La nueva normalidad tiene un ganador claro en materia de movilidad: el coche. El vehículo particular se ha impuesto a lo largo de estas semanas como el método de transporte más utilizado por parte de los usuarios. Una tendencia que con la salida del Estado de Alarma no ha hecho más que agudizarse.
Los resultados de la séptima y última entrega del Estudio sobre la movilidad española de Invertia señalan que el uso del coche supera el 86% de media entre las ciudades analizadas mientras que metro, autobuses urbanos o Cercanías se quedan en un 52%. La preponderancia del vehículo particular aún queda más clara si se analiza la movilidad provincial donde la recuperación de su uso llega al 92% frente al 88% de la pasada semana.
Este estudio analiza el uso del coche y el transporte público entre el 27 de abril y el 15 de junio en todas las provincias y en 10 ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Málaga, Sevilla, Palma de Mallorca, Bilbao, Las Palmas de Gran Canaria y Vigo) tras el confinamiento. En su realización se han combinado datos de las plataformas de movilidad de Apple, Google, Moovit, junto con la citada información del Ministerio Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la de la DGT y la de todas las instituciones tanto municipales como autonómicas que han querido colaborar.
En este punto queda destacar que sólo Madrid queda por debajo del 80% de recuperación de tráfico, con un 72%. Barcelona se separa 11 puntos de la capital de España hasta alcanzar un 83%.
Entre las provincias con más actividad, 44 ya han recuperado el 90% del nivel de desplazamientos previo al Estado de Alarma. Ademas, Ávila, Cantabria, Girona, Luego, Segovia, Soria y Zamora igualan o superan los niveles previos a las restricciones de movilidad.
Bilbao y Valencia, únicas cerca del equilibrio
Al analizar individualmente las ciudades, Bilbao y Valencia se han destacado durante todas las semanas de la desescalada como las ciudades con una evolución más compensada. Ambas se anotan la recuperación más equilibrada tanto del uso del vehículo particular como del transporte público.
Bilbao llega al Estado de Alarma con una recuperación del vehículo sólo 12 puntos mayor que la del transporte público, 95% frente al 83%. Valencia se destaca como la ciudad con mayor utilización del vehículo privado, 96%, mientras el transporte colectivo alcanza el 72%.
Las poblaciones más cercanas en el uso del transporte público son Vigo y Palma de Mallorca, únicas ciudades que rozan el 60% de la recuperación en este indicador. Zaragoza se queda en un 55%. Sevilla y Las Palmas de Gran Canaria quedan como las únicas ciudades donde la utilización del transporte público no llega al 40% de los niveles previos al Estado de Alarma.
La mayor velocidad de adopción del automóvil como medio de transporte para desplazarse durante las pasadas semanas se puede apreciar en el gráfico anterior. Durante las primeras semanas del análisis, las ciudades avanzaron más rápidamente de izquierda a derecha (incremento de tráfico) que de abajo a arriba (incremento de uso del transporte público). Para entender mejor esta evolución hemos trazado una diagonal entre los ejes X e Y.
Cuanto más cerca está una representación de una ciudad de esta línea, más balanceada es la evolución del uso del coche y del transporte público. El avance por debajo de esta línea señala un mayor peso del automóvil respecto al transporte público. Si un punto cruza esta linea y pasa a la parte superior, el transporte público está creciendo con más fuerza que el uso del vehículo individual en esa ciudad.
Nuevo crecimiento fuerte del coche
En lo que respecta al vehículo particular, todas las ciudades sobrepasan la barrera del 80% de recuperación. Sólo en Zaragoza y Mallorca el uso del coche crece menos que el del transporte público esta semana.
Al margen de los casos ya comentados de Valencia y Bilbao, destaca la recuperación de Barcelona. Durante semanas, la capital catalana formó junto a Madrid la pareja de ciudades con menor movilidad. Una vez se permitieron los trayectos entre provincias, el uso del coche se ha disparado en Barcelona siete puntos por encima del de la capital de España.
El análisis de las semanas en las que España ha vivido un proceso de recuperación de la movilidad por fases confirma que una parte importante de los ciudadanos que antes utilizaban el transporte público optan ahora por el vehículo privado. Pese a que el turismo está en niveles pírricos respecto al volumen habitual en las ciudades analizadas, no hay clases y parte de la población teletrabaja, el coche ha recuperado prácticamente los niveles de normalidad.
El transporte público en cambio no está consiguiendo llegar ni a la mitad de sus volúmenes previos a la crisis del coronavirus. Un dato que es preocupante en grandes ciudades como Madrid y Barcelona donde el la recuperación del coche prácticamente duplica la del transporte colectivo.
La vuelta del verano se presenta como un gran reto en materia de movilidad para los gobernantes municipales, sobre todo una vez que vuelvan las clases. Si esta tendencia se mantiene a partir de septiembre, las ciudades españolas corren el riesgo de enfrentarse a importantes problemas tanto en materia de congestión de tráfico como de emisiones.