Grupo Godó, editor de La Vanguardia, ha centrado el tiro y sondea la posible compra de El Economista, el diario económico de la editorial Ecoprensa. Con ello cumpliría los dos principales objetivos que persigue desde hace más de tres años: poner un pie en Madrid y salir del ámbito de la prensa regional catalana. Además, tendría así el músculo editorial necesario para competir de igual a igual con Unidad Editorial, Prisa y Vocento.
En el caso de los dos primeros grupos editores cuentan con una cabecera económica (Expansión y Cinco Días) que da influencia y les posiciona muy bien de cara a su relación con los anunciantes. Una pieza que falta en el grupo Godó con un generalista, un deportivo (Mundo deportivo), la radio más escuchada en Cataluña (Rac 1) y un televisón local (8TV).
Con El Economista, Godó aumentaría su influencia, elevaría exponencialmente las posibilidades comerciales al incorporar un diario económico y daría definitivamente el salto a Madrid, donde cuenta con una delegación de unas 15 personas.
Consolidado en el liderazgo de la prensa digital con 24,4 millones de usuarios únicos en noviembre para La Vanguardia, el grupo quiere trasladar este músculo a la prensa impresa, con el soporte de un diario económico en Madrid.
El Economista registró 11 millones de usuarios únicos en noviembre y una media diaria de 12.000 ejemplares de difusión en su edición en papel. Es el más leído en internet para su sector y tiene casi la misma difusión que Cinco Días y Expansión.
Fusiones en 2021
Con la compra de El Economista, Godó estaría en condiciones de competir en igualdad con históricos como Prisa, Vocento y Unidad Editorial. Además, se posicionaría como uno de los primeros en mover ficha en el panorama de fusiones y adquisiciones que los expertos prevén para el sector de prensa a partir de 2021.
Estamos hablando de una operación que estuvo muy cerca de cuajar hace dos años. En ese momento, Godó exploró al menos tres operaciones de calado, pero la que estuvo más cerca de concretarse fue precisamente la de El Economista.
En esos momentos, los equipos directivos estuvieron a punto de cerrar el acuerdo que contaba con la bendición del por entonces editor de Ecoprensa, Alfonso de Salas. No obstante, cuando estaba a punto de firmarse, el presidente editor, el conde Javier Godó, ordenó dar marcha atrás.
10 millones de euros
Las fuentes consultadas por Invertia indican que en aquel momento, la operación se estudió en torno a los seis millones de euros, aunque advierten que en los últimos dos años El Economista habría aumentado su valoración hasta, al menos, los 10 millones de euros.
Ésta sería precisamente una de las trabas. El Economista tiene una mejor salud financiera que en 2018 cuando se negoció por primera vez. De hecho, desde la llegada del empresario mexicano Raúl Beyruti como accionista mayoritario con el 20,6% del capital, las cosas parecen haberse encarrilado.
El dueño de GINgroup invirtió más de 2,6 millones de euros y terminó de cubrir la ampliación de capital de cuatro millones de euros de Ecoprensa de 2019. Esto valoraba la compañía en enero de 2019 en unos 12,6 millones de euros.
Las fuentes consultadas por Invertia indican que de cara a una negociación con La Vanguardia, Ecoprensa está mucho más fortalecida que hace dos años y que no tiene las urgencias del pasado.
Por otro lado, se indica que Beyruti no tendría gran interés por vender solo dos años después de haber desembarcado en la cabecera. De hecho, solo lo haría si hay un acuerdo con el resto de los socios de la compañía y por un precio por encima de lo invertido hace poco más de un año.
El resto de accionistas son Udra México (9,38%), Grupo corporativo Fuertes (5,75%), Francisco Gómez y Cia (5,01%) y Miguel Valladares (5%).
En 2017 y 2018 la compañía facturó algo más de 15 millones de euros, aunque el primero de estos años perdió 421.115 euros, un desequilibrio que se disparó hasta los 4.594.483 euros al año siguiente. Los datos de 2019 no son públicos, pero fuentes del mercado indican que se han reducido estas pérdidas.