Así consta en una sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Palma, que obliga a la aerolínea a reintegrar al demandante 30,45 euros, además de pagarle las costas del procedimiento.

Tal y como recuerda la resolución, Ryanair advierte en su página web que debe cobrar este extra a los pasajeros que acudan al aeropuerto sin tener su tarjeta de embarque impresa o, en su defecto, en versión digital.

De hecho, la compañía incluye esta advertencia en las comunicaciones que envía a sus pasajeros. "Antes de la salida del vuelo, les envía al menos dos correos electrónicos (...) recordándoles de forma destacada la necesidad de que facturen online y acudan al aeropuerto a embarcar con su tarjeta de embarque impresa o descargada en su móvil, así como el devengo del recargo si acuden sin su tarjeta de embarque y piden que se les emita una allí", expone la sentencia.

Ahora bien, este caso presenta "circunstancias especiales" que provocaron que el demandante "no pudiera evitar el cargo adicional". ¿Por qué? El pasajero no pudo validar online su condición de residente en Baleares, lo que le bonifica el precio del billete en un 75%.

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Existe una base de datos común entre la Administración y las compañías aéreas a tal fin. Pese a ello, el demandante, por "problemas en la conexión de Internet", no pudo hacerlo, tal y como reconoció Ryanair.

"En ese caso, la única opción que tenía el pasajero para sacar la tarjeta de embarque online hubiera sido renunciar a la bonificación del 75% por su condición de residente balear", expone la resolución.

"De otro modo, obligado a verificar la condición de residente balear en el mostrador de facturación, no podía sacar la tarjeta de embarque online", añade. Por tanto, para demostrar que está empadronado en las islas, acudió al mostrador, donde le cobraron 30,45 euros por imprimir su tarjeta de embarque.

"En efecto, teniendo en cuenta la condición de residente balear del actor, la propia demandada le impedía obtener la tarjeta de embarque de un modo distinto a la presencia física en el mostrador de facturación", expone la juez Margarita Isabel Poveda.

"Sin alternativa"

"Así las cosas, en este concreto supuesto, la percepción del cargo adicional no es debida a que voluntariamente el cliente decidiera no servirse de la emisión telemática de la tarjeta de embarque, sino que la propia aerolínea impone que se acuda a esa vía por no existir alternativa para la comprobación de los documentos necesarios para beneficiarse del descuento [como residente balear]", añade.

Por todo ello, el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Palma de Mallorca obliga a la aerolínea a devolverle los 30,45 euros cobrados como suplemento. El demandante ha sido defendido en este procedimiento por el abogado valenciano Víctor Soriano i Piqueras.