El segundo Estudio General de Medios (EGM) de Àngels Barceló ha dejado un sabor agridulce en Gran Vía 32, el cuartel general de Cadena Ser. La presentadora catalana mejoró las cifras de su anterior registro al frente de Hoy por Hoy en18.000 oyentes, aunque vio como todos sus competidores le recortaron distancias.
Particularmente sangrante fue el caso de Herrera en la Onda, que se disparó ganando 214.000 oyentes en los datos conocidos el lunes pasado. Con estas cifras Carlos Herrera se quedó a menos de 400.000 oyentes del primer lugar de las mañanas radiofónicas haciendo saltar todas las alarmas Prisa Radio.
En los despachos del equipo de Daniel Gavela se detectan ya dos hándicaps: el primero es la suerte de estancamiento que está sufriendo Barceló desde que se estrenara en solitario en el prime time de la cadena más escuchada de España; y el segundo es que todos sus competidores crecen.
En el primero de los casos, los datos no engañan y Barceló ha demostrado que ha perdido oyentes desde el último EGM de Pepa Bueno y Toni Garrido. Los dos presentadores que abandonaron en verano las mañanas de la Ser dejaron un último registro en 2.872.000 oyentes. Hoy Àngels tiene 2.832.000, 40.000 menos.
En la Ser no solo esperaban que Barceló fuese el revulsivo de la Ser y que aumentase distancias con Carlos Herrera, la gran amenaza de los últimos años y en parte responsable del profundo cambio en la parrilla matinal de la Ser hace ya casi un año.
Se recortan las distancias
Pero este distanciamiento no se ha producido. Desde verano, Herrera ha pasado de los 2.387.000 a los 2.443.214, ganando 56.000 fieles. Y la distancia entre los dos ha pasado desde los 485.000 oyentes hasta los actuales 389.000 en menos de un año.
De hecho, las diferencias actuales representan la segunda menor distancia entre los dos programas después de los 148.000 de distancia que registraron hace exactamente un año, un dato que fue el detonante definitivo del cambio de rumbo de Hoy por Hoy que terminó apostando definitivamente por Barceló.
Herrera es el principal problema, pero no el único. El otro gran hándicap es el crecimiento que ha registrado toda la competencia frente al estancamiento de la Ser. Después de Cope, la que más creció fue Radio Nacional con sus mañanas que se situaron en los 997.000 seguidores, 128.000 más respecto de los datos de finales del año pasado.
RNE ha recortado de un plumazo más de 100.000 oyentes a Cadena Ser y a Àngels Barceló. Del mismo modo, Carlos Alsina de Onda Cero también ha ganado oyentes, 21.000 más hasta los 1.195.000, un crecimiento discreto que, sin embargo, estuvo por encima de la emisora de Prisa.
Los datos demuestran que no vale la excusa de que los formatos radiofónicos informativos están saturando al oyente, ya que la Ser es la que menos crece y competidores directos se han disparado.
Cambios en 'Hoy por Hoy'
Pese a ello, en la Ser confían en que el formato comience a asentarse en los próximos meses y valoran que no haya experimentado grandes caídas. Consideran que el EGM es un estudio de costumbres y muchos no se han hecho todavía el hábito de escuchar a Àngels en las mañanas de la Ser.
En esta línea, nadie cree todavía que Barceló haya sido la elección equivocada y su puesto no está en cuestión. Eso sí, advierten en Gran Vía que sería conveniente que el próximo EGM -que no se espera hasta pasado el primer semestre- busque la remontada, para lo que debe incorporar algunos cambios en su programa.
Cuando se fichó a Barceló para las mañanas se apostó por su catalanismo como un elemento vertebrador de la sociedad en torno a una Ser progresista y donde todas las voces políticas estuviesen representadas.
No obstante, medio año después la comunicadora se ha convertido en la enemiga pública número uno del independentismo, lo que ha ido en contra del objetivo inicial de convertir al programa en un punto de encuentro de la sociedad catalana y española.
Una suerte de progresismo unionista que no ha convencido a muchos, en especial considerando que se compite contra Carlos Herrera, quien sí ha logrado unificar a todas las voces y a todos los oyentes de las tres derechas. Un duro camino para Barceló, aunque por el momento lo emprenderá con el apoyo de su emisora.