Arsenio Escolar tiene una dilatada trayectoria en el mundo del periodismo y de la dirección de periódicos. Ha sido subdirector de El País y de Cinco Días, director del diario Claro, redactor jefe del diario El Sol y director de Diario 16 de Burgos. También fundó y dirigió hasta septiembre de 2017, el diario 20 Minutos.
Una historia profesional que ha compaginado en su última etapa con la dirección de la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP), la mayor asociación de prensa por número de asociados actualmente activa en España, con unas 160 empresas editoras y un millar de cabeceras impresas y digitales.
En 2020 la AEEPP se transformó en Clabe (Club Abierto de Editores), una actualización de la patronal con la que busca ser protagonista en los cambios y en el renacimiento del sector. No será fácil, porque como el propio Escolar reconoce en esta entrevista con Invertia, estamos ante "el momento probablemente más complicado de nuestra historia".
Crisis de 2008, crisis estructural, coronavirus, confinamientos e incluso la borrasca Filomena. Todo ha jugado en contra del sector de la prensa, una tormenta perfecta que los diarios pueden capear, pero no solos. Es por eso por lo que Escolar aprovecha de reivindicar el apoyo estatal y los fondos europeos como gran palanca para el renacer del sector.
Propiedad intelectual, fin del Canon Aede, cambios en la Ley de Publicidad Institucional. Son las recetas de Arsenio Escolar para que la prensa viva una nueva 'edad de oro'. Reconoce que no es fácil, pero confía en que el sector saldrá más fortalecido.
¿Qué valoración hace del mal año 2020 que tuvo el sector en tiempos de pandemia?
Tenemos una enorme preocupación. Las caídas de publicidad han sido estratosféricas y se han sumado al desplome de las ventas de ejemplares en prensa -y no solo los diarios- por las mayores dificultades de acceso a los puntos de venta de los clientes. La única esperanza, y por ver algo positivo, ha sido que los editores han completado en un año sus modelos de transformación digital para convertirse en unos jugadores de primera fila y se han puesto al nivel de los diarios nativos digitales.
¿Cómo ve el principio de 2021 ensombrecido por la tercera ola y frenando la incipiente recuperación de la economía y de la prensa?
Bastante negativo. Las previsiones del año pasado hablaban de una recuperación en 2021, pero no se consideraron factores imprevistos como los nuevos contagios o el temporal Filomena. Parece una tontería, pero al sector le afectó profundamente en su distribución durante el mes de enero. Hemos tenido los puntos de venta cerrados durante un par de semanas y con dificultades de acceso por parte de las furgonetas para los que tenemos productos impresos.
Me desalienta que el arranque del año esté siendo tan complicado, lo que ha generado que algunos recortes y ajustes se tengan que precipitar
¿Se han ajustado las previsiones para todo este año?
Pensábamos que el 2021 lo iba a arreglar todo, pero todavía no parece que así vaya a ser. Es verdad que llevamos solo un mes de este año y que algunas de estas cosas se van a solucionar, pero la nueva revisión de la perspectiva económica general también está afectando al sector, en especial en los ingresos de publicidad. Es decir, el año ha empezado raro y sin cumplir las expectativas positivas que teníamos en 2020.
¿Qué puede hacer el sector frente a esta situación? ¿Aguantar el chaparrón o comenzar a hacer más recortes o despidos?
Espero que todos tengamos el suficiente coraje y paciencia para aguantar un poco más. Los ERTE han sido una buena medida y nos han permitido ganar tiempo, por lo que el hecho de que prorroguen hasta mayo nos da un poco más de margen para recuperarnos. No obstante, me desalienta un poco que el arranque del año esté siendo tan complicado, lo que ha generado que algunos de estos recortes y ajustes se tengan que precipitar. Yo esperaría a que no afecte mucho al empleo, pero me temo que va a terminar impactando si la crisis se prolonga mucho más tiempo.
¿Qué pasó con la batería de medidas que propuso al Gobierno en pleno estado de alarma?
En general creo que ha existido insuficiente apoyo institucional. Desde la plataforma que hemos constituido con ARI, Coneqtia y Arce alertamos muy pronto a todas las instituciones públicas, especialmente al Gobierno central, de que el impacto de la pandemia en el sector era terrible y que había que atajarlo lo antes posible. Elevamos 25 medidas, algunas de ellas en nuestra opinión de resolución inmediata, otras más de medio y largo plazo. Algunas se han hecho y otras no. Es decir, que ahí también tienen tarea las Administraciones públicas.
Da la impresión de que todas las medidas que propusisteis -entre ellas ayudas directas- no fueron a parar al sector y que diez meses después no parece que vayan a llegar.
Realmente se aprobaron dos tipos de ayudas que favorecieron al sector: la rebaja del IVA de la prensa digital y los préstamos ICO, que no eran directas, pero que si utilizaron muchos editores. Es verdad que son ayudas que debemos devolver y que hay que pagar en el futuro, pero que tengan un periodo de carencia nos permite albergar esperanzas de que, cuando llegue de verdad la recuperación a la economía general y al sector en particular, podamos afrontar estas obligaciones.
Pero en general, ¿no le da la impresión de que el sector ha sido uno de los menos favorecidos con los sucesivos planes de ayuda pública a la economía?
Es verdad, no ha habido más medidas. Esa batalla de grandes ayudas y paquetes al sector está perdida. Por eso ahora nos tenemos que concentrar en pequeñas cosas que estaban pendientes como, por ejemplo, la calificación de la prensa en el servicio postal universal, que significaría un ahorro importante de costes para el sector. Para un pequeño y mediano editor de revistas le aligeraría bastante sus costes de distribución el que la prensa fuera servicio postal universal.
Estamos elaborando algún proyecto en fase incipiente para acudir a los fondos europeos
Pero siguen sin ser grandes ayudas...
En el caso de las grandes ayudas creo que estamos en otra fase. Estamos en la fase de los grandes proyectos y es ahí donde tenemos que estar como asociación. Estamos elaborando algún proyecto en fase incipiente para acudir a los fondos europeos. Creo que somos uno de los sectores más devastados económicamente por la pandemia y tenemos pleno derecho a acudir a esos fondos europeos. Cumplimos además con las condiciones que ponen los fondos, como por ejemplo el de la transformación digital. Algo obvio para la prensa y en el que tenemos mucho que hacer el sector de medios.
¿A qué tipo de proyectos se refiere?
Estamos trabajando en un proyecto muy concreto que tiene unas líneas generales, todas encaminadas a la transformación, no solo digital, sino que también en transición ecológica e igualdad del sector. Hay muchas líneas en las que podemos trabajar desde la asociación y además hemos invitado a que nuestros asociados a título personal se sumen al proyecto. Probablemente vayamos con algún proyecto que liderará la propia asociación, Clabe, y tendrá además algunos asociados metidos dentro del proyecto.
¿Con qué velocidad cree que llegarán estos fondos europeos?
Creemos que se están retrasando, pero espero que no se retrasen mucho más porque esta es una de las grandes esperanzas del sector y de la economía en general para este ejercicio.
¿Antes de final de año?
Esperamos que sea antes de final de año, de lo contrario sería desastroso, no para nosotros, sino que solo para la economía en general. Da la impresión de que la Administración ha dado algunos pasos, pero todavía incipientes. El Real Decreto se acaba de conocer hace menos de un mes y ahora mismo los ministerios y las CCAA están trabajando en los protocolos y los formularios. Me temo que como pronto tendremos noticias antes del verano, porque si se demora hasta fin de año muchas empresas no aguantarán.
¿Qué otros elementos se podrían retomar de vuestro paquete de medidas presentado el año pasado?
Además del servicio postal universal, tampoco es tarde para definir nuevos criterios de reparto de publicidad institucional. En el documento que enviamos al Gobierno ya decíamos que no está funcionando y que hay que hacer una reforma profunda. La Ley vigente se hizo en 2005 y en quince años el mundo de los medios ha cambiado radicalmente. No se parecía nada a los medios de hoy y la llegada de los medios digitales no se preveía entonces. Del mismo modo, nosotros siempre hemos hecho el reproche de que solo afectaba a la Administración central del Estado, pero no a las Administraciones autonómicas ni locales.
Está claro que el artículo 32.2 no ha funcionado. Si se pretendía con ello que los editores encontráramos una nueva fuente de ingresos, la evidencia es que no ha sido así
¿Se refiere también al peso de los grandes grupos en el reparto?
Creemos que un nuevo cuerpo legal debería establecer criterios para que no se invierta mayoritariamente solo en los grandes grupos. Si es dinero público hace falta que llegue también a los pequeños y medianos editores y que se haga con mucha más transparencia de la que se está haciendo. Hemos tenido muchísimas experiencias dolorosas y tristes en instituciones públicas con reparto de dinero con criterios poco profesionales. Todavía estamos a tiempo. Lo pedíamos en marzo del año pasado y creemos que por ahí tenemos que trabajar mucho.
Otro tema que debe decidir el Gobierno es la transposición de la ley europea de derechos de autor y decidir si se elimina el Canon Aede y el artículo 32.2. ¿Cuál es su posición?
Está claro que el artículo 32.2 no ha funcionado. Si se pretendía con ello que los editores encontráramos una nueva fuente de ingresos, la evidencia es que no ha sido así. Del mismo modo, ni estábamos en 2014 ni lo estamos ahora, de acuerdo en dos cosas: la primera es la irrenunciabilidad de los derechos. Si los derechos son nuestros, de los editores, creo que tenemos el derecho de gestionarlo como nos parezca oportuno, incluido regalarlos, cosa que no permite el 32.2. En segundo lugar, tampoco estamos de acuerdo en la obligatoriedad colectiva de los derechos.
¿Qué cree que hará al final la Administración?
La posición que tenía la AEEPP cuando salió la LPI española es la misma que tenemos ahora en Clabe ante la transposición de la directiva europea. Creo que el Gobierno debería adoptar lo que estamos pidiéndoles la inmensa mayoría de los editores y es recuperar la gestión de los derechos. Es lo que dice Europa por lo cual no se entiende que todavía haya este debate. Yo comprendo que el Ministerio de Cultura y el Gobierno tienen que hablar con todo el sector, pero creo que, por ejemplo, en AMI tampoco hay la unanimidad que podía haber hace seis años o hace unos meses.
¿Hay unanimidad en el sector?
Cada vez es más predominante la posición histórica de nuestra asociación, que es contraria a la irrenunciabilidad de los derechos y a la obligatoriedad colectiva de los mismos.
¿Qué pasa con el fomento de la lectura y de la prensa, un plan que siempre está ahí y que no se ha hecho nada?
Es verdad y ahora es más urgente que nunca. Si las Administraciones públicas no son conscientes ahora de la importancia del papel de la prensa no lo van a hacer nunca. Y esta es la ocasión de reivindicar todo. Esto es evidente. El Ministerio de Cultura tiene un plan de fomento de la lectura que probablemente tenga una pata dirigida a nosotros, pero que tiene que poner en marcha.
Es el momento de mayores problemas, pero también probablemente de mayores oportunidades, porque si hacemos bien las cosas en el sector y lo hacen los legisladores, podemos salir muy fortalecidos
En medio de una tormenta perfecta...
Estamos ante un momento crítico de los medios de comunicación, no solo en España, sino que también en todo el mundo. Se han juntado una serie de factores, unos coyunturales y otros estructurales, que hacen que las decisiones que se tomen ahora por parte del sector, de las Administraciones públicas y de los reguladores, sean fundamentales para saber hacia dónde vamos. Nosotros como asociación de editores no hacemos otra cosa que recordárselo todos los días en multitud de foros, cartas y sugerencias.
¿Un acuerdo global por la prensa?
Tienen que ser conscientes de la importancia de la prensa, que somos un sector clave y fundamental en los Estados democráticos y en las sociedades de derecho y que este es el momento, probablemente, más complicado de nuestra historia. O entre todos nos ponemos de acuerdo en salir de este atolladero o tendremos un problema, no solo los medios, sino que la sociedad en su conjunto.
¿Qué margen tenemos?
No mucho, por eso tenemos que seguir insistiendo. Desde el sector de medios tenemos que ser capaces de presentar proyectos a los fondos europeos. Pero también el Gobierno o la Administración pública tienen que ser capaces de darse cuenta de que ahí tienen una oportunidad de fortalecer el sector de medios. Si no es así, entonces sí podríamos decir que hemos perdido un tren, pero no lo hemos perdido nosotros solo, lo ha perdido el conjunto de la sociedad
¿Los fondos europeos son la última oportunidad?
Nosotros estamos alentando mucho a nuestros editores a que presenten proyectos a la UE. Y se lo decimos tanto sea con nosotros o sea a título individual, porque esa es la manera de recordarle a la Administración pública de que aquí estamos. Es otra manera de decirles que necesitamos transformarnos y labrarnos un nuevo horizonte de futuro para superar una de las peores crisis históricas del sector.
Se nos ha juntado todo: no nos habíamos recuperado de la anterior crisis, de la crisis estructural del cambio de modelo por la eclosión de internet y ahora nos viene la crisis de la pandemia y todas las consecuencias, más la crisis de ola infodemia y de la intoxicación de las fake news. Es el momento de mayores problemas, pero también probablemente de mayores oportunidades, ya que si hacemos bien las cosas en el sector y lo hacen los legisladores, podemos salir muy fortalecidos.