En diciembre de 2016 la Comisión Europea presentó una propuesta para modificar la aplicación del IVA en el comercio y los servicios electrónicos, impulsando la equiparación de este impuesto entre libros, periódicos y revistas digitales con sus homólogos de papel. Mientras que los primeros se gravan al 21%, los segundos lo hacen bajo el tipo superreducido del 4%, una situación que genera un claro desequilibrio entre las dos industrias que compiten por el mismo mercado, pero en desigualdad de condiciones.
El objetivo de Bruselas es actualizar un marco impositivo establecido antes del auge de internet para impulsar la economía digital, facilitar los intercambios -especialmente los transfronterizos- y combatir el fraude. Las estimaciones del ejecutivo comunitario elevan del 5% hasta el 20% la cuota de mercado en libros y prensa digital tras la aplicación de esta medida.
Se trata de una apuesta personal del presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker y de su comisario de Asuntos Económicos Pierre Moscovici. “Necesitamos regímenes de IVA neutros desde el punto de vista tecnológico”; “la prensa es una cuestión de contenido. Se presente a los lectores en formato papel o en digital, el régimen del IVA debe ser neutro”, indicó Juncker en mayo de 2015.
Una propuesta bendecida desde Moncloa. Tras su presentación el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció que España se acogería a esta reforma (que es voluntaria) y reduciría del 21% al 4% -17 puntos- el IVA de las publicaciones digitales. No obstante, y pese a las buenas intenciones del ejecutivo de la UE, trece meses después la normativa sigue encallada en la burocracia comunitaria y sigue sin aplicarse, ni en España ni en ningún país europeo.
Negociaciones en el Ecofin
¿Qué ha pasado? Desde que la Comisión presentó el proyecto se ha estado discutiendo en el Ecofin (Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea) que reúne a todos los ministros de Economía y Finanzas de los 28 estados miembros. La legislación vigente de la UE prohíbe aplicar un IVA reducido a libros (ebooks) y periódicos digitales porque se consideran servicios electrónicos. Una interpretación que ha sido confirmada en varias sentencias del Tribunal de Justicia de la UE y que, por tanto, exige unanimidad para su modificación. Una unanimidad que no se ha conseguido.
Desde el comienzo de las negociaciones diferentes estados miembros han intentado supeditar su aprobación a otros temas. Por ejemplo, Austria alegó que los cambios ponen en riesgo el actual sistema del IVA, no contribuyen a la armonización fiscal y complican la burocracia para las empresas. Mientras que Hungría exigió que el IVA reducido no se limitase sólo a los ebooks sino que también se aplicase al acceso a internet.
Un año después parece haberse alcanzado un acuerdo, a excepción de República Checa que mantiene su veto. El gobierno checo quiere que la UE les autorice aplicar la inversión del sujeto pasivo de la carga en el IVA, una reforma que las reglas comunitarias no permiten actualmente. Sin unanimidad no puede haber reforma a la actual legislación, por lo que se mantiene todo paralizado.
Solución antes del verano
El objetivo es desbloquear las negociaciones durante este semestre y tener luz verde para la aplicación del IVA superreducido a publicaciones digitales en junio, según han confirmado fuentes comunitarias a EL ESPAÑOL. Desde junio de 2016 no ha vuelto a discutirse el tema en el Ecofin, aunque se espera retomar las conversaciones en los próximos meses.
Fuentes oficiales del Ministerio de Cultura han indicado a este periódico que España mantiene su compromiso de aplicar la rebaja del 4% a las publicaciones digitales, pero solo cuando sea posible. En el ministerio advierten de que no pueden mover ficha mientras que la Unión Europea no lo autorice formalmente, pero agregan que están comprometidos con la medida y que son un firme defensor de su aplicación ante las instituciones comunitarias.
"España está totalmente a favor de eliminar la discriminación que tenemos ahora. No hay motivos que justifiquen la actual brecha de tipos (del IVA) entre las publicaciones digitales y las físicas", indicó Luis de Guindos durante el debate del Ecofin de marzo pasado sobre este tema.
Las ventajas del IVA al 4%
Por su parte, miembros de la Asociación de Medios de Información (AMI) que agrupa a 80 periódicos digitales y en papel, consideran que la aplicación de la normativa es vital para el desarrollo de la prensa digital, por lo que lamentan que siga encallada en Bruselas. En cualquier caso, esperan que el tema se resuelva y que la rebaja pueda aplicarse durante 2018.
En el sector se cree que una reducción del IVA del 4% sería un gran impulso para las suscripciones digitales de los diarios españoles, actualmente muy poco desarrolladas y con pocos actores que se decidan a apostar por modelos de negocio. Con un IVA al 4% -en vez del 21%- se podrían realizar ofertas y paquetes de suscripción más competitivos, indican estas mismas fuentes. En estos momentos, los suscriptores de EL ESPAÑOL pagan 17 puntos más de IVA que los abonados -o quienes compran- las ediciones en papel de El País, El Mundo o ABC.
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