“Claro que tiene presión. Ha recibido casi 1.000 millones de euros y los tiene que gastar. Ahora mismo, hay una enorme liquidez en el mercado inmobiliario”, explica el responsable de una firma del sector que prefiere permanecer en el anonimato, dado de quién habla. “Hoy hay mucha más liquidez de la que había en 2007 y hay más gente buscando activos, sobre todo en zonas prime [activos de mayor calidad en zonas estratégicas], por eso tiene tanta presión Pontegadea”.
Se trata de la sociedad inmobiliaria de Amancio Ortega. Una presión que se produce por una situación que para la mayoría sería envidiable. Esta semana, la firma a través de la que el fundador de Inditex realiza sus inversiones inmobiliarias, ha recibido más de 480 millones de euros gracias al maná de dividendos que genera el grupo textil, del que Ortega es su principal accionista con casi el 60% del accionariado.
Esa cifra es sólo una parte, casi la mitad, de los más de 960 millones que obtendrá este año por el reparto del beneficio de Inditex de 2014. Sólo en los últimos cinco años, la sociedad de Amancio Ortega ha obtenido más de 4.000 millones de euros gracias a esta lluvia de dividendos.
Y toca gastarlos. El problema es dónde. “Se desconocen muchas más inversiones de Pontegadea de las que se saben”, asegura otro directivo del sector. Ortega tiene inversiones por medio mundo, pero también mantiene una fuerte exposición al ladrillo español y toca diversificar. No en vano, es dueño de numerosos inmuebles en el madrileño Paseo de la Castellana y el Paseo de Gracia barcelonés.
Con la mirada puesta en Estados Unidos
“Si yo tuviera que apostar, creo que el 50% de la inversión se irá a mercados dólar, un 10% o un 15% a España, un porcentaje similar a Asia, en la que también incluyo Australia y Japón; y el resto a otros países europeos”, intuyen las citadas fuentes. Si mira al mercado norteamericano, la vista está puesta en dos áreas, la Costa Este, Chicago, Washington; y la Costa Oeste, desde California a Seattle.
Creo que el 50% de la inversión se irá a mercados dólar, un 10% o un 15% a España, un porcentaje similar a Asia
Hay por tanto pautas claras, compra en grandes ciudades, en zonas clave, con inquilinos -nada de edificios vacíos- y en operaciones que oscilan en una franja que está, casi siempre, entre los 200 y los 500 millones de euros. Así ha sido, por ejemplo, uno de sus últimos movimientos. A principios de septiembre adquirió toda una manzana en Miami por 370 millones de dólares (345 millones de euros). Un inmueble en la arteria comercial de la ciudad, Lincoln Road y con inquilinos de renombre como Apple (uno de sus favoritos a la hora de comprar) y GAP, la enseña estadounidense rival de Inditex.
El éxito de Primark es también el suyo
Si en España busca no hay demasiadas opciones. “No hay muchas torres Picasso, ni muchos Gran Vía 32”, señalan las citadas fuentes. Este último inmueble, la antigua sede del grupo Prisa, acaba de convertirse en la principal megatienda de Primark, la competidora irlandesa de Zara, con más de 12.000 metros cuadrados en pleno centro de Madrid. Por el inmueble, Pontegadea pagó más cerca de 400 millones de euros. También es suya una de las principales tiendas de Primark en Londres.
Su otra gran operación en la capital fue la Torre Picasso. Precisamente, cuando el sector inmobiliario pensaba que sus pasos, igual que pasa ahora, se iban a encaminar hacia edificios de la parte del mundo que paga en dólares, se quedó en Madrid. A finales de 2011, en pleno pinchazo del ladrillo, adquirió la torre del área de Azca a FCC por 400 millones de euros. La constructora necesitaba vender y Ortega logró colarse en el corazón financiero de la capital.
Ahora sólo hay una opción similar: Torre Espacio. Se trata de una de las cuatro torres que rematan el Paseo de la Castellana y de las que partiría la aún en el aire operación Chamartín. El grupo Villar Mir, a través de su inmobiliaria Espacio, puso en venta el rascacielos por el que preveía obtener cerca de 600 millones de euros.
Desde el primer momento, Ortega ha estado entre los candidatos a comprador dado que el inmueble cumple todos los requisitos: localización, tiene inquilinos (el 50% lo ocupan las empresas de Villar Mir, aunque también alberga las embajadas del Reino Unido o Canadá) y su precio se ajusta a sus criterios, aunque los supera ligeramente. Sin embargo, a día de hoy, el empresario de origen leonés parece haberse descolgado de los principales candidatos, entre los que destacan, según Expansión, otra fortuna española, los March; y el fondo Invesco.
¿Cómo estructura sus inversiones?
La estructura societaria que ha permitido a Amancio Ortega llegar a ser hace unas semanas (pero sólo por unas horas) la persona más rica del mundo es en apariencia sencilla. La controla a través de la mencionada sociedad Pontegadea Inversiones. De ella penden sus acciones de Inditex y las distintas sociedades inmobiliarias que tiene repartidas por medio mundo (España, Estados Unidos, Canadá, México, Francia, Reino Unido, Italia y Luxemburgo).
Sólo en España, la filial Pontegadea Inmobiliaria (comparte nombre con la matriz) es un gigante con activos valorados en 5.593 millones de euros que en el pasado ejercicio generó 182 millones de beneficio gracias a alquilar sus edificios. Una ganancia con la que engorda la maquinaria, ya que (al igual que hace con el dividendo de Inditex) lo reinvierte en la compra de nuevos inmuebles. Y vuelta a empezar.
Si el equipo de gestores que decide las inversiones de Ortega decide por Europa, las principales opciones son Londres, donde ya tiene inmuebles en Oxford Street y en el West End, entre otros; en París, donde al igual que ocurre en Valencia y Barcelona, es casero de Apple; o en Milán, la capital de la moda italiana donde, que se sepa, no tiene ninguna propiedad de renombre. Sin embargo, Estados Unidos es, de nuevo, la que suena con más fuerza.