La paloma finalmente echó a volar como un halcón. Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed) ha decidido que ha llegado el momento de empezar a deshacer la montaña de estímulos que levantó la entidad en los años de la gran crisis económica. La institución ha anunciado que sube los tipos de interés en 25 puntos básicos, desde su nivel de mínimo histórico en el que se encontraba desde 2008 entre el 0 y el 0,25% hasta una horquilla entre el 0,25 y el 0,50%. "El Comité cree que ha habido una mejora considerable de las condiciones del mercado laboral este año y confía razonablemente en que la inflación subirá hasta su objetivo", explica la entidad en su comunicado.
Yellen, una paloma convencida -así es como se conoce a los banqueros centrales que prefieren adoptar políticas monetarias más expansivas para favorecer el empleo- ha sido la encargada de empezar el ciclo alcista de los tipos de interés. Ha cumplido las expectativas de los halcones -como se conoce a los banqueros centrales que prefieren tener una política más restrictiva para evitar desequilibrios en la economía-, pero eso no significa que haya perdido sus convicciones. Nada más lejos de la realidad. Yellen avisa que seguirá de cerca la evolución de la economía estadounidense para no interrumpir la recuperación económica.
Todos los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto votaron a favor de subir los tipos de interés. Ninguno se opuso a esta decisión, lo que refleja la unidad interna dentro de la entidad a favor de esta decisión.
Además, la entidad ha actualizado su previsión de los tipos de interés y proyecta cuatro subidas del precio del dinero más en 2016 de 25 puntos básicos cada una. Los miembros de la entidad ven los tipos de interés un punto más arriba a finales del año que viene: entre el 1,25 y el 1,05%.
La entidad también ha revisado su cuadro de proyecciones macroeconómicas para los próximos años sin apenas cambios. En el caso del PIB, mantienen una estimación de avance del 2,1% para este año, y suben una décima la previsión para 2016, hasta el 2,4%. Además, recortan una décima la tasa de desempleo prevista para los próximos tres años, hasta el 4,7%. Por último, recorta en una décima la estimación del IPC para el próximo año, hasta el 1,6%.
Un día que ocurre una vez por década
Han pasado 4.552 días, más de 650 semanas y más de 10 años desde que la Fed inició su último ciclo alcista de los tipos de interés. Fue en junio de 2004. En todo este tiempo, el mundo ha vivido la mayor crisis económica desde la Gran Recesión y ha visto unos estímulos monetarios como nunca antes hubo. La Fed se ha pasado un año y medio valorando cuándo era el momento idóneo para empezar a subir los tipos, exactamente desde mayo de 2013, cuando Ben Bernanke puso el debate sobre la mesa. Sin embargo, durante todo este tiempo la entidad retrasó este día, ya que la recuperación de la economía estaba muy débil y los mercados financieros se mostraban muy vulnerables.
Después de todos los despueses, la Fed finalmente ha decidido subir los tipos de interés en 25 puntos básicos. El nuevo nivel objetivo para los Fed Funds, esto es, el tipo de interés del mercado interbancario, se sitúa ahora entre el 0,25% y el 0,50%. Una decisión que pretende elevar el tipo de interés de todas las deudas de EEUU con el objetivo de fomentar un crecimiento más equilibrado de la economía y que no esté basado en el crédito barato.
Fed, ¿qué pretendes?
Con esta decisión, la Reserva Federal eleva en 20 puntos básicos el tipo efectivo que se paga en el mercado interbancario, los conocidos como Fed Funds. De este modo, la entidad encarece el coste de financiación que tienen los bancos con el objetivo de que este coste mayor se traslade al resto de la economía.
Esta es la forma que tiene un banco central de restringir el crecimiento del crédito y así moderar el avance de la economía. ¿No es una locura? En efecto, esta decisión tiene el riesgo de frenar la recuperación, pero partiendo de que los tipos están todavía en la situación de emergencia, una pequeña subida no debería ser negativa.
El efecto positivo de esta decisión es que el crecimiento económico no se base en el crédito barato, sino en inversiones productivas que tengan una rentabilidad elevada. Hace 11 años, cuando la Fed inició su último ciclo alcista de los tipos, llegó demasiado tarde. La entidad no quiere repetir viejos errores y, por este motivo, ha decidido empezar a subir los tipos con antelación. ¿Acertará esta vez?