Despidos, bajas incentivadas, prejubilaciones... Banco Santander y Caixabank han vuelto a dar malas noticias este viernes con dos procesos de reducción de empleo en sus respectivos cuarteles generales que suman 1.000 personas. Como informó EL ESPAÑOL, el sector financiero en España ha reducido en 70.000 empleados sus plantillas desde 2009.
En concreto, Santander ha propuesto a los sindicatos reducir en otros 460 empleados la plantilla de su centro corporativo de Boadilla del Monte (Madrid), lo que equivale a un recorte máximo de personal del 5,4%, según avanzó Europa Press y confirmaron fuentes financieras a este diario. La plantilla en el centro corporativo de Boadilla asciende en la actualidad a 8.500 trabajadores.
La dirección del banco ha presentado esta cifra a los sindicatos en la reunión que mantienen este viernes. Este ajuste de empleo se suma al planteado por el banco el pasado miércoles de hasta 1.200 empleados en España, lo que también supone una reducción de hasta el 5% de total de los trabajadores de su división Santander España. El Santander ha decidido cerrar unas 450 oficinas en el país por el proceso de transformación que afronta el banco.
La entidad presidida por Ana Botín simplificó recientemente de 15 a 10 las divisiones corporativas de la entidad y redujo de 25 a 21 los directores generales. A partir de ahora, el banco persigue ganar eficiencia y aportar valor añadido, "lo que implicará la reordenación de funciones para evitar solapamientos y duplicidades", apuntan fuentes financieras.
La plantilla del Santander.
Caixaban, medio millar en prejubilaciones
CaixaBank ofrecerá prejubilaciones voluntarias a unos 510 empleados este año, correspondientes a trabajadores que en 2016 cumplen 58 años o más, han informado a Europa Press fuentes sindicales. La entidad financiera ha informado de que ha convocado a los sindicatos la semana que viene para abordar su programa "recurrente" de prejubilaciones, que aplicó por última vez en 2014, ya que en 2015 las prejubilaciones se incluyeron en el ERE que presentó el banco para reducir la plantilla en 700 personas, y que recibió más de 800 solicitudes.
Los sindicatos prevén continuidad en las condiciones fijadas otros años para la desvinculación --dejó de llamarse técnicamente prejubilación por los cambios normativos para esta figura--, y este 2016 pueden acogerse 380 trabajadores nacidos en 1958 y 130 más mayores pero que no se acogieron a convocatorias anteriores.
Según cálculos de Funcas, el sector bancario español cerrará 3.000 oficinas hasta 2019. Otra de las grandes entidades españolas, el BBVA, fue protagonista ante la visión pesimista de su consejero delegado, Carlos Torres, con el actual modelo de banca basado en oficinas físicas: a largo plazo, sin especificar el horizonte temporal, prevé reducir su red en 2.800 sucursales. El propio banco y los sindicatos salieron a matizar esta previsión días después.