RTVE y la Agencia EFE han decidido cesar temporalmente su actividad informativa en Rusia como consecuencia de la aprobación de una nueva ley que prevé penas de hasta 15 años de cárcel "por diseminar lo que las autoridades puedan considerar 'información falsa' en relación con la guerra en Ucrania".
"Lamentamos profundamente este gravísimo ataque a la libertad de expresión; un intento evidente del Kremlin de ocultar la verdad a la opinión pública", ha declarado la presidenta de Efe, Gabriela Cañas.
La corporación de radio y televisión públicas y la gran agencia española se suman a la ya mayor parte de medios internacionales -casos de CNN o Bloomberg- con sede en Moscú y también a los propios medios nacionales que no están dispuestos a seguir el dictado del Kremlin para contar la guerra que Vladimir Putin decidió unilateralmente librar contra Ucrania.
La BBC tomó la decisión este viernes. No dudan que la ley rusa criminaliza al "periodismo independiente". "La seguridad de nuestros trabajadores es primordial -explicó la cadena en una nota- y no estamos preparados para exponerlos al riesgo de un proceso criminal simplemente por hacer su trabajo".
Hasta 15 años de prisión
Putin dejó muy claras sus intenciones con la prensa este viernes con la citada norma, aprobada por unanimidad por las dos cámaras del Parlamento de Rusia. La nueva legislación contempla castigar con entre 10 y 15 años de prisión la difusión no ya de información falsa sino, como recalca Efe en su teletipo sobre este asunto, "lo que las autoridades puedan considerar" como tal.
Además, Rusia encerrará hasta cinco años a quien en sus "acciones públicas" busque -dice el régimen de Putin- desprestigiar el empleo de la Fuerzas Armadas, a fin de "la defensa de los intereses de Rusia y sus ciudadanos y la preservación de la seguridad y paz internacional".
Una tercera pena, de tres años, caerá sobre quien "haga llamamientos a otros países a establecer sanciones contra Rusia".
Las autoridades rusas han bloqueado también el acceso de sus ciudadanos a medios occidentales, como la propia BBC o la alemana Deutsche Welle, y han cerrado varios medios nacionales para impedir el acceso a información independiente.
Al otro lado, la Unión Europea decidió cancelar la emisión en su territorio de RT y Sputnik, concretando las directrices que 'telecos' y plataformas digitales que incluyen estos canales en sus paquetes de televisión deben seguir. Otras acciones en este sentido son las de Twitter y Spotify, que han dejado de ofrecer contenidos de fuentes afines al Kremlin.