Toni Soler (Girona, 1965) es un hombre de contrastes y de muchas caras que confluyen al mismo tiempo en la misma persona. Es el presentador del informativo satírico de TV3 Està Passant donde en clave de humor analiza la actualidad política diaria, pero además es un empresario de éxito que ha convertido a su productora Minoría Absoluta en el principal proveedor de programas de entretenimiento de la televisión pública catalana.
Toni Soler es además independentista y uno de los principales defensores públicos de Tsunami Democràtic, el movimiento que desestabilizó el Aeropuerto del Prat y las principales vías de Cataluña tras conocerse la sentencia del procés este lunes.
Pero esto no impide que su faceta de empresario se desarrolle con normalidad con el resto del Estado español, produciendo con su empresa el programa Todo es mentira de Cuatro y presentado por Risto Mejide, un comunicador que ha renegado del desafío independentista.
Soler es presentador y empresario, es independentista y hace negocios con España. Pero además es uno de los fundadores del diario Ara y es un prolífico escritor. Muchas aristas para una sola persona que mantiene una frenética actividad en redes sociales cargando contra todo el mundo que no sea 'indepe', pero que a la vez factura de uno de los programas estrella de un canal de Mediaset como Cuatro y realiza hasta tres programas al día en TV3.
Es una de las figuras más reconocida del panorama mediático catalán, pero antes del procés no era conocido para el gran público español. En enero de 2018 se preguntó en su cuenta de Twitter si se considera delito de odio "querer que un tráiler atropelle a los miembros del Supremo" después de que el alto tribunal haya acordado mantener la medida de prisión provisional que pesa sobre el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña y líder de ERC, Oriol Junqueras.
Soler defendió el referéndum del 1-O y la DUI. Y desde ese momento sus ataques a Ciudadanos, PP, PSC, Podemos, Catalunya en Comú y cualquier ideología no separatista, de izquierdas y derechas, han sido diarios. Esta semana el presentador y empresario ha vuelto a estallar en redes sociales tras la sentencia del procés y llamó a la movilización contra el Estado español.
"Amigos europeos, amigos españoles, amigos no indepes, movilizaros contra la amenaza común #TsunamiDemocràtic", dijo en su cuenta de Twiter, para luego congratularse de los primeros disturbios producidos en El Prat "Multitud hacia el aeropuerto. Esto apenas comienza", dijo.
El mismo lunes llamó directamente a ocupar las calles compartiendo el mensaje de Tsunami Democrátic con el comentario "pues venga". Este mensaje compartido indicaba: "Ha llegado la hora de hacer oír nuestra voz en el mundo, el objetivo es detener la actividad del Aeropuerto de Barcelona. Intentarán impedirlo y solo con la fuerza de la gente lo conseguiremos". Finalmente atacó a Pedro Sánchez: "Etapa nueva y superada. Pedro Sánchez, ciego, sordo y cínico", escribió en sus redes sociales.
Pero no fue lo único. La incontinencia tuitera de Toni Soler lleva varios días manifestándose. A comienzos de octubre se sumó a la campaña de ataques contra los medios de comunicación de ámbito nacional acusándoles de "prensa española, manipuladora. Lo tendremos que recordar cada día", publicabas en su perfil en Twiter. Las palabras de Soler son las mismas que se repiten en las manifestaciones indepentistas.
No obstante, es curioso que Soler ataque a los "medios españoles manipuladores" cuando no ha tenido problemas en emitir programas de su factoría en diferentes cadenas de televisión de ámbito nacional. En 2010, su productora Minoría Absoluta estrenó en Antena 3, un programa de sátira del mundo rosa y del corazón presentado por Àngel Llàcer y titulado La escobilla nacional. Pero antes ya había colaborado en Mire usté de Antena 3 en 2005 y el Las cerezas de Julia Otero en TVE en el año 2004.
Su productora también realizó el documental España en dos trincheras: la Guerra Civil en color que se emitió en DMAX, el canal de televisión de TDT española que alquila la major internacional Discovery a Unidad Editorial.
Su último gran contrato es la realización del programa Todo es Mentira de Risto Mejide, el espacio diario del polemista que se emite en las tardes de Cuatro y que ha sustituido el informativo de mediodía de esta cadena desde comienzos de año. Lo curioso es que a Soler no le molesta que su presentador estrella sea un detractor público del procés independentista.
"Alucino la rapidez con la que la gente es capaz de leerse las 493 páginas de una sentencia judicial. Para que luego digan que en este país no se lee", dijo Risto Mejide en sus redes sociales al conocer la sentencia, tras la cual se enfrascó en una discusión con Pilar Rahola, una de las periodistas que más han defendido el procés.
Del mismo modo, el pasado 26 de septiembre, el publicista dudó en una entrevista con Gabriel Rufián, de las motivaciones de los líderes independentistas: "No lo son, estos señores han tratado de pasarse la ley por el arco del triunfo, y hay unas consecuencias". Aunque después matizó: "Es inhumano dos años de prisión preventiva".
No obstante, el principal negocio para Soler es la televisión pública catalana. Los datos son claros e indican que Minoría Absoluta S.L. es la empresa audiovisual que mayor rédito económico ha obtenido de la cadena catalana en la última década. Entre 2010 y 2018 ha firmado contratos con la CCMA por valor de más de 70 millones de euros.
TV3 y subvenciones
Según las ultimas cuentas remitidas al Registro Mercantil por la productora de los 6,7 millones de euros que facturó en 2018, 5,75 millones los facturó a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), nada menos que el 85% de todos sus ingresos.
El mítico Polònia, uno de los programas más seguidos por el público catalán y que paradójicamente le ha hecho ganar a Soler los "españoles" Premios Protagonistas, Ondas y de la Academia de Radio y Televisión, le reportó tres millones de euros de ingresos durante 2018 y Està Passant, del que además es presentador, le reportó 1,5 millones.
Pero los ingresos de Toni Soler no llegan solo de la realización de programas, también lo hacen vía subvenciones. En 2018 recibió ayudas públicas de la Generalitat por valor de 133.000 euros, que se sumaron a las 116.000 euros del año anterior. Estas ayudas se justifican por el apoyo a la producción local catalana. ¿Resultado? La compañía ganó 126.000 euros, un 39% menos que hace un año.