La operación política de Moncloa para tomar el control del grupo Prisa puede comenzar a cristalizarse este lunes. Las fuentes consultadas por Invertia indican que Amber Capital estaría cerca de conseguir los apoyos necesarios para cesar a Javier Monzón de su cargo de presidente no ejecutivo del editor de El País y Cadena Ser. Y en todo esto el Gobierno de Pedro Sánchez está teniendo un papel protagonista.
Como ya adelantó este diario, Monzón se juega a cara o cruz su futuro como primer ejecutivo de la compañía este mismo lunes, cuando la Junta de Accionistas de Prisa vote le continuidad del directivo. Amber, principal accionista que posee el 29,8% del grupo, lleva semanas moviendo ficha para poder conseguir los apoyos necesarios que garanticen la salida del presidente no ejecutivo.
Un movimiento en el que en los últimos días se ha involucrado directamente el equipo de Pedro Sánchez, presionando a los principales accionistas de la compañía para que retiren su apoyo a Monzón. Detrás de ello hay una cuidada operación de asalto al principal editor de España para recuperar su apoyo en un momento crítico para la vida política.
La Operación Prisa lleva meses preparándose, pero se ha acelerado tras la ruptura definitiva de Monzón con Moncloa tras nombrar a Javier Moreno nuevo director de El País y destituir a Soledad Gallego Díaz, que contaba con todo el apoyo de Pedro Sánchez y su jefe de gabinete Iván Redondo.
Lo primero es apartar a Monzón, pero lo siguiente será un cambio de calado en el Consejo de Administración para dar cabida a directivos afines a Moncloa. Incluso se prepara el recambio del recientemente nombrado director de El País, que -si todo se cumple- no llegaría a sentarse en sillón del diario de Prisa.
Pedro Sánchez ha caído en la tentación de todos los presidentes de Gobierno de querer tener al mayor número de medios de comunicación a su servicio. Durante el confinamiento ha notado las ventajas de tener máxima cobertura mediática y ahora quiere dar un paso más allá intentando unificar los apoyos que le llegan desde LaSexta y el grupo Atresmedia con los del grupo Prisa, con El País y la Cadena Ser como máximos exponentes.
La idea de Sánchez es construir un gran bloque mediático contra la prensa crítica a la que se sumaría Televisión Española cuando se haga efectiva la sustitución de la administradora única Rosa María Mateo, probablemente antes de finales de este año.
De esta manera, Sánchez ha aprovechado la lucha fratricida en Prisa para poner orden e inclinar la balanza a su favor. Joseph Oughourlian, representante de Amber y confidente de Pedro Sánchez, ha logrado el apoyo de Moncloa, pero a cambio de situar a cercanos al PSOE en su consejo.
Las fuentes consultadas por este diario indican que Moncloa pide al menos dos sillones en el consejo: José Miguel Contreras -fundador de laSexta-; Miguel Barroso -amigo personal de José Luis Rodríguez Zapatero.
Éstos fueron fundadores e ideólogos de laSexta y, en gran parte, responsables de la actual línea del canal que se ha hecho fuerte criticando al PP, Vox y Ciudadanos. Desde su antena se allanó en buena medida la moción de censura a Mariano Rajoy hace dos años y se abonó el terreno a las elecciones ganadas por Sánchez en 2019.
Nombramiento de Javier Moreno
Pero este no sería el único paso para asaltar Prisa. El cambio también pasa por tener un nuevo director en El País. Moncloa y Amber están de acuerdo en situar a Ignacio Escolar como director de la cabecera en sustitución de un Moreno que -sin quererlo- ha sido el germen para que Sánchez apurase la destitución de Monzón.
Escolar fue el director del extinto Público, diario montado por Jaume Roures, y ahora ha ganado peso como líder de eldiario.es, un periódico fuertemente relacionado con la izquierda y con Podemos. Con ello, Moncloa mataría dos pájaros de un tiro: se aseguraría fidelidad del diario y contentaría a sus socios de gobierno.
Del mismo modo, se crearía un eje fuerte entre Contreras y Escolar. El primero es accionista de eldiario.es e Infolibre y comparte con el director del primero estrambóticas teorías impulsadas desde círculos podemitas como la relación entre el 11-M de 2003 y el 8-M de 2020. Una serie de reportajes conjuntos en los que se intentó demostrar que la relación entre las marchas del 8-M y la propagación del Covid eran parte de 'teorías de la conspiración'.
Escolar ha indicado a este diario que no se le ha contactado ni se le ha ofrecido la dirección de El País y que -en cualquier caso- nunca aceptaría el cargo. Atribuye estas informaciones a la guerra interna en el accionariado de Prisa "de la que soy completamente ajeno", indica.
Por su parte, José Miguel Contreras ha indicado a este diario que "si me lo ofrecieran (el cargo en el consejo) de cara a la junta que tiene lugar este próximo lunes mi respuesta sería contundentemente negativa".
El nombramiento de Javier Moreno sentó como un jarro de agua fría en Moncloa porque se interpretó como un guiño a la vieja guardia del PSOE y al Felipismo. Javier Monzón cultiva una amistad de muchos años con Felipe González y le ha pedido apoyo para mantenerse en Prisa.
De hecho, el desembarco de Slim en el capital de Prisa en octubre se produjo gracias a la intervención directa del expresidente para apuntalar el núcleo de empresas españolas que apoya al exdirectivo de Indra en Prisa.
Para evitar esta influencia Felipista, uno de los primeros movimientos si es que se logra apartar a Monzón será "corregir" la situación poniendo a un director de El País de confianza. Monzón intentó abortar un primer asalto de Moncloa y Amber y nombró a Moreno sin consultarlo previamente con el consejo, lo que terminó de convencer a Sánchez de que la Operación Prisa debía ejecutarse.
Apoyos de Monzón
¿Tendrá este apoyo en la nueva arremetida de Amber? Moncloa se quiere asegurar que así sea y lleva días intentando convencer a los principales accionistas del grupo de las bondades del cambio de giro. De manera directa o indirecta el Ejecutivo ha intentado influir en Santander, los Polanco, los mexicanos Carlos Fernández y Roberto Alcántara, Slim, Telefónica, Abdullah Al-Thani y HSBC.
Una situación que no es fácil, en especial con las empresas del Ibex. Santander y Telefónica han sido empresas que han apoyado al Ejecutivo desde el comienzo de la pandemia. Por el bien de la economía, han cerrado filas con la gestión financiera, aunque ahora lo tendrán difícil para acudir a esta nueva llamada de Moncloa.
No parece sencillo que Santander retire el apoyo a Monzón, a quien ha nombrado como su representante en el grupo, aunque en el caso de Telefónica hay dudas. De hecho, la operadora de telecomunicaciones tiene la llave de la decisión final sobre la continuidad de Monzón con su 9% del capital.
La gran baza de Monzón es el Banco Santander y su presidenta Ana Botín. La entidad financiera tiene solo el 4,8% de las acciones, pero con influencia en cerca del 18% del capital. Por su parte, Los hijos de Jesús de Polanco tienen el 7,6% a través de Rucandio, aunque dejaron como garantía sus acciones a Santander después de que les financiasen en la última ampliación de capital. En una situación similar se encuentran los mexicanos Carlos Fernández con el 4,03% y Roberto Alcántara con el 5,2% del capital.
Otro aliado de Monzón sería Carlos Slim que tenía hace unas semanas el 4,3% a través de Carso. Slim es íntimo amigo de Felipe González y comparten intereses comunes en España y Latinoamérica. ¿Su ultimo movimiento? Subir al 5% su participación en Prisa para blindar a Monzón. Entre todos estos accionistas rozan el 26% del capital y todos ellos serían proclives a mantenerle en el cargo.
Posición de Telefónica
En contra tiene a Amber Capital con el 29,8% al que habría que sumarle el apoyo de los fondos de inversión que no tienen peso en el Consejo de Administración pero que suman más de un 6% del capital. Vanguard tiene un 1,6%, Melqart Asset Management posee un 3,6% y Polygon tiene un 1%. Amber más los fondos suman el 37% del capital.
Pero falta todavía por contabilizar a quienes no se han pronunciado y probablemente no lo hagan hasta el filo de la Junta de Accionistas. HSBC que tiene el 9% del capital y en otras ocasiones ha votado junto con Amber Capital. El qatarí Abdullah Al-Thani que posee el 5,1% y que está siendo cortejado por los dos bandos; y Telefónica que tiene una participación del 9%.
A diferencia de HSBC, Telefónica suele estar más en sintonía con el núcleo de empresas españolas del grupo, aunque Moncloa podría cambiar la decisión final de su voto. Las fuentes consultadas indican que la operadora no tiene decidido qué votará y no se conocerán sus intenciones hasta el mismo lunes cuando se ejecute la votación a mediodía.