Río revuelto en Zinkia. La productora de dibujos animados atraviesa una nueva fase de su guerra accionarial entre su presidente, José María Castillejo, y el actual segundo socio, Miguel Valladares, después de que se haya levantado el concurso de acreedores y sus acciones vuelvan a cotizar en bolsa desde el pasado 2 de noviembre.
La empresa y su presidente han denunciado en los tribunales que Valladares cuenta con el control directo y acceso indirecto sobre más del 50% de las acciones, lo que le obligaría a presentar una OPA, según las reglas que rigen en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y según consta en los estatutos de la compañía.
De acuerdo con un documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Zinkia ha instado al MAB, el mercado en el que cotizan sus acciones, y a la CNMV, a que se personen en el proceso judicial que lleva la subasta del 33% de las acciones de la compañía en manos de Jomaca 98, sociedad en concurso y propiedad de Castillejo.
Se trata de la ejecución de un préstamo que Castillejo contrajo con Bankia (Bancaja), pero cuyo titular actual es el segundo socio de la empresa, tras comprárselo a la entidad financiera. La garantía del crédito es el 33% de Zinkia. Valladares ha manifestado una y otra vez su intención de hacerse con los títulos en prenda.
Otro 12% 'oculto' en el cajón
Dicha subasta fue suspendida por cuarta vez el pasado 4 de noviembre, justo después de que Zinkia volviese a cotizar en bolsa tras 18 meses suspendida. De haberse celebrado entonces la subasta, el precio de referencia para la misma eran los 0,48 euros por acción en que la cotización quedó suspendida. Sin embargo, una vez que se ha reanudado, el ‘nuevo precio’ se sitúa por encima de 1 euro. Zinkia ha subido un 150% en bolsa en la última semana, hasta los 1,2 euros del cierre del miércoles.
Paralelamente, y en virtud de un acuerdo de Valladares con Castillejo en 2009 cuando compró su primer 5% de la empresa, el presidente de Zinkia concedió como garantía de recompra de esas acciones un 12% del capital de la empresa. En caso de no recomprar las acciones a Valladares, el traspaso se produciría automáticamente. Sin embargo, Jomaca 98, al igual que Zinkia, entró en concurso de acreedores y se congeló la opción.
Según el escrito de Zinkia, Valladares “ha mostrado su voluntad firme de adquirir un porcentaje de acciones que junto a las que ya poseía llegan a representar más del 50%”, narran fuentes judiciales a EL ESPAÑOL. “Todo ello demuestra que la situación actual obedece a un plan y estrategia perfectamente estructurado y premeditado y no a una situación sobrevenida”, apuntan.
De esta manera, Valladares tendría un 11% de forma directa, pero el acceso a controlar otro 44% en manos de Castillejo una vez se resuelvan los procesos judiciales en marcha. La carta al MAB hace constar, eso sí, que esa situación incurre el supuesto que obliga a lanzar una OPA sobre Zinkia al superar el 50% de las acciones.
Querella entre accionistas
Junto a la situación mercantil de las acciones de Zinkia, los dos mayores accionistas de la empresa siguen enfrentados en los tribunales en el ámbito de lo penal por presuntos delitos societarios cometidos por Castillejo durante su presidencia, que declaró el miércoles ante el tribunal.
Es lo que denuncian Miguel Valladares y Alberto Delgado, ambos exconsejeros de Zinkia, que la acusan de administración desleal, falseamiento de información y de querer mantener el control de la sociedad en perjuicio de los accionistas. Castillejo declinó realizar comentarios a este periódico sobre este y otros extremos, si bien quiso dejar claro que está dispuesto a vender su participación en Zinkia.