Carlos Herrera ha estallado contra Pedro Sánchez y sus acuerdos de investidura. Es verdad que el comunicador estrella de Cope ha sido uno de los más críticos con la gestión del Presidente en funciones, pero pocas veces se le había visto, y escuchado, con tal nivel de crispación y enfado.
Este viernes Herrera hizo un alto en sus vacaciones de fin de año para comentar el acuerdo entre PSOE y ERC, y no se guardó nada: "El Sánchez que decía "nunca, nunca, pactaré con independentistas, prohibiré cualquier tipo de referéndum o no podré dormir si pacto con Podemos", es el que ha pactado con Podemos, el que va a permitir un referéndum y el que ha pactado con independentistas", dijo en su editorial de primera hora de la mañana.
"ERC sabe que con este acuerdo de alguna manera ya ha ganado. Es una espoleta con efectos retardados. Crea un precedente y pone en práctica eso de "Primero, paciencia. Y luego, independencia". En ningún momento se nombra en ese comunicado a la Constitución o que el pueblo español es sujeto de soberanía. Se olvida eso. El espíritu de Podemos encarna a todo el PSOE y los barones socialistas dicen que sí. Inclinan la cerviz".
Un Herrera enfurecido recuerda que el comunicado hecho público por las dos formaciones políticas entierra la judicialización del procés. "Fíjense ustedes, la judicialización dirime un límite entre lo que es legal y lo que no es legal. Y eso aquí salta por los aires. El hecho de que no haya líneas rojas señala que no va a haber ningún veto. Es una mesa de diálogo que va a tener un seguimiento, una fiscalización".
Del 'sanchismo' al 'marianismo'
Unas palabras que marcan el comienzo de una nueva era para Herrera. Una era marcada por un nuevo Gobierno de izquierdas en el que confluirán dos de sus blancos favoritos: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Una guerra en la que Herrera apretará las tuercas para ser más duro, si cabe, contra este nuevo Gobierno que previsiblemente verá la luz el próximo martes. De hecho, Herrera ya ha confirmado que el 7 de enero estará en el Congreso para dar la bienvenida a la investidura.
En la próxima legislatura Carlos Herrera buscará consolidarse como el gran referente mediático conservador, una lucha impulsada por sus convicciones ideológicas, sus filias y sus fobias, marcada por sus amistades políticas y en la que, además, buscará asaltar definitivamente el trono radiofónico de las mañanas, desde hace décadas en manos de Cadena Ser.
El comunicador de Cope se ha convertido en el azote del sanchismo y lo será aún más cuando Podemos entre en el Gobierno. Una situación ante la que muestra un importante enfado ante los micrófonos con sus editoriales diarios, pero que ante la que su equipo, la Cope y el mismo, sonríen.
Es la gran paradoja de Herrera. Mientras siga Sánchez en el poder las audiencias le seguirán favoreciendo, como se ha demostrado en el último año y medio. Un Gobierno del PSOE con dos elecciones de por medio, marcadas por el pulso independentista y la irrupción de Vox en el Parlamento en el que los oyentes del comunicador han crecido.
Referente conservador
Un viaje político en el que Carlos Herrera se ha radicalizado, se ha acercado a posiciones más conservadoras y ha coqueteado con Vox. Partiendo de una ideología muy cercana al Partido Popular de Mariano Rajoy, el presentandor ha abarcado todo el espectro ideológico de derechas. Siempre se le ha considerado un marianista por su estrecha relación con el expresidente y con la secretaria de Estado de Comunicación de éste, Carmen Martínez Castro.
Martínez Castro es considerada la gran responsable de que Herrera fichase por Cope y ha sido su madrina política en los últimos años. No es casualidad que el comunicador fuese el maestro de ceremonias de la presentación de las memorias de Mariano Rajoy hace unas semanas, donde se pudo ver una gran complicidad entre ambos, y donde Herrera calificó al expresidente de "una persona de fiar".
Una cruzada que comienza impulsada también por el exponencial crecimiento de sus audiencias, en un universo radiofónico donde los postulados más cercanos a la derecha solo tienen a Federico Jiménez Losantos y a la Cope, donde Onda Cero busca el centro y en el que la Ser y RNE se escoran más hacia la izquierda.
Récord de audiencia
En verano de 2018, antes de la moción de censura a Mariano Rajoy, Carlos Herrera registró 1.959.000 oyentes en el Estudio General de Medios (EGM), uno de sus peores datos desde su fichaje por Cope a mediados de 2015. No obstante, hacia finales de año ya superó los dos millones de oyentes y en el primer trimestre de 2019 -al filo de las primeras elecciones de este año- consiguió su récord histórico con 2.492.000 oyentes.
Unas cifras que le situaron a la menor distancia histórica del liderazgo de Hoy por Hoy. El programa presentado por entonces por Pepa Bueno -en su primera hora- y por Toni Garrido llegó a los 2.640.000 oyentes y se dejó 120.000. Por su parte, Herrera ganó casi medio millón y se quedó a solo a 148.000 fieles de distancia.
Con estos datos en la mano, Herrera volverá por sus fueros y con máxima tensión para 'fiscalizar' al nuevo Gobierno de PSOE y de Podemos, una guerra mediática que se antoja más dura y en la que el comunicador pondrá todos sus esfuerzos con el liderazgo radiofónico como objetivo.