El ascenso de Adar Capital amenaza la posición de la familia Polanco en Prisa
- El fondo israelí aumenta su participación hasta el 7,3% en solo cuatro meses y se queda a un paso de convertirse en el cuarto accionista del editor de 'El País'.
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Adar Capital, fondo israelí dueño del 28% de la promotora inmobiliaria Neinor Homes, pisa fuerte en Prisa. La compañía que tiene una de las mayores carteras de suelo en España unificó hace unas semanas su participación en Prisa hasta llegar al 7,3%, lo que le convierte en el quinto accionista del grupo, solo por debajo de Amber Capital (26%), HSBC (10%), Telefónica (9,44%) y los Polanco que siguen controlado el 8,5% del capital a través de Rucandio.
El fondo irrumpió en el capital del editor de El País en la ampliación de capital de febrero con un 5,7% de capital y en menos de cuatro meses unificó su paquete desperdigado en otros fondos de inversión. Fuentes del sector financiero consideran que Adar tiene intención de seguir creciendo en Prisa aprovechando la debilidad de la acción -en torno a los dos euros- y sus buenas perspectivas de crecimiento.
No hablamos de un paquete que les lleve a ser protagonistas ni con intención de influir, pero sí una inversión consistente que les permita rozar el 10% si es que las oportunidades así se presentan. Prisa está realizando profundos cambios en su estructura y los inversores esperan que en los próximos meses, el consejero delegado Manuel Mirat, presente al mercado un plan de desarrollo, el primero desligado de la herencia de tres décadas de Juan Luis Cebrián.
Entrada de capital extranjero en Prisa
De consolidarse el crecimiento de Adar, la familia Polanco quedaría relegada a ser el quinto accionista de Prisa, la compañía fundada por el patriarca Jesús de Polanco hace más de cuatro décadas y que hasta hace menos de una década controlaban más del 70%.
Una situación que obedece a los vaivenes bursátiles de cualquier compañía en bolsa, pero que refleja perfectamente el estado actual de un grupo que hace tiempo que dejó de ser familiar y que se abrió a capital extranjero, principalmente fondos de inversión, como una manera de aliviar su delicada situación financiera.
De hecho, en junio de 2016 se produjo el simbólico cambio de poderes cuando Amber Capital aumentó su participación en Prisa hasta el 18,3% convirtiéndose en el primer accionista del grupo por encima de los Polanco que se quedaban con solo el 17,5%. La estrategia de Juan Luis Cebrián de incorporar nuevos accionistas y las sucesivas ampliaciones de capital y canje de deuda pasaron factura a los hijos de Jesús de Polanco que no pudieron suscribir las nuevas operaciones.
Pacto de sindicación con Roberto Alcántara
La familia Polanco pasaba de poseer el 71% de Prisa en 2009 a disponer de menos del 20% de los títulos solo seis años después, en una muestra clara de la pérdida de influencia de la familia fundadora del grupo que además ha tenido que soportar fuertes pérdidas de sus sociedades patrimoniales en estos años, en especial Rucandio, su sociedad emblemática.
El golpe definitivo se lo dio el fin del pacto de sindicación con Roberto Alcántara. El empresario mexicano desembarca en Prisa en julio de 2014 tras invertir 100 millones de euros y unir sus acciones al pacto de control junto con la familia Polanco. Gracias a esta indicación Rucandio pasaba a controlar el 19% de los derechos de voto al unirse a su paquete accionarial el 9,3% que adquiría el empresario mexicano.
Presidencia de Manuel Polanco
Cuatro años después, y tras la última ampliación de capital, las acciones sindicadas de los Polanco y Alcántara quedaron reducidas a poco más del 15%. Días después -a finales de febrero de este año- se rompía el pacto y la participación de la familia fundadora quedaba recortada a poco menos de la mitad: el actual 8,49%.
Con este paquete accionarial se confirma la retirada de los Polanco de la primera línea y su participación en la compañía queda condenada a tener un bajo perfil más allá del puesto de presidente no ejecutivo que todavía ostenta Manuel Polanco, hijo menor de Jesús de Polanco.