La fiebre de los inversores por Nintendo tras el lanzamiento de Pokémon Go parece que llega a su fin. La compañía nipona, que había experimentado un crecimiento bursátil de más de un 100% tras el lanzamiento de la aplicación de realidad virtual, ha perdido ya casi un 26% de su valor desde que el pasado día 19 de julio registrara su máximo nivel de capitalización. En la jornada de este martes en el parqué nipón, las acciones subieron ligeramente un 1,6%.
En la sesión de este lunes, las acciones de Nintendo se desplomaron un 18% en la Bolsa de Tokio después de que la compañía haya reconocido que el impacto de la aplicación en sus cuentas será “limitado”. Las previsiones ha realizado el bróker australiano Macquarie Securities, y que recoge Bloomberg, estiman que Nintendo sólo recibirá un 13% de los beneficios que genere Pokémon Go. La multinacional japonesa publicará el próximo miércoles 27 de julio los resultados correspondientes a su primer ejercicio fiscal.
El principal motivo de este desplome se debe a que no es Nintendo sino Niantic, una 'startup' participada, quien desarrolla la aplicación gratuita y de la que la compañía nipona cuenta con tan sólo el 32%. Niantic fue creada en 2010 como un proyecto en el seno de Google y pasó a ser independiente en octubre de 2015, fecha en la que la compañía japonesa realizó una ronda de financiación de 20 millones de dólares para poner en marcha un juego de realidad aumentada para el móvil.
La tecnológica había mostrado síntomas de un posible desplome en bolsa. Ya la semana pasada cayó un 12% debido al retraso en el lanzamiento de la aplicación en Estados Unidos. Parecía un mero traspié después de registrar el mayor volumen de negociación de una compañía en la historia de la Bolsa de Tokio.
Un crecimiento récord
El día 7 de julio, fecha de lanzamiento de la aplicación, la acción de la compañía japonesa presentaba un precio de 14,93 yenes, arrastrada tras meses de estancamiento en los que la compañía no había conseguido remontar las bajas ventas de su última videoconsola, la Wii U. Desde el pasado verano, la compañía había perdido hasta un 40% de su valor. La dificultad para encontrar un nuevo nicho de mercado tras la caída de sus videoconsolas y su poca apuesta por sectores como el de la realidad aumentada no deparaban buenas previsiones para la multinacional.
Sin embargo, el milagro se produjo tan sólo 13 días después. El día 19 de julio la acción de Nintendo ya cotizaba en bolsa a un precio de 31,7 yenes, un incremento de más de un 100% de su valor, pasando su capitalización de 20.000 millones a 37.000 millones de dólares. En este escenario de euforia, Deutsche Bank ya avisó de que podría tratarse de un crecimiento efímero. “Necesitamos más evidencias para valorar una subida mayor [de la recomendación]”, aseguró uno de sus analistas.
La realidad es que se trata de un sector excesivamente volátil, en cuanto a que lo que hoy es un éxito, mañana puede no serlo. No es la primera compañía que acusa una burbuja de este tipo. Angry Birds, la creación de la finlandesa Rovio, ya experimentó en su tiempo un fenómeno similar a Pokémon Go que rápidamente se vino abajo debido a la imposibilidad de hace sostenible tanto el negocio como los ingresos más allá del título inicial.
Incógnitas para el futuro
En cuanto al futuro de la aplicación, la clave está en comprobar como la compañía desarrolla la aplicación, permitiendo novedades tanto de jugabilidad como de fuentes de ingresos. Entre las demandas de los jugadores que permitirían mantener la fiebre por ‘Pokémon Go’ se encuentran el ir añadiendo progresivamente nuevos tipos de criaturas. De este modo, los usuarios pasarían meses en la calle buscándolos todos. Otra opción sería posibilitar combates entre jugadores, permitiendo aumentar la competitividad entre los usuarios a grandes niveles.
La vía para aumentar los ingresos podría ser la publicidad, aumentando la presencia de lugares patrocinados o espacios publicitarios. Y también, por qué no, la posibilidad de que la aplicación pase a ser de pago, aunque, de momento, es una opción que parece descartada. Hasta el momento, sólo se paga dentro de la aplicación para adquirir características ‘especiales’, siendo, según un estudio, apenas un 2% aquellos jugadores que deciden efectuar un pago para mejorar sus prestaciones como ‘entrenador’.