Carlos Herrera: un negocio de 25 millones que amenaza con acabarse para Cadena Cope
Cerca de su retirada, el comunicador se ha convertido en una máquina de hacer dinero para la emisora de los obispos.
22 febrero, 2020 02:45Noticias relacionadas
Carlos Herrera es sin lugar a dudas el mejor negocio de la historia reciente de Cadena Cope. El comunicador es el alma de los ingresos publicitarios de la emisora, el más requerido por los anunciantes y el primer prescriptor de los productos que hacen fila para aparecer en su programa.
Herrera en Cope no solo ha marcado un punto y aparte en las audiencias de la emisora al duplicar su audiencia de las mañanas por encima de los 2,2 millones de oyentes diarios, sino que además se ha convertido en un revulsivo económico en los últimos cuatro años.
Un punto de inflexión que es más que evidente. Sin Herrera la emisora sumó pérdidas de 23 millones de euros entre 2010 y 2015. Con Herrera -fichado en verano de 2015- ha acumulado ganancias de más de 20 millones de euros entre 2016 y 2019.
En esta línea, el dato decisivo que refleja la importancia de Herrera tras su llegada a Cope es la inversión publicitaria. Los datos publicados por Infoadex esta semana indican que la emisora de los obispos facturó 113,5 millones de euros en publicidad durante el curso 2019, lo que ya le sitúa con el 27% de la cuota del mercado radiofónico.
En 2015, el último año completo sin Carlos Herrera, la cadena facturó 88,8 millones de euros y una cuota de mercado publicitario del 19,5%. Es así como Cope ha aumentado en 25 millones de euros sus ingresos en cuatro años. Y buena parte de este montante, gracias a la pujanza de su comunicador.
Sueldo de Carlos Herrera
Una arremetida que se ha llevado por delante el cómodo liderazgo de Cadena Ser. La emisora de Prisa ingresó 169,5 millones en 2019 con el 40,5% de cuota, frente a los 177,8 millones de 2015 (un 39%). Mantiene cuota, pero baja en ingresos, muchos de los cuales se han ido a la cadena de la Conferencia Episcopal.
En el caso de Onda Cero, la emisora de Atresmedia ingresó 79,7 millones de euros, un 19% del mercado. En 2015, en el último año de Herrera en esta cadena, ingresó 86,3 millones, con idéntica cuota de mercado que el año pasado.
Vistos los números, es innegable que Herrera es rentable para Cope. Incluso con su elevado salario. El comunicador se embolsa entre seis y siete millones euros al año, lo que incluye su salario y el de todo su equipo, además de alguna comisión por atraer anunciantes.
Herrera cobró entre 24 y 28 millones de euros en sus cuatro años completos en Cope, un periodo en el que ha mejorado las cifras publicitarias en 25 millones. Nada mal para una cadena que perdía dinero a espuertas antes de su llegada.
No obstante, hay un pero para esta situación. Y es el retiro programado de Carlos Herrera. Como ha dado cuenta este periódico el comunicador está en modo salida y desde el año pasado enfrenta todas las temporadas con el objetivo de reducir su carga de trabajo para realizar una retirada escalonada de las ondas.
Contrato hasta 2021
Esta temporada ya fichó a Pilar García Muñiz para hacer la primera hora del programa y busca un sucesor para La hora de los fósforos, pero hasta el momento sin éxito. Lo que es innegable es que es casi imposible suplir su figura y su peso económico y publicitario.
Y en la medida que la Cope no le encuentre un sustituto y una figura que al menos se acerque a su importancia, tendrá un serio problema. La emisora lleva ya un par de cursos buscando alternativas, pero sigue sin diversificar su cartera de anunciantes.
Todos quieren estar en Herrera o en los Deportes del fin de semana, pero pocos en el resto de programas. De esta manera, el día que el comunicador decida marcharse, algo que no está muy lejano según se encarga de dejar claro el propio comunicador, las arcas de Cope podrían verse muy maltrechas.
La Cope no tiene plan B y eso es evidente, algo que sabe el equipo directivo y el propio Herrera. Por eso el objetivo de la emisora es en estos momentos retener lo más posible al locutor. Su contrato expira en 2021, pero las fichas ya se mueven para intentar prolongar otros tres años. Todo está abierto.