Las radios comerciales agrupadas en la AERC -Ser, Onda Cero y Cope- han pedido ayudas públicas al Gobierno de Pedro Sánchez para garantizar la viabilidad de su negocio. Estas cadenas hablan de "una caída en la facturación publicitaria inédita en la historia de este medio", a causa del coronavirus.
Se refieren a un descenso que alcanza hasta el 80% de sus ingresos por publicidad en comparación con el mismo periodo que el año pasado, una caída "que pone en grave riesgo la continuidad de las emisiones".
Las emisoras se agarran a su labor como "servicio público esencial para la sociedad, asumiendo un papel fundamental a la hora de vertebrar mensajes que ayuden a contener la pandemia".
"Para ello, las cadenas se ven obligadas a incrementar la oferta informativa al máximo de sus capacidades productivas, y así poder así atender la demanda social de información y cooperación con las instituciones públicas y sanitarias".
Y agregan que la compañía es un valor consustancial al medio radio. "Y ahora, más que nunca, este valor se convierte en imprescindible para miles de personas (muchas de ellas mayores) que viven en soledad el confinamiento".
No pueden hacer ERTEs
Las emisoras dicen dicen que el paquete de medias económicas aprobado el pasado 17 de marzo por el Gobierno de España "no da respuesta a las necesidades de las radios comerciales". Dicen que no pueden acogerse a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ya que sin el trabajo de sus profesionales, "sería imposible emitir una programación comprometida con el servicio público".
"Para evitar que -a la salida de la pandemia- el deterioro de nuestras empresas se traduzca en destrucción de puestos de trabajo y en pérdida del pluralismo informativo como sostén de la democracia, la radio comercial urge la adopción por parte del Gobierno de España de un plan específico de ayudas e incentivos a las radios comerciales, que remedie su situación, en tanto persista la casi ausencia de publicidad en medio de esta emergencia nacional".
Paradójicamente, en estos momentos se está consumiendo más radio que nunca por culpa del confinamiento obligado por el coronavirus. Sin embargo, las campañas de radio son estacionales y dependen directamente de los programas que emiten.
Es así como los anunciantes pueden financiar campañas con la misma inmediatez con la que pueden quitarlas. En estos momentos, con caída de la facturación de muchas empresas lo que primero que se ha retirado es la publicidad en radio y en especial en programas deportivos del fin de semana que ya no se emiten porque no hay partidos de la liga de fútbol. Una situación extrema para el sector.