Las ‘telecos’ y plataformas recibieron hace un par de semanas la orden directa de la Unión Europea (UE) de dejar de difundir el contenido de los medios de comunicación ‘proPutin’, Russia Today (RT) y Sputnik. Al veto se sumaron otros gigantes como Facebook, Twitter, Instagram y YouTube. Estos movimientos hicieron pensar que, al menos en Europa, “la maquinaria mediática del Kremlin” había quedado silenciada. Sin embargo, una plataforma ‘anticensura’ denominada Odysee se ha negado a cancelar sus emisiones.
Concretamente, desde la empresa han explicado que, aunque les “han pedido” que eliminen a dichos medios de su espacio, no lo van a hacer. “No nos importa la política, y ser una plataforma significa que tenemos que ser una plataforma. Ya sea CNN, Fox, RT, etc. Todo tiene su lugar en Odysee”, zanjaron a través de su cuenta de Twitter.
Lejos de prohibir su contenido, desde que se anunciaran los bloqueos a Sputnik y RT, ambos han aumentado su presencia en la plataforma. Solo hasta media tarde, el pasado lunes Russia Today había publicado 27 vídeos, a los que además hay que sumar el directo permanente de RT en español. Pero… ¿por qué Odysee puede ir a contracorriente?
‘Anticensura’ y sin intermediarios
En primer lugar y, aunque resulta cuanto menos curioso, Odysee fue fundada por el político y desarrollador americano Jeremy Kauffman y es considerada una plataforma estadounidense. Su creador -quien a través de sus redes se ha mostrado en contra de Ucrania- la puso en marcha como respuesta al presunto control ejercido por las grandes empresas tecnológicas y el Estado.
La plataforma, muy similar a YouTube, mantiene como señas de identidad que se trata de un espacio donde la censura no tiene cabida y en el que no existen intermediarios, es decir, no depende de terceras personas, empresas u organizaciones. Esta última parte es la que, por el momento, libra a la compañía de tener que responder ante las órdenes de cancelación.
La independencia la logran utilizando la tecnología blockchain. Esta se basa en el protocolo descentralizado y de código abierto LBRY -lanzado por el propio Kauffman en 2015- que aplica esta técnica al intercambio y la publicación de archivos de todo tipo. Según comentan los expertos, Odysee sería algo parecido a una evolución de la biblioteca audiovisual Lbry TV.
Gracias a esta ‘libertad’, solo los usuarios seleccionan qué contenido es relevante y cuál no. Todo el material es igual de válido para esta imitación de YouTube, a excepción del producto “pornográfico que incite a la violencia o de violencia extrema”.
La web cuenta con un gran número de contenidos que han sido eliminados de YouTube por no cumplir las normas comunitarias como vídeos de ex bloggers ‘antivacunas’ o de expertos en criptoactivos que aconsejan sobre los movimientos en este mercado.
Funciona como ‘criptomonedero’
No solo incluye contenido de este tipo, sino que la propia Odysee también opera como cartera de criptomonedas con un token propio, el Crédito LBRY. ¿Esto qué significa? Que en esta plataforma todos ganan.
Tanto los usuarios que ven vídeos o se suscriben a canales, como los creadores de contenido que publican vídeos ‘de pago’ pueden ganar tókenes y almacenarlos en un criptomonedero para más tarde transformarlo en dinero común.
Con todas sus ventajas o peculiaridades, la plataforma americana de reciente creación está actuando de oasis para los medios estatales rusos que reman a favor del régimen de Putin. En un contexto tan delicado como un conflicto bélico, salen a relucir las lagunas legales de las tecnologías más innovadoras y se plantea de nuevo el debate de los límites para la libertad de información.