte del "valor añadido".
Según la Alianza para la Excelencia Turística, ese análisis permitirá diversificar y desestacionalizar la oferta. A este respecto, se consiguen dos efectos positivos: descongestionar zonas donde el turismo ha alcanzado su tope y, a la vez, aumentar las posibilidades del negocio involucrando nuevos destinos.
El vicepresidente de Exceltur resume que el crecimiento "tiene que ser más sostenible" porque "lo demanda la sociedad" y, en algunos lugares, se está llegando al "límite de las capacidades de cargas".
Sin ecotasas
Preguntado sobre el tema, Zoreda descarta que las tasas turísticas o ecotasas pueden ser la solución a la masificación en determinados lugares. En su opinión, es una medida con un carácter "punitivo". Además, continúa, en los sitios donde se ha aplicado, "buena parte de lo recaudado termina yendo a financiar el déficit de las Administraciones públicas".
El vicepresidente de Exceltur señala que, aunque es legítimo que sea una forma de financiación, los fondos no llegan a donde, en un principio, se dijo que lo harían: a la promoción turística y la mejora de los acondicionamientos de la ciudad. Al menos, puntualiza, no todos.
"No tiene nada que ver con mejorar la capacidad competitiva del sector turístico", lamenta Zoreda. En suma, la crítica no va tanto por la tasa en sí, sino porque ni solventa el problema de la masificación ni revierte en inversiones de las que el turismo se pueda beneficiar. De ahí que no estén "muy conformes con la solución".
Según pudo escucharse en el XII Foro Exceltur, se trata de un sentimiento generalizado en el sector. La posición fluctúa en función de cada portavoz, pero, en general, coinciden en que no es la solución al problema de una ocupación que supera la capacidad de los destinos.
Una de las preocupaciones de la secretaria de Estado de Turismo, Rosana Morillo, quien también intervino en el XII Foro Exceltur, son los "problemas de acceso a la vivienda" en determinados territorios. En este sentido, desde el Ejecutivo señalan que la regulación de la vivienda vacacional es una responsabilidad de las comunidades autónomas.
Se trata de un mensaje al principal partido de la oposición, el PP, que gobierna en varias comunidades autónomas. Un día antes, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, había acusado al Gobierno de "turismofobia". Y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, no dejó pasar su oportunidad en el foro para decir que, en su región, se venía de hacer una política "contra el sector turístico" y ellos lo que han hecho es contar con el sector y eliminar la tasa turística.
"Para nosotros, el problema más perturbador, con diferencia, que tiene el turismo español en estos momentos es el crecimiento escalofriante de las viviendas turísticas", asegura a este medio José Luis Zoreda. No porque estén en contra, explica, sino por su "crecimiento desaforado".
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El sector pone el foco en que hay muchos pisos turísticos ilegales, que no siguen las reglas y acaban generando esas externalidades negativas en los barrios. Y, por tanto, desprestigia al turismo en su conjunto.
En la misma línea, Escarrer subrayó durante el foro la necesidad de perseguir "con mayor contundencia" los fenómenos que ejercen "un efecto distorsionador y perturbador de la imagen del turismo". En referencia, precisamente, al "crecimiento descontrolado" de las viviendas turísticas.