El independentismo ha sido un buen negocio para los medios de comunicación que han apoyado el procés. El mejor ejemplo es Rac1, la emisora del grupo Godó, que no solo ha logrado sus mejores audiencias gracias al desafío soberanista, sino que, además, ha atesorado cuantiosas ganancias desde que Artur Mas llegó a la Presidencia de la Generalitat, el 27 de diciembre de 2010.
Las cuentas de RADIOCAT XXI SL reflejan que la sociedad con la que Godó administra sus emisoras Rac1 y Rac 105 acumuló beneficios por valor de 13,2 millones de euros entre 2011 y 2016, un dato a contracorriente de un sector que ha sufrido duramente los efectos de la crisis económica.
Los documentos remitidos al Registro Mercantil, a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, reflejan que este crecimiento ha sido exponencial. De esta manera, en 2011, durante el primer año de gobierno de Artur Mas, la emisora ganó 1,37 millones de euros, una cifra que se elevó hasta los 3,3 millones en 2016, ya con Carles Puigdemont como Presidente catalán. En seis años de gobierno independentista Rac1 casi triplicó sus beneficios.
En estos seis años, Rac1 facturó un total de 109,1 millones de euros, todo un récord para una emisora generalista de una comunidad autónoma. Dentro de estos ingresos, la sociedad declara “subvenciones de explotación”, que sumaron 1,6 millones. La sociedad facturó 15,5 millones de euros en 2011, mientras que en 2016 -el último ejercicio cerrado- llegó hasta los 21,6 millones, con un crecimiento del 39%.
Los resultados de explotación también demuestran la pujanza de la emisora: acumuló un ebitda de 18,5 millones de euros en este periodo, pasando de 1,9 millones en 2011 hasta los 4,4 millones de 2016. Este dato demuestra que la sociedad tiene una buena salud, gracias a la venta de publicidad de sus programas de radio.
En sus cuentas, la sociedad explica que este crecimiento de ingresos y beneficios se produjo por el liderazgo de audiencia y por su crecimiento en número de oyentes. En diciembre de 2011, la emisora tenía 585.000 seguidores de media diaria, mientras que a finales de 2016 el EGM le otorgó 811.000 oyentes, un crecimiento del 38% en seis años.
Un círculo “virtuoso” que ha ido de la mano de su radicalización y de su apoyo a los mensajes independentistas del procés. Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL no dudan en calificar a la radio del grupo Godó como el “altavoz del independentismo”, por su actuación durante el desafío separatista. Unos meses en que los diferentes programas de la emisora han criticado la intervención de Moncloa y la aplicación del artículo 155 y han dado pábulo al propio Carles Puigdemont.
Sin ir más lejos, Eduard Pujol, director de la emisora durante los últimos cinco años, se incorporó a la candidatura de Junts per Catalunya (JxCat) que encabezó el Presidente de la Generalitat cesado en las elecciones catalanas del 21-D. Durante un lustro, Pujol fue el principal responsable de la línea ideológica cercana al independentismo de Rac1.
Tras su salida, Godó buscó suavizar su línea editorial con el fichaje de Ramón Rovira como director audiovisual del Grupo y de Jaume Peral como subdirector de la emisora. Una verdadera declaración de intenciones y un guiño hacia sectores nacionalistas, pero no separatistas. Ambos fueron responsables de informativos en TV3 y Catalunya Ràdio en la última etapa de Jordi Pujol como Presidente de la Generalitat de Cataluña.
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